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𝑻/𝒏 (𝒕𝒖 𝒏𝒐𝒎𝒃𝒓𝒆)❅

Tomé el tenedor y pinché un trozo de lechuga antes de pinchar uno de carne para llevármelo a la boca con cuidado.

Miraba a Aidan comer de reojo.

Debo confesar que no la estaba pasando del todo mal.

Habíamos dado un paseo en coche y Aidan me había llevado a un lugar bonito, un lugar en el que podíamos observar la playa mientras comíamos, y eso me gustaba.

Habíamos visto el sol ocultarse, juntos.
Y eso era algo que provocaba un extraño sentimiento dentro de mí.

-¿Qué quieres hacer después de comer? - Aidan interrumpió el silencio y me miró mientras bebía agua.

-¿Nos vamos a casa?

-Si es temprano...

-¿Y?

-Por favor, T/n. Okey, sé que no me he comportado como el mejor de los caballeros, pero es que nuestro encuentro no ha sido normal.

-Ajá. - Tenía que ignorar el nudo que crecía en mi estómago.

-Yadhira se va a llevar algunos días afuera.

-Sí...

-Y nosotros debemos de convivir bajo el mismo techo. - Guardé silencio.

-Lo sé. ¿A qué quieres llegar? - Pregunté con curiosidad.

-Pues...que podríamos hacer una especie de tregua.

-¿Una tregua?

-Ajá...podemos comenzar por llevarnos bien y dejar de actuar...seamos normales.

-Yo no he estado actuando. - Me defendí.

-Pero sí has estado a la defensiva.

-Normal...debo tener cuidado con los tipos como tú.

-¿Con los tipos como yo? - Preguntó divertido. - Creo que es la segunda vez que me dices eso.

-Puede ser...

-No me has contestado.

-Tú no me entiendes.

-¿De verdad? Las mujeres son complicadas, y creo que más tú.

-Puedo decir lo mismo de los hombres.

Aidan rió y yo no pude evitar reír con él. ¿Qué más hacer? En el fondo me caía bien...y pensaba que era un buen tipo...pero muy en el fondo.

Okey, ¿A quién pretendía engañar? Porque a mí misma no lo conseguía, me caía bien.

Me resultaba divertido, aunque a veces me irritase con aquellos comentarios, o colándose en mi cuarto de baño y arrebatándome la toalla para manosearme con ternura y precipitación.

Bien, no me caía tan bien.

Lo miré a los ojos y sentí un nudo abrazador en mi garganta, que bajó a mi estómago y comenzó a convertirse en un calor líquido entre mis piernas.

Las cuales junté para impedirlo.

En vano.

-¿Qué decías?

-La tregua... ¿La aceptas?

-¿Dejarás de decir cosas de mí, y de colarte en mi cuarto de baño?

-Lo intentaré.

-Bien, al final del día contestaré.

-De acuerdo. - Sonrió negando con la cabeza.

Era como una niña caprichosa...que le fascinaba.

Con aquel rostro angelical y aquel cabello castaño.

La pasión que quería sentir con ella, para apagar el deseo de su cuerpo.

-A la playa. - Dije.

-¿Qué?

-Después de comer, a la playa.

𝐔𝐧𝐚 𝐃𝐮𝐜𝐡𝐚 𝐃𝐢𝐟𝐞𝐫𝐞𝐧𝐭𝐞 [ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏ́ɴ](𝓐𝓲𝓭𝓪𝓷 𝓖.) [✔︎] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora