Maratón 4/4
-Gracias, Hyung. -NamJoon negó restándole importancia y se marchó en la moto de competición. BangChan, que también había acudido a la llamada, despedía a TaeHyung junto al coche con el que habían ido a recogerlos del cruce de calles.-Vamos, mi amor. -Murmuró dulce, importando nada que el líder de Stray Kids le escuchara, TaeHyung entrelazó sus manos y se abrazó a su brazo tras decir adiós con su mano a BangChan. -¿Tus chicos lo saben?
-¿Lo de mi hermano? -Preguntó débilmente, JungKook negó rápidamente besando su frente. Quería dejar el tema de lado por esa noche, no podía soportar verlo sufrir más. -¿El qué?
-Que te gustan los Alfas. -Dijo mientras subían las escaleras al apartamento de Tae y Jimin.
-No todos. -Murmuró llegando a su rellano. -Pero creo que todos se han dado cuenta de que me gustas mucho.
-¿Tan solo te gusto mucho? -Preguntó burlón, sacando una sonrisa sincera por primera vez en la noche a su novio. -Y yo que te amo con todo mi corazón de lobo feroz.
-Corazón de cachorrito. -Corrigió sacándole la lengua, JungKook lo fulminó con la mirada.
-Te lo permito porque estás blandito. -TaeHyung sonrió de nuevo y abrió la puerta de su casa. Un cuerpo pequeño y de cabello rojo como una cereza arrolló con TaeHyung casi tirándolo al suelo.
-¿Estás bien? -TaeHyung rio levemente.
-Sí, Mimi, estoy bien. -Jimin suspiró y llenó su cara de besos tras apresarla con sus pequeñas manos. Nochu tiró de Jimin hacia él, JK lo hizo con TaeHyung.
-Gemelos celosos de mierda. -Dijeron ambos mejores amigos a la vez. JK rio sacándole la lengua a Jimin que le devolvió el gesto con una mirada cómplice entre ambos.
-Ve a darte una ducha y a la cama. -Propuso JK a su novio, este aceptó pero se giró a verlo a mitad de pasillo.
-¿No vienes? -Preguntó haciendo puchero.
-Voy enseguida. -TaeHyung se fue complacido con la respuesta y JungKook se giró a ver a su hermano y cuñado una ve lo perdió de vista. -Me lo ha contado, lo de SungHoon. -Jimin asintió casi llorando también, él había cuidado y adorado a ese niño como su hermano menor también. -¿Tenéis...?
-¿Chocolate con naranja? -Interrumpió Nochu a su hermano, tomando una bolsa de la tienda 24 horas sobre la mesa. -Compramos un poco. -JungKook sonrió viendo la gran cantidad, miró a su gemelo y las penas del pasado vivido juntos lo arroparon haciendo que lo abrazara.
-Te quiero JeonGguk. -El nombrado sonrió besando su mejilla.
-Yo también te quiero, hermano.
Tras una ducha compartida, de caricias suaves y besos aún más delicados, ambos se arroparon entre las mantas para comer algunas onzas de chocolate compartidas.
JungKook ahora, con TaeHyung durmiendo entre sus brazos, mantenían sus ojos abiertos observándolo. La vida había sido demasiado injusta con una alma tan bonita y bella como la suya. TaeHyung era un ángel, su ángel.
Un ser de luz en la tierra y de carne y hueso que lo había salvado sin que realmente lo supiera. Hacía a penas unas horas TaeHyung había dicho que no merecía a JungKook en su vida, cuan equivocado estaba pensando aquello.
JungKook había perdido el norte años atrás. Cuando se vio en la obligación de crecer y huir a las calles para seguir viviendo junto a su hermano. Hizo trapicheos, robó, mendigó, se apuntó a carreras ilegales y tenía un trabajo de mierda que odiaba como camarero.
Ahora, desde que ese Alfa presuntuoso apareció en su vida regalándole un trozo de su tableta de chocolate y diciéndole cachorro, todo brillaba con un aura diferente.
Las vergüenzas de su pasado como delincuente o mendigo solo le hacían enorgullecerse de haber llegado hasta donde estaba. Correr en las carreras ya no era por dinero ni adrenalina, eran por los momentos previos y post carreras junto a sus amigos que eran su familia. Su trabajo ya no era tan desagradable porque estaba de buen humor, entraba feliz a trabajar y a final de mes tenía dinero legal el cual gastar en tiempo y caprichos junto a su novio. Incluso había empezado a ahorrar, sin ser consciente, pensando en un futuro hogar para él y TaeHyung.
