Elliot

15. El pasado no olvida.

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El pasado no olvida.

La casa del bosque estaba a solo unos metros delante de ellos. Tuvieron que apagar sus linternas para no llamar la atención pues era evidente que no podrían defenderse de ninguna manera contra los seres obscuros que no dejaban de darles caza.

Elliot no había dicho una sola palabra desde la confesión de su padre. Se estaba sintiendo extraño por dentro. De alguna manera, jamás había considerado al señor Logan como una persona capaz de asesinar a alguien. Incluso corrió por su mente la posibilidad de que aquel no fuera su progenitor sino su contraparte sombría, sin embargo sabía que eso no era cierto o de lo contrario Ennio y su hermana ya se hubieran dado cuenta.

-El granero está en la parte de atrás pero, ¿Cómo vamos a retirar el primer cimiento sin que nos escuchen?, es decir, literalmente es uno de los soportes que mantienen esa cosa en pie. Se va a venir abajo en cuanto lo quitemos — Hesper era ahora quien dirigía al grupo por ser el único que conocía el lugar casi por completo.

-Una cosa a la vez Hesper — Logan hablo con calma y luego volteó a mirar a su hijo pero este simplemente aparto la vista hacia otro lado.

-Sigan caminando, no quiero ver a esa vaca mórbida de nuevo — Ennio parecía no tener ningún tipo de tacto aun sabiendo que Gloria lucia exactamente idéntica a la hermana de Logan y madre de Hesper. Elsa le dio un golpecillo en el brazo en señal de que se comportara pero este solo se limitó a sonreír cómo si fuese algo gracioso.

Rodearon la casa con suma cautela, siempre agachados para evitar que alguien los viera por una de las ventanas, sin embargo parecía no haber nadie más en los alrededores. Era como si los dos habitantes del lugar se hubieran largado para unirse a todos los demás, dejando su vivienda abandonada en medio del bosque.

Cuando al fin llegaron a la parte trasera, pudieron ver frente a ellos una construcción mal lograda y mucho más pequeña que la casa. Ese era su objetivo, el dichoso granero. Ennio tomó la iniciativa una vez más y avanzó con velocidad hacia su interior, siempre manteniendo su arma en alto y mirando a todos lados en busca de alguna posible amenaza. Pero aun no había rastro alguno de los enemigos.

-Parece que está limpio. En mi opinión, la pareja feliz se ha ido para lamerle las bolas a Libizo como todos los demás de su tipo — Ennio parecía estar bastante seguro de que estaban solos en aquel lugar. Aun así no dejaba de revisar el perímetro cada cierto tiempo con la esperanza de no estar equivocado.

Todos lo siguieron y entraron en el granero. Se trataba de una habitación totalmente vacía con mucha basura en el piso. Las paredes de madera estaban pintadas de rojo deslavado y en su interior se respiraba más polvo que aire. El lugar nunca había tenido el propósito de cumplir su función como un verdadero granero.

Hesper se apresuró a una de las esquinas, particularmente al soporte que sostenía parte de la construcción. Encendió su linterna de nuevo y todos pudieron ver una serie de símbolos pintados en el pilar de madera, habían sido plantados ahí con sangre de animales sacrificados.

-Bingo. Lo encontramos. Ahora... ¿Cómo lo arrancamos? — Ni siquiera Ennio tenía una idea clara de cómo iban a lograr aquella hazaña.

-¿Qué encontraron pastelitos? — Una voz descompuesta sonó detrás de ellos obligándolos a girar súbitamente. Ahí estaba Gloria acompañada de su fantasmal esposo quien estaba temblando como si estuviera a punto de convulsionarse con la mirada clavada en Logan.

Entonces Rosco comenzó a mutar poco a poco en una nube de cenizas para asumir su verdadera forma. Nunca había sido la parte sombra del esposo de Gloria, se trataba de la del padre de Elliot. Para cuando su transformación terminó, no era más que una fiel copia de su verdadero origen. Un hombre alto de ojos cafés como los de Elliot, Incluso sus ropas eran idénticas a las que Logan llevaba puestas, un pantalón negro de vestir y una camisa azul cielo. Por alguna razón más que conocida, parecía más un asesino serial que se acababa de revolcar en el lodo.