14. Trato

14 2 9
                                    

Entré al baño del último piso y me apoyé en una esquina del cubículo abrazando mis piernas. Lloraba de la vergüenza porque es lo único a lo que me he dedicado hacer desde que ingresé a la empresa.

¿Cómo se supone que voy a verle la cara a mi jefe después de semejante insinuacion que le hice anoche?.

En definitiva no puedo permanecer no un segundo más en este lugar. Me iré.

— Al fin te encuentro Kim— Yoora cierra la puerta del baño con cuidado.— El jefe quiere hablar contigo.

Escuchar eso provocó más mi llanto.

— Aigoo, no llores— Se agacha quedando a mi altura— Kim...no llores

El llanto a duras penas me deja respirar. Soy muy sensible, y más cuando de vergüenzas se trata. Alcé la mirada y Yoora cubrió sus labios.

Soy un desastre

— Me iré de aquí

—¿Que?, ¿Pero como...?.

— No puedo seguir aqui Yoora— Limpié mis ojos .— Joshua tuvo razón esta vez. Soy una Zorra que lo único que ha hecho es meter la pata.

— ¡Ah!, eso sí que no— La rubia niega.— Tu no eres ninguna zorra, tampoco haz hecho nada malo.

— Pero el vídeo lo muestra.

La rubia sujeta mis mejillas entre sus manos

— Ese vídeo no dice nada Kim, Al contrario. Todos lo hemos visto pero ninguno aquí ha expresado que eres una Zorra. — Sonríe enternecida. — Ese vídeo es lo más cute que he visto en mi vida, Kim. Tú y Hoseok lo único que hacen es causar ternura. — Me suelta —Es más, puedo decir que hasta buena pareja hacen.

— No digas eso.— Reprocho.— Yo respeto al jefe.

La rubia aparta cuidadosamente unos mechones de cabello que se me han pegado a la cara.

— Tienes razón, lo siento. ¿Te sientes mejor?.

Negué con ganas de volver a llorar. Olvidar una vergüenza va a ser más difícil que olvidar a un viejo amor.

— ¿Cómo se supone que le voy a dar la cara al CEO?.

— Kim. Sunshine no va a regañarte, el pobre está preocupado por ti. Ve y habla con él y quítate esa idea de irte. — Aconseja.— Eres muy valiosa como para perderte tan pronto. Anda, ve con él.

— De acuerdo.— Respiré profundo y me levanto con valor del suelo. Pero no pasaron dos segundos y automáticamente me heché nuevamente el piso.

— No puedo Yoo...

Me quité los anteojos y observé detenidamente a la muchacha sentada frente a mi observando sus manos como si fuesen lo más importante para ella en estos momentos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me quité los anteojos y observé detenidamente a la muchacha sentada frente a mi observando sus manos como si fuesen lo más importante para ella en estos momentos. Kim Haneul ingreso a mi oficina hecha un mar de lágrimas y desde ese entonces preferí darle su espacio con mi silencio para que se desahogara primero.

Half MoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora