Orange Chocolate ~ Omegaverse ~ TaeKook ~ KookTae

Extra 3

-Podrías dejar de tener esa cara de mierda. -Se quejó YoonGi a la espalda de Jimin. -Asustas al personal.

-Jamás. -Dijo conciso, Hoseok asintió estando de acuerdo.

-Pidió disculpas y parece una persona decente ahora. -Señaló Felix.

-No deberías tenerle rencor por su pasado. -Apoyó ChangBin.

-Todos podemos cambiar. -Secundó Jisung.

-A peor. -Dramatizó JeongIn, Jimin lo señaló como el único comentario acertado.

-Puedo perdonar lo capullo que fue en TXT, pero jamás, como su mejor amigo por y para siempre, podré perdonarle lo que le hizo a TaeHyung. -Explicó Jimin viendo a YeonJun conversar animadamente con el Delta, a unos pasos de ellos JungKook hablaba con Beomgyu.

-Si Tae le perdonó, tú puedes hacerlo. -Jimin rodó sus ojos cuando su Alfa se incluyó en la conversación de Omegas.

Era el cumpleaños número cinco de YeJi, su hija menor, y todos estaban reunidos en su patio trasero comiendo y disfrutando la convivencia. Sin embargo, a pesar de que ya había pasado casi un año desde que TaeHyung y JungKook habían adoptado a Asahi, Jimin seguía arisco y distante con YeonJun. Era inevitable, que su lobo sacara su aire protector con quien él consideraba su hermano.

-¡Innie! -Gritó HyunJin llegando corriendo hacia el grupo de Omegas parados juntos a la puerta al jardín. -No puedes estar tanto tiempo en pie estando de ocho meses, cariño.

Jimin presenció, aún estando atento a YeonJun, como cada Alfa iba como cachorrito en busca de su Omega. Una vez solo con su Alfa resopló y se sentó en los escalones de madera, Nochu acarició su cabello y le invitó a acompañarlo. Jimin se negó y apretó sus propias mejillas diciéndose que debía bajarle a su orgullo y protección con TaeHyung, cuando su adorado sobrino llegó corriendo a él de la mano de su primo sanguíneo.

-Tío Jims. -Llamó Asahi. -Papi Tete me ha vuelto a reñir, dile algo. -Jimin rio y abrazó la cintura del pequeño niño rubio.

-¿Por qué te ha reñido ahora papi, eh? -Preguntó sin borrar su sornisa.

-No quiere que coma más dulces. -Los labios del pequeño se abultaron de forma adorable.

-Le he dicho que papi Gyu tampoco me deja comer más de dos rebanas de pastel. -Continuó Yoshi, soltándose de la mano de su primo y cruzando sus brazos.

-No entiendo porqué. -Dramatizó Asahi. El pequeño recuerdo de él mismo sentado en la cocina del apartamento que compartía con TaeHyung llegó a su mente como una ráfaga de calidez.

-Hace tiempo, muchos años, alguien me dio un consejo muy importante. -Dijo captando al instante la atención de manos menores. -Cuando alguien hace algo que no te gusta, pero esa persona te quiere, tienes que pensar porqué lo ha hecho. -Los primos fruncieron el ceño a la vez sin entender. -¿Qué pasó la última vez que comisteis mucho dulce?

-Me puse malito de la barriga. -Murmuró Asahi.

-No podía dormir. -Habló casi a la vez Yoshi.

-Entonces vuestros papis lo que quieren es que nos os pongáis malitos. -Señaló Jimin aplaudiendo. -¿Por qué crees que papi Kookie siempre quiere que te seques el pelo cuando sales de la ducha? -Ladeó su cabeza con ternura.

-Dice que si no lo hago me voy a resfriar. -Jimin juraba ver los engranajes de su sobrino dar vueltas. -No quiere que me ponga malito.

-¿Y cuando os riñen por pelear en el cole? -Preguntó más, viendo a ambos con cierto reproche en sus ojos. Era extraña la semana que TaeHyung o JungKook no recibían una llamada del colegio, donde compartían clases los primos aún si iban a distintos cursos, con reclamos de una pelea iniciada por los cachorros.