𝐔𝐧𝐚 𝐃𝐮𝐜𝐡𝐚 𝐃𝐢𝐟𝐞𝐫𝐞𝐧𝐭𝐞 [ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏ́ɴ](𝓐𝓲𝓭𝓪𝓷 𝓖.) [✔︎]

２３

𝑻/𝒏 (𝒕𝒖 𝒏𝒐𝒎𝒃𝒓𝒆)❅

Resoplé.

-A ti, ¿A quién más?

-¿A ti misma? - Preguntó mientras enarcaba una ceja.

-Si claro...

-¿Se puede saber a dónde vas?.- Gritó mi amiga, siguiéndome cuando salí de mi dormitorio y volvía al baño.

-¿Para qué preguntas si de todos modos me vas a seguir? - Volví a mi cuarto después de colocar la toalla en su sitio, mi amiga me siguió y se tiró en mi cama soltando un suspiro de cansancio. - Y bueno, ¿Cómo te fue en el viaje?

-Cómo siempre; bien.

-Desde luego, tú no necesitas que te halaguen.

-¿Para qué, si lo puedo hacer yo? - Yadhira giró sobre el colchón e introdujo las manos debajo de la almohada para apoyar bien la cabeza. - Vaya, vaya, vaya... - Susurró mientras alzaba en su mano un trozo de tela que no era mía exactamente. Mi rostro se tiñó de escarlata cuando vi lo que mi amiga sostenía en sus manos...eso eran, los boxers de Aidan. - Creo que no me has dado todos los detalles. - Murmuró Yadhira. - Aunque no sé si quiero saberlos, al final es mi hermano... ¡Iugh!

-Dámelos. - Le pedí.

-¿Para qué? - Preguntó ella. - ¿Se los vas a llevar esta noche para que te de una recompensa a cambio?

-¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! - Dije sarcásticamente. - ¿Te dijeron alguna vez que eres una maldita payasa?

-Seh...tú una que otra vez me lo haz dicho.

Comencé a reírme sin poder evitarlo y después intenté quitarle los boxers a Yadhi de la mano, quien los movió antes de que se los arrebatara.

-Dámelos, Yadhira. Esto es muy embarazoso...

-¿Embarazoso? ¿Por qué? Las dos sabemos que no eres virgen.

-Ja, ja, ja. - Volví a emitir lentamente. - ¿Me los vas a dar?

-No.

-Bien, coleccionalos entonces... - Me giré indignada y Yadhi se rindió.

Siempre pasaba lo mismo.

-Vaaale...está bien. Tómalos...de todas formas, ¿Para qué quiero yo, los boxers de mi hermano? ¡Iugh!

Volteé a verla y se los arrebaté.

-Oh, gracias. - Dije sarcástica.

-Mi pregunta de ahora es... ¿Para qué los quieres tú?

-Déjalo, Yadhi.

-Vale, vale, otro día continuaré. Pero aún tengo una duda, ¿Estás con mi hermano, o no lo estás?

-¿Qué?

-¿Somos cuñis? - Preguntó la castaña, con ilusión.

-No lo sé... - Murmuré dubitativa.

Me quedé en silencio, y de pronto la puerta se abrió.

Aidan entró como un torbellino y se colocó a mi lado.

-Vale, Yadhira. Déjala ya. La salvaré de tu interrogatorio.

-Uuuy... - Se rió ella. - No te preocupes, ya he terminado.

-Mierda... - Susurró su hermano.

Yadhira se giró dispuesta a marcharse, pero antes de hacerlo, volteó a verme.

-Mucho, mucho...amiga. Muchísimo. Por cierto, Aidan. - Dijo Yadhi. - T/n tiene algo que habías olvidado debajo de sus sábanas.