Capítulo 26~Alfa

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Maratón final 1/7

Los días sucedieron con tanta facilidad y ligereza como ocurrían las caídas de las hojas en los árboles en otoño

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Los días sucedieron con tanta facilidad y ligereza como ocurrían las caídas de las hojas en los árboles en otoño. En este caso, el verano comenzaba a mostrarse y el sol pegaba fuerte sobre la ciudad. A TaeHyung no le avergonzaba recordar y decir que, cuando vio a su novio entrar a la librería donde trabajaba aquel miércoles con una simple camiseta de manga corta negra y sudado, no le calentó más que el mismo sol.

Adoraba la piel de JungKook, desde lo suave y áspera que era a la vez hasta los lunares, cicatrices y tatuajes en ella. Simplemente adoraba todo de JungKook. Su físico era un plus para la maravillosa persona que era por dentro.

Cuando aquel día, que logró y se reencontró sorprendentemente con su hermano, fueron a casa de los Park; HyungSik ya los estaba esperando con una notable ansiedad. El instituto había llamado preguntando por el menor al no asistir a clase, más fue su angustia y nerviosismo cuando algunos de sus compañeros habían declarado verlo irse junto a dos chicos gemelos de apariencia ruda y fuera de lugar en la zona.

Al HyungSik terminar de abrazado a su hijo adoptivo y mirar sobre él, TaeHyung se sorprendió cuando vio al imponente hombre de traje ponerse a llorar y correr a su encuentro también. En su oído palabras como: te hemos echado de menos, estaba preocupado por ti TaeHyung, no vuelvas a alejarte sin decirnos a donde vas nunca más. El gran corazón gentil, ya rescrebajado de Kim, casi se convierte en polvo aquella mañana.

HyungSik escuchó todo, la versión de SungHoon y la de TaeHyung. Cada segundo y cada palabra dicha acentuando el fruncido de sus cejas y arrugando más sus labios. Sin haber mediando él si quiera una palabra, tan solo se puso en pie y llamó a su esposa al trabajo demandando que acudiera con carácter de urgencia a casa. La discusión que se dio delante de los más jóvenes fue atroz y a gritos.

La señora Park solo tenía como defensa a su acto cruel el bienestar de SungHoon, lo desgraciada que sería su vida si TaeHyung hubiera seguido a su lado o volvía a él. HyungSik rebatía una y otra vez con determinado convencimiento: es su hermano, sangre de su sangre, lo ama, se aman, es una buena persona. Mas la frase que dejó a TaeHyung mudo y encogido en su lugar fue: sabes que yo quería adoptar a los dos, tú fuiste la que insistió solo en SungHoon y le arrebataste lo que más quería. Ella había respondido: porque ese adolescente estaba descarrilado, bastante que tuve que aceptar al mocos de SungHoon.

HyungSik se había quedado callado de golpe, tenso y con una onda de aroma agrio a su alrededor. SungHoon se sentó en una silla cercana y tapó sus ojos llenos de lágrimas. ¿Una razón más para amar a JungKook? Fue el único que intervino.

-"Me alegro tantísimo de que mi cuñado no le haya otorgado el título de madre. Porque usted será una víbora, un demonio o un adefesio de persona, pero jamás una madre. El día que se arrepienta de sus actos y palabras, si alguna vez lo hace, ya será demasiado tarde y solo le quedará la opción de arder en el infierno; perra." -Había dicho plano, natural y con tanta sensatez y convicción que dejó a la Omega helada. El lobo de JungKook había salido en defensa de su Alfa y su pequeño cuñado callando a la arpía que soltaba pestes de ellos.

Orange Chocolate ~ Omegaverse ~ TaeKook ~ KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora