29. Viaje

14 2 13
                                    

Hoseok cerró el maletero del auto luego de haber ingresado nuestro equipaje.

Bueno, más equipaje de él que mío.

Cómo me lo supuse mis padres no se tomaron muy bien la noticia de mi compromiso, sobretodo por habérselos  comunicado por una videollamada, aún así, necesitaba prepararlos de todos modos.

Al final mis progenitores aceptaron la visita y organizaron una comida familiar para conocer a Hoseok.

Subimos al auto y emprendimos camino. Me entusiasma un poco volver a Yeoui-dong después de tanto tiempo, pero en estos momentos lo que más me aterra es cómo aceptarán mis padres a Hoseok. Ni hablar de Namjoon, tampoco lo había tomado muy bien cuando se lo conté, justamente hoy en la mañana me llegó un mensaje de su parte informándome que el también va camino al pueblo, lo que quiere decir, que ya debe haber llegado.

Solo son dos horas de camino.

Hoseok por su parte se ve bastante tranquilo aún y a pesar de que le advertí sobre la reacción de mis padres y mi hermano.





— ¿Que tanto me ves?— Pregunta desviando su vista de la carretera.— Me pones nervioso.







Luce increíblemente bien incluso frente al volante, pero ahora no es el momento de desconcentrarme cuando posiblemente vamos a un matadero.







— Por favor ve al frente que nos podemos matar.





— De acuerdo— Obedece regresando su vista al frente— Estas un poco tensa,  ¿Porque no te relajas he intentas dormir un poco?. Son dos horas de viaje






— Hobi, no Puedo. — Bufé mirando por la ventana— A pesar de que no dormí nada en toda la noche, no puedo.







—¿Que tan malo puede ser conocer a tus padres, florecita?.





— No lo sé... — Lo miro— No sé si me asusta ellos o Namjoon.










—¿Hablas de tu hermano?





Asiento.






— Cuando sepa tu apellido creeme que es capaz de armar un Show.







— Nah, cuando le dé a tu hermano de obsequio el cuadro original de la ciudad pintada por uno de los artistas más afamados de Seúl se le pasará, y al contrario me invitará una cerveza.



Rodé los ojos. Ojalá fuera así de fácil.

Apago el motor del auto luego de aparcar en una calle, tanto Hany cómo yo bajamos al mismo tiempo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Apago el motor del auto luego de aparcar en una calle, tanto Hany cómo yo bajamos al mismo tiempo. Me quedo viendo la casa de dos pisos, de ladrillos y maderas de color marrón y lindos ventanales con enredaderas sobre el balcón blanco del segundo piso. También hay plantitas bonitas en los alrededores de la entrada, y casi chillo al ver que tienen una casita para pájaros.




Half MoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora