𝐔𝐧𝐚 𝐃𝐮𝐜𝐡𝐚 𝐃𝐢𝐟𝐞𝐫𝐞𝐧𝐭𝐞 [ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏ́ɴ](𝓐𝓲𝓭𝓪𝓷 𝓖.) [✔︎]

１０

𝑻/𝒏 (𝒕𝒖 𝒏𝒐𝒎𝒃𝒓𝒆)❅

La arena entre los dedos de mi pies, era una sensación que me gustaba, sólo que ahora se estaba volviendo fría a causa de la noche.

-¿Te gusta la playa, eh?

-Mucho. - Contesté con una sonrisa de oreja a oreja. - Gracias por traerme aquí.

-Un placer haber hecho algo bien, al final. - Rió.

-Hombre...no todo ha sido malo...

-¿No?

-No...habría estado mejor si no te hubieses colado en mi baño...y si te hubieras ahorrado esos comentarios.

-Eran verdad.

-¿El qué?

-Que tienes un trasero bonito...muy bonito.

-Aidan... - Mi tono era de advertencia.

-Un cuerpo precioso. - Susurró él. Aceleré el paso, como me parara...sólo Dios sabría que pasaría si me quedaba quieta, podría ser que me lanzara a sus brazos, o bien, que lo abofeteara, aunque estaba más segura de la primera opción. - T/n... - Disminuí el paso, y él tomándome de la muñeca me hizo girar.

-Ai...dan...

-No te ofendas...sólo te dije la verdad...

-Quizás...quizás...quizás no quería oírla.

-¿Tartamudeas?

-Por tu culpa...

Él sonrió, ¿Y cómo no hacerlo? Hundió la mano en el espeso cabello de ella, tan suave y sedoso como una caricia, enredando los dedos entre las ligeras y pequeñas ondas, llevándose una de éstas a la nariz para olerle.

-Yo tengo otro problema contigo. - Murmuró él.

-¿Sí? ¿Cuál? - Pregunté tragando saliva.

-Me vuelves loco...

-Como tú a mí... - Repliqué.

-¿Te vuelvo loca?

-Sí...

-Habrá que buscar una solución, ¿No crees?

-La tregua...

-Es una opción... ¿Significa que la aceptas?

¿Por qué me costaba tanto respirar?

¿Y por qué me daba la impresión de tenerlo cada vez más y más cerca?

Podía sentir su pecho contra el mío, sus piernas fuertes, pegadas a las mías.
Su respiración en la cara, su mano en la espalda, la caricia en mi cuello de aquellos dedos fuertes, junto a mi pelo.

-Por el bien de los dos. - Acepté. - Ningún comentario más, ni intromisión en el baño.

-A menos que tú me permitas el paso...

-Aidan...

-T/n...ahora debemos hacer algo con mi locura...

-Ya hicimos...la...tre...tregua.

-Mi locura es otra, cariño...me vuelves loco, pero de deseo.

-Aidan...

-¿Qué te parece si sellamos la tregua? - Preguntó él, pegándome más a su cuerpo, con la respiración más pesada, entreabrí los labios, quizás debía quejarme, pero lo único que hice fue responder el beso cuando él unió su boca con la mía.