Las leyes de la creación están escritas por el destino de la luna. Destinos tan sencillos como que los Alfas sienten atracción por los aromas dulces de los Omegas y estos por los fuertes de los Alfas. Pero como todo en esta vida existen las excepcio...
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A la mañana siguiente TaeHyung fue el primero en despertar. En su estrecha cama, que siempre había sido solitaria, había un cuerpo tan grande como el suyo haciéndola lucir minúscula. Suspirando y rascando sus ojos cansados inclinó su cabeza para verlo.
JungKook aún dormía, con los ojos hinchados por el llanto desolado de la pasada madrugada, sus labios de cereza brillantes y abiertos soltando suaves soplidos relajados.
Había sido una locura lo acontecido, ya no el hecho de haberle hecho una felación en el cuartico del almacén de Han, sino porque tardó varias horas en poder contener el llanto de JungKook, convencerlo de cambiarse de ropa por una más cómoda y no sudada y al fin lograr ambos dormirse. Le había roto el corazón humano y el alma de lobo verlo tan deshecho. TaeHyung lo comprendía, pues él también tuvo momentos duros antes de aceptar gustar de los Alfas y no de los Omegas.
Pero seguía teniendo pavor, JungKook se había quebrado ante él exponiendo ligeramente sus miedos, pero también sabía que podía reaccionar de forma violenta como auto defensa. Ahora mismo estaba pensando, mientras lo veía dormir y acariciaba su suave mejilla con ligeras punzadas de barba masculina, en si todo se volvería a ir a la mierda y de igual o peor modo.
Finalmente se levantó con cuidado de no despertar al menor, escabulléndose de su abrazo de piernas incluidas, y salió arrastrando los pies hacia la cocina.
-Te tengo dicho que no arrastres los pies, me da rabia. -Escuchó a Jimin nada más entrar a la cocina. -Madre Luna, llegaste a casa antes que yo y tienes una cara horrible. -Dijo en cuento lo vio de frente. TaeHyung resopló dejándose caer en una de las dos sillas de la pequeña mesa pegada a la pared.
-No vine solo. -Susurró dejando que Jimin se quedara quieto, estético, al colocar la jarra de agua caliente y de café sobre la mesa.
-¿Has traído alguien a casa? -Preguntó mostrando su desconcierto y sorpresa, TaeHyung jamás había hecho eso. Para un Alfa, que gustaba de Alfas, no era fácil encontrar un rollo de una noche.
-Y sinceramente tengo miedo de lo que pueda pasar cuando despierte. -Concedió.
Antes de que Jimin pudiera volver a cuestionar, mientras dejaba un plato con algunas tostadas en la mesa también, nuevos pasos descalzos se escucharon venir por el pasillo captando la atención de ambos amigos. El Omega pelirrojo parpadeó seguido muchas veces, TaeHyung mordió su labio inferior nervioso y JungKook, JK rascó su mejilla avergonzado.
-Buenos días. -Murmuró el menor, TaeHyung le miró a los ojos y este esquivó su mirada.
-Buenos días. -Habló Jimin, dejando de lado su sorpresa y tratando de sonar alegre y natural. -He preparado el desayuno, porque tengo hambre siempre a este hora. ¿Quieres desayunar? -Ofreció, JungKook tomó aire profundo dejando la pregunta sin responder. -Yo voy a irme otra vez a dormir. -Miró a su mejor amigo, este le lanzó una mirada de terror que le hizo sonreír inevitablemente. -Ayer llegué muy tarde y sigo teniendo sueño.
