Las leyes de la creación están escritas por el destino de la luna. Destinos tan sencillos como que los Alfas sienten atracción por los aromas dulces de los Omegas y estos por los fuertes de los Alfas. Pero como todo en esta vida existen las excepcio...
El siguiente capítulo contiene escenas para mayores de 18; leer bajo vuestra responsabilidad.
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Leves caricias eran dejadas en una de sus mejillas y parte de su cabello; sus pestañas revolotearon cuando poco a poco abrió los ojos y la luz pesada de mitad de tarde chocó contra sus iris oscuros. Al aclarar su vista vio a Jimin ante él sonriendo lado.
-Me voy a trabajar. -Dijo el pelirrojo, TaeHyung asintió aferrándose más a su almohada. -Deberías despertarlo y cenar algo antes de ir al río. -Su ceño se frunció confuso por sus palabras mientras caminaba hacia la puerta. -Hoy hay buenas noticia. -Y sin más el Omega se marchó dejándolo aún desorientado y confuso en su cama.
La cabeza le dolía horrores y su boca estaba seca; algo en él no parecía funcionar bien cuando soltó su almohada y trató de levantarse para ir a ver su reflejo, seguro desastroso, al espejo dl baño. Miró entonces recordando todo a su supuesta almohada, siendo esta en realidad el pecho de un dormido JungKook. ¿La había cagado? No, porque JungKook seguía allí y porque... le había dicho que lo quería también.
Una sonrisa genuina iluminó su rostro. Feliz, alegre y dichoso besó la mandíbula marcada del menor, sus mejillas, su nariz y lunar bajo sus labios para finalmente detenerse en estos dejando tan solo un roce de huella caliente sobre estos. JK murmuró despertando y apretándolo de nuevo entre sus brazos hasta hacer a TaHyung colocarse sobre su cuerpo; rápido succionó el labio inferior del mayor dando inicio a un beso cansado y somnoliento que no pudieron evitar subir de nivel. Sus labios estaban colisionando a penas, eran más las mordidas y succiones a la par que sus lenguas se enroscaban y trataban de controlar a la contraria en un juego lascivo entre ellos. Las caderas de TaeHyung se movieron para colocarse más cómodamente y su trasero apretó la erección creciente del menor entre ellos. JungKook jadeó rompiendo el beso, el mayor se separó hasta sentarse sobre su entrepierna y apoyar sus manos en el pecho agitado del azabache.
-Kookie. -Le llamó, con esos labios hinchados y mojados en saliva de ambos, incitándolo al pecado más carnal y placentero. -Te quiero. -JungKook sonrió, ciertamente infantil al mostrar más sus palas superiores y crear arruguitas a los costados de sus ojos de forma tierna.
-Yo también te quiero mi amor. -TaeHyugn mordió su propio labio inferior y sonrió feliz.
-Bebé. -Le llamó acariciando su pecho, bajando sus manos hasta colarse bajo su camiseta y tocar esos marcados músculos de su abdomen. -¿Me quieres tanto como para dejarme follarte? -TaeHyung rehusaba verle a los ojos, siendo consciente de la seriedad de su pegunta en realidad al ser ambos Alfas que habían nacido supuestamente para dar y no recibir. De hecho él estaba dispuesto a ser el primero en ser el de abajo, por decirlo de algún modo, aún si también deseaba tan mal entrar en el menor.
-Sí. -Los ojos, que no podían evitar ocultar la sorpresa, de TaeHyung se levaron para ver los amorosos y determinaos del menor.
-¿Es en serio? -Preguntó a lo que la mueca de disgusto de JK le hizo recordar que debía confiar en él.
