13. Vergüenza

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— Por fin llegaste.— Recibo un reclamo de mi Roomie quién asoma la cabeza desde la cocina. — Me tenías preocupada.

Cerré la puerta de la casa sin ánimos.

Anoche apenas me tomé unos traguitos de Soju y ahora resulta que esos simples tragos me están matando por dentro. Las náuseas son peor que cuando se está ebrio y los retorcijones de estómagos son una completa tortura, pero lo peor es el martilleo desesperante en la cabeza.

Desperté en la mañana en casa de Yoora y ni me moleste en preguntarle porque amanecí allí cuando obviamente las dos andábamos juntas, aunque agradezco la buena atención que tuvo conmigo a pesar de que no recordamos como fue que llegamos a su casa sanas y salvas.

— Anoche te estuve llamando para avisarte. — Abro el refrigerador y me sirvo un vaso con agua hasta el tope.— No me contestaste y te dejé un mensaje.

— Si, pero nunca me dijistes que ibas a dormir afuera.

Me acabo el agua de un solo y meto la cabeza dentro del freezer para refrescarme unos segundos. Seongji me miraba absorbiendo unos fideos y el simple olor me revolvió el estómago.

— Ni yo sabía que dormiría afuera. Se me escapó de las manos, lo siento.

— Han, — La chica da un par de golpecitos a mi hombro obligandome a sacar la cabeza del freezer y así prestarle atención— Somos compañeras de casa, pero más que eso somos mejores amiga y no me molesta que socialices con otros, al contrario, eso es un gran avance porque ya tienes amigos en el trabajo, pero por favor a la próxima avísame para no tener que llamar a los hospitales o a la policía.

— De acuerdo.— Finjo una sonrisa.

—¿Irás al trabajo?.

— Me doy una ducha rápido y me voy. — Asiento con desgano— Me dieron un permiso solo por dos horas.

Al llegar a mi habitación Suspiro y me quedo viendo la cama tentada a echarme y a olvidarme que tengo una gran responsabilidad como asistente de un diseñador millonario muy reconocido, cuentas por pagar en la casa y una familia que me necesitan con urgencia. La idea de tomarme el día automáticamente pasa a segundo plano al recordar todas las facturas por pagar pendientes.

Negué y me quité el abrigo con el que amanecí abrigada esta mañana y que que por cierto no me pertenece. Sabrá Dios quien será el propietario de dicha prenda costosa, lo estuve detallando y me pregunto a quién de los chicos de la oficina le pertenecerá, dudo mucho que tengan lo suficiente como para comprarse una prenda de la marca Supreme.


 Sabrá Dios quien será el propietario de dicha prenda costosa, lo estuve detallando y me pregunto a quién de los chicos de la oficina le pertenecerá, dudo mucho que tengan lo suficiente como para comprarse una prenda de la marca Supreme

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En la oficina los rumores van de aquí para allá junto con un vídeo que desde mi punto de vista no tiene nada de malo.

Nadie trabaja en Ego's por andar dedicándose al chisme viral del momento, y ni siquiera se toman el valor de respetarme la cara mientras recorro los pasillos hacia mi oficina como acostumbro hacerlo.

Half MoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora