𝐔𝐧𝐚 𝐃𝐮𝐜𝐡𝐚 𝐃𝐢𝐟𝐞𝐫𝐞𝐧𝐭𝐞 [ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏ́ɴ](𝓐𝓲𝓭𝓪𝓷 𝓖.) [✔︎]

２４

𝑻/𝒏 (𝒕𝒖 𝒏𝒐𝒎𝒃𝒓𝒆)❅

-Vale... - Murmuró Aidan mientras veía a su hermana salir de la habitación, riéndose como una loca. - ¿Me puedes explicar qué ha sido eso?

Me giré sobre mis talones y le dí la espalda a Aidan, después, me dirigí hacia el cuarto de baño, y comencé a cepillarme el cabello.

Aidan se quedó observándola, no sabía por qué le gustaba tanto aquella mujer, pero tenía algo que le llamaba la atención, de hecho toda la atención era suya cuando estaban juntos, lo hipnotizaba de alguna manera extraña.

La miró cepillarse el pelo, y después tomar el secador con el cual comenzó a secárselo, todo el cabello que fue tomando un color castaño intenso, que comenzaba a volverlo loco...aquel sedoso cabello lo incitaba a enterrar los dedos en él, para acabar tomando la cabeza de t/n y besarla de una manera intensa y profunda.

Carraspeó de pronto, al ver por donde tiraban sus pensamientos.

-Estoy esperando. - Dijo mirándome a través del espejo.

-¿A qué? - Pregunté.

-A que me respondas, ¿A qué se refería Yadhira con lo que dijo? Conociéndola, me parece que me tengo que poner a temblar. ¿Le has contado lo nuestro?

-¿Qué nuestro, Aidan? Creo que antes dije lo que pensaba.

-Y yo juraría que te había hecho una propuesta...e iba enserio.

Devolví la vista a mi pelo, el cual comencé a cepillar con determinación.

-No hay ningún nosotros, Aidan. Y no creo que sea lo mejor el que lo haya.

-¿Ah, no? - Preguntó él oscureciendo los ojos. - ¿Y eso por qué? Dame una simple razón.

-No compenetramos. - Dije encogiéndome de hombros.

Él tuvo la osadía de reírse, de reírse a carcajada limpia, limpia, alta y muy sonora, y se rió en mi cara.

-Creo, querida, que has dado la peor excusa, ¿Que no compenetramos, t/n? Creo, que es lo que mejor hacemos. - Aclaró bajando la voz, hasta hacerla exitante.

-Vale. Pues si esa excusa no te vale, piensa en una y quédate con ella, porque de todas formas, la respuesta es no.

Aidan se puso serio, muy serio, y me miró a los ojos.

Se acercó a mí por detrás y me hizo girar.

-¿Qué te pasa, t/n? ¿Por qué eres así?

-¿Así cómo? No he dicho nada del otro mundo, si no te gustan las verdades, aguántate un poco.

Él la miró con curiosidad, aquellos a ojos marrones brillaban enigmáticos. ¿Qué le pasaba? ¿Por qué era tan negativa?

-¿No te das cuenta, de que podemos pasarlo muy bien?

-Ajá. - Dije y me alejé un poco de él. - Eso es sólo lo que quieres, pasarlo bien, pues para eso Aidan, te informo que no hace falta tener algo serio, hasta ahora nos va bien como estamos, y ya te lo dije, búscate una excusa y quédate con ella, porque la respuesta a tu proposición sigue y seguirá siendo la misma.

-¿Y si no encuentro ninguna excusa?

-Te la proporcionaré yo.

-Está bien. - Murmuró él, pensativo. - A ver, déjame pensar...nos la pasamos bien en la cama.

-Ajá...

-Y también nos la pasamos bien fuera de ella. - Guardé silencio y lo dejé hablar. - Nos reímos juntos y nos hacemos bromas, es decir; nos llevamos bien. Sabemos encontrar un tema de que hablar. Coincidimos en muchos gustos, y aunque en otras cosas no estoy de acuerdo contigo, no me disgustan. Te gusto, creo...me encantas. Ahí no hay problema.