𝐔𝐧𝐚 𝐃𝐮𝐜𝐡𝐚 𝐃𝐢𝐟𝐞𝐫𝐞𝐧𝐭𝐞 [ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏ́ɴ](𝓐𝓲𝓭𝓪𝓷 𝓖.) [✔︎]

０６

Aidan tomó la bolsa de chucherías antes de adueñarse del control de la tele y tirarse al sofá.

Se aburría.

Se aburría enormemente.

Y en vez de salir, como hubiera hecho en cualquier ocasión, se había quedado en casa...viendo la tele.
Y todo por culpa de una castaña, que a pesar de ser la cuatro de la tarde, continuaba durmiendo.

Por un momento, llegó a pensar que había caído en coma, o algo así.

Hasta que al moverla despacio para ver si estaba viva, le había soltado un buen golpe. Estando dormida.

Aún le dolía.

Encendió la tele y la apagó al terminar de pasar por todos los canales. Bueno, sería mejor poner una película.

Con mucha pereza, se levantó, metiéndose en el despacho de su hermana y de t/n, donde su hermana le había dicho que estaban las películas.

Por culpa de los cambios que habían hecho, él tenía que andar a más de 100 metros, algo que no le apetecía en nada.

Y todo gracias a su gigantesca casa.

[...]

𝑻/𝒏 (𝒕𝒖 𝒏𝒐𝒎𝒃𝒓𝒆)❅

Caminé con dificultad hasta alcanzar el sofá, tirándome de espaldas. ¡Por Dios, cuanto me dolía la cabeza!

¡Y que sueño tenía!

Cuanto más duermes, más quieres dormir.

Joder, un poco más y necesitaría la vida completa para levantarme.

Maldito vino, pensé. Maldiciendo a Aidan, con el que por cierto, no había vuelto a soñar. Ningún sueño comparable, y de hecho, no sabía siquiera si había soñado. Todo era puñado de cosas confusas y pesadas.

Nada claro, sólo la escena de la ducha.

Y hablando de duchas, necesitaba darme una. A ver si con eso despejaba mi mente y así aprovechaba lo que quedaba del día.

Pero no...aún no, por ahora me apetecía continuar en el sofá.

Cerré los ojos y suspiré en silencio de la sala.

ᴀɪᴅᴀɴ ɢᴀʟʟᴀɢʜᴇʀ✩

Por amor de Dios, que de películas...
Pero al menos había dos o tres interesantes, que no iban de amoríos y lloriqueos...podía decirse, que respecto a gustos, las dos tenían los mismos en películas.

Caminé hasta estar a unos pocos metros del sofá y por un impulso, agarrándome del respaldo, me tiré sobre él.

-¡Ayyyyy, mierda! - Gruñó sobre lo que había caído.

Tan de prisa como pude, me retiré de allí.

-¡T/n! ¿Estás bien?, Joder... ¿Qué hacías en el sofá?

-¿Qué te parece que hacía, Aidan? ¿Bailar? - Preguntó con toda la ironía que pudo, aunque más bien, parecía un lloriqueo, y es que las lágrimas ya habían salido.

-¿Estás bien?

Ella intentó moverse...no pudo.

-Sí...

-¡Por favor! - Exclamé indignado. - Pude haberte roto algo, ¡No puedes estar a oscuras en un sofá! - Dije y ella me miró indignada.

-No es propio que la gente se tire por encima al sofá.

Me sonrojé.

-Se suponía que dormías...en la cama.

-Ya ves que no. La próxima vez...

-¡Deja de discutir y dime si estás bien! -Ordené, me preocupaba.

Ella intentó ponerse de pie, el dolor parecía haberse ido y la ayudé.

-Una ducha me vendría genial. - Susurró comenzando a caminar.

-¿Te gusta provocarme, eh? - Ella me ignoró y siguió caminando al baño. - ¡Avísame si necesitas una mano!

-O las dos.