Las leyes de la creación están escritas por el destino de la luna. Destinos tan sencillos como que los Alfas sienten atracción por los aromas dulces de los Omegas y estos por los fuertes de los Alfas. Pero como todo en esta vida existen las excepcio...
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Motos daban vuelta a su alrededor, el bullicio de risas entre amigos era ensordecedor y necesitaban abrigos gruesos para pasar esa noche repentinamente helada. JungKook le había robado una bufanda a TaeHyung, gordita y suave con el maravilloso aroma del chocolate amargo negro.
-Hueles a Vante. -Dijo NamJoon parado a su costado, JungKook lo miró sin sacar su nariz de la bufanda.
-Hemos cenado en su casa. -El Alfa mayor barrió su cuerpo por completo con su mirada fija y seria.
-Creía que no te gustaba.
-He cambiado de opinión. -JungKook inspiró de nuevo el delicioso aroma de su novio y lo miró a lo lejos, riendo y hablando animado con JeongIn. -O simplemente me he dado cuenta de como son las cosas en realidad.
Fueron varios segundos en silencio, en los que el líder de Bangtan se dedicó a analizar por completo a su menor. NamJoon era un líder ejemplar por demasiadas cosas. Era comprensivo, calmado y calculador. Aspectos demasiado temerosos por quienes querían ser sus adversarios o los de sus pupilos, como él los llamaba. Pero en especial, NamJoon, tenía cierta predisposición y era vulnerable ante los gemelos Jeon. Para Kim aún estaba latente en él como había conocido a JK y Nochu.
Una noche de invierno fría, con la nieve cayendo levemente sobre una capa ya establecida en la acera, los gemelos pedían dinero o algo de comida frente a la panadería de su barrio y donde había ido por mandato de sus padres. Cuando volvió a casa, no solo con un par de barras de pan sino también con un par de hermanos, sus padres no pudieron decir que no. Por suerte, aún si ellos no podían mantener a nadie más, sus tíos no tenían hijos y los acogieron en su casa con la excusa de que sería temporal. Años después, ellos ya adultos independizados, seguían cuidándolos y amándolos como parte de su familia.
Los conocía tan bien, como a él mismo tal vez. Para NamJoon era claro que Nochu estaba embobadamente enamorado de Jimin, el Omega pelirrojo y de carácter fuerte de Stray Kids, por como lo perseguía y cuidaba con especial atención hasta asfixiarlo.
-Tu hermano va a agobiar a Jimin. -Susurró, ambos vieron al Jeon rubio recolocando un gorro de lana sobre el cabello rojizo de Park y a este mirarle de mala gana. -Tal vez deberías darle un consejo. -JungKook asintió, NamJoon volvió a verlo. Si Nochu estaba enamorado, JK estaba enamoradísimo y tampoco tenía dudas cuando volvió su vista al antiguo corredor de los Stray Kids. -JK. -Le llamó, este murmuró para que supiera que seguía escuchándolo. -Puedes ir con el chico. -Aquello sí captó su atención, el pelinegro giró su cuello tan rápido que lo sintió crujir. -Nunca nade te va a decir nada. No al menos uno de los tuyos, de los nuestros.
La respiración atrapada en el pecho de Jeon no fue por los nervios o vergüenza, para nada, era por la maravillosa calidez de encontrar a alguien más, encima a quien quería e idolatraba, con quien hablar de su novio.