El chico que era infantil y arisco, ahora, era maduro y amoroso; pero solo con quién debía serlo. Solo por su Alfa.
TaeHyung se movió en sueños, enterrando su nariz en el foco de aroma de JungKook, haciendo a este suspirar.
No podía evitarlo ni detenerlo. Era un mal presentimiento. Tal vez demasiada experiencia pensando que todo el mundo era malo y quería sacar provecho de él desde su niñez. Pero algo no le cuadraba, algo faltaba en la historia de TaeHyung.
Él pudo haber visto la placa en memoria de SungHoon, pero él jamás vio la lápida. TaeHyung nunca vio el cuerpo inerte de SungHoon.
Sin haber dormido, siendo ya las siete de la mañana, se desenredó de él y se tomó unos segundos para admirar como TaeHyung buscaba su calor y aroma hasta abrazar la almohada que él había estado gastando esos días.
Caminó descalzo, tan solo en boxers y una camiseta de su novio, por la casa hasta el salón. Tomó su móvil y lo conectó al cargador que siempre tenían junto al sofá. Al prenderlo respondió algunos mensajes preocupados de Jeongin o HyunJin y entró en el buscador con dedos temblorosos.
Ojalá estuviera equivocado.
Ojalá no hubiera tenido razón.
Tecleó: "patinador Park SungHoon"
El primer enlace fue revelador. Un vídeo antiguo de un niño de trece años patinando con agilidad y ligereza sobre el hielo. TaeHyung no había mentido al decir que su hermano era magia. Las declaraciones más abajo rompieron su corazón, incendiaron su coraje y llenaron de furia a su lobo.
"El joven patinador estrella y futuro representante olímpico Park SungHoon sufre un accidente de tráfico que implica su retirada prematura y catastrófica de la posible carrera en la selección coreana como patinador artístico.
El joven Park SungHoon sufrió un accidente hace tres noches de moto donde, a pesar de su rápida intervención en urgencias, su pierna derecha sufrió el mayor impacto y heridas de tal calibre que le prohibirán recuperar su total movilidad y eficiencia en ella.
Por suerte, agradecidos con la madre Luna por ello, no sufrió más daños y se recuperará en un par de meses."
La visión de JungKook estaba roja, brillando sus iris en bermellón, tomó unos pantalones de los amontonados limpios sobre las sillas del comedor. Las zapatillas rozaban sus talones al no llevar calcetines y creía haber cogido la chaqueta de su hermano en vez de la suya. Bajó las escaleras de dos en dos, las llaves del coche de su hermano en la mano derecha y el corazón en la izquierda. Haciendo algún trancazo con el coche llegó a tiempo a las ocho menos diez de la mañana a las puertas del instituto Golden.
La brilla de la mañana heló por primera vez su rostro cuando bajó del coche y se quedó ante él viendo la gran verja de metal. Los alumnos en uniforme entraban unos junto a otros riendo de buena mañana. La foto de SungHoon, con ese uniforme y al pie de ese artículo, aún estaba iluminando la pantalla de su móvil.
Un gran coche paró frente a él, junto a la puerta de la institución. Un hombre mayor lo conducía, se despidió con un beso en la mejilla del menor dentro de él. Cuando el coche marchó lo vio.
Kim SungHoon, con un bastón y una clara desventaja entre una pierna y otra de altura, estaba plantado ante él viéndolo con desconcierto.
🍊❤️🍫
Nota: Al fin tengo el final para esta historia y estoy en ello. Voy a centrarme en ella ahora que estoy motivada para darle el final que se merece. Espero tener tiempo para terminarla entre esta semana y la que viene ❤️ Tae bebé pasó demasiado y Kook es la cosa más bonita del mundo en esta historia
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Orange Chocolate ~ Omegaverse ~ TaeKook ~ KookTae
FanfictionLas leyes de la creación están escritas por el destino de la luna. Destinos tan sencillos como que los Alfas sienten atracción por los aromas dulces de los Omegas y estos por los fuertes de los Alfas. Pero como todo en esta vida existen las excepcio...