27. Violencia (+18)

798 52 4
                                    

A comparación de los otros este ambiente es muy pesado, es como un bosque, cuando llegamos al final, un cartel con 3 caminos distintos es lo que había ahora, en ningún momento solté a Ash

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

A comparación de los otros este ambiente es muy pesado, es como un bosque, cuando llegamos al final, un cartel con 3 caminos distintos es lo que había ahora, en ningún momento solté a Ash.

Trate de caminar lo más rápido que pude cuando vi que los árboles ahora tenían caras y había personas sentadas en ellos, que gritaban por piedad mientras los cuervos los miraban.

Un cuarto grande lleno de todo tipo de lujos de lo que capto mi atención hasta que vi un sillón y en el cassian con una mujer en su regazo, y me miro solo para luego parar a aquella pelinegra.

-Vaya cassian, tú si te la pasas bien - soltó Gehenna, no lo soportaba.

-Sabes que, yo me largo - salí corriendo y tropecé con algo y escuche como mi vestido se rompió, pero no deje de correr, hasta que llegue a donde estaba aquel cartel, seguí derecho, los gritos ya se escuchaban poco, lo que me indicaban que la salida estaba cerca, pero choque con algo, halce mirada y era Auremio, luego Ash salió de las sombras.

-Quiero salir de aquí- les rogué- no se que hago aquí, tengo miedo.

-podríamos enseñarte-hablo Auremio.

-Pero todo tiene un costo - termino Ash la palabra, y sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo.

-¿Qué pedirías a cambio? - pregunte temerosa.

-si te lo digo no seria una sorpresa - sonrió y por primera vez tuve miedo, su sonrisa era amplia y tenebrosa.

La última vez que hice algo así termine aquí, pero... da igual ¿Qué malo podría pasar?

-Acepto - fue lo único que tuve que decir para que ellos se acercaran a mi, un escalofrío recorrió mi cuerpo cuando sentí sus cuerpos calientes muy cerca del mío, Ash bajo su mano hasta mis muslos, y los separo, antes de que pudiera hacer algo Auremio unió mis labios con los suyos.

-n-no -tartamudie, cuando vi que sus manos se dirigieron a mi vestido, y lo empezaron a subir, y mi cuerpo tembló.

Ellos se hagacharon y bajaron mis bragas, sentía sus ojos en mi, y me tape, por pena.

-Eres una maldita diosa griega - dijo Ash y me miro serio.

-y las diosas no son inseguras con su cuerpo - dijo Auremio, y me tomaron de la mano y me sentaron en su regazo, escuche como alguien se desabrocha el pantalón, sabia que no era Ash, por que él me estaba viendo a los ojos.

Sus manos se hicieron un puño en mi cabello y me jalo hacia atrás - Escupe - me exigió, y hice lo que me pidió, luego senti la punta de su polla rosarme, temerosa baje un poco y solté un gemido cuando lo senti, duro y caliente en mi culo, él me tomo de las caderas y me presiono, me tense, pero no fueron solo sus manos las que me presionaban, también las de Ash.

-por favor - le rogué, pero él presiono más duro, tome un gran respiro y afloje el cuerpo. - ¡Ahj! - grite de dolor, y se me llenaron los ojos de lagrimas, era grande lo sabía, y no fue solo una lágrima, se hicieron más cuando me tomo de las caderas y las halzo. - du-duele.

-Tranquila - paso sus dedos por mis labios y los lami, luego los saco, sus dedos se resbalan tan fácil y luego empieza a hacer círculos, luego me penetro, y gemi cuando se detuvo. - mueve las caderas - hice lo que pidió - ¿haras lo que yo pida? - asentí - no te escucho.

-Si... pero por favor no pares - gimoteo.

-arriba, abajo y círculos, eso haras ¿me escuchaste? - no respondí, y empecé a hacer lo que me pidió, dolía, y aunque sentía satisfacción por sus dedos moviéndose el dolor seguía y con el las lágrimas, pero él me beso. - lo estás haciendo muy bien - lo mire a los ojos - si o no.

No podía pensar con claridad, la polla de Auremio me envestidas al mismo tiempo que sus dedos, y aún desconociendo por que lo decía - si - dije con valor.

Agarro mi mano y la puso en su erección que pareció moverse abajo de la tela - quiero que saques mi polla y luego te detengas - susurro y asentí temerosa.

Baje un poco su bóxer y su erección salio a lucir, era grande, muy grande, y tenía un bonito color rosado, ambos me agarraron de las caderas impidiendo que siguiera moviéndome, él saco sus dedos y puso su erección en mi entrada.

-seré rápido ¿esta bien? - lo mire con miedo.

-si no lo quieres hacer dilo, que ahorita dejamos esto aquí- dijo Auremio con la voz cortada, miré los ojos de aquel pelirrojo, ojos que eran rojos como la lujuria, y pude ver una pizca de preocupación.

No aparte la mirada, y agarre sus manos y las aparte, cerré los ojos y me deje caer, abrí los ojos de golpe por el dolor, pero después de unos segundo empecé a moverme de arriba a abajo, cada vez mas rápido, y sentía como el dolor se iba.

Las envestidas eran cada vez más fuertes y ahora ellos me penetraban fuerte y profundo, sentí mis músculos tensarse cuando sentí sus pollas vaciarse y sacudirse, y me corrí.

Ash me ayudo a pararme para luego sentarme en su regazo, entonces saco una pequeña cuchilla corto la mano de Auremio y luego la suya y junto la sangre.

-tomate esto será rápido, se que tendrás dudas pero solo presta mucha atención.

Lami la sangre que tenia en su mano y lo único que pude escuchar antes de que todo se volviera oscuro fue vete yo me encargo de esto, y entonces todo se volvió negro.

-es la muchacha lo único que necesitamos.

-¿y si ellos la reclaman? - no sabia que hacía o donde estaba, pero las palabras salían de mi boca.

-ellos la mandaron aquí, ahora que se abstengan a las consecuencias, se que ella nos ayudará pero no será fácil.

-¿Como sabes que es ella? - hablo otra voz.

-Claro que es ella, estoy 100% segura - esta voz en cambio a las otras era femenina - a sí que ahora, busquenla y traiganla.

-¡Ahora! - grito aquella voz.

Mis ojos se habrieron de golpe, y solo ví a Ash.

-¿Como es que no me duele? - pregunte moviéndome y viendo que ya tenia la ropa puesta.

-al parecer la sangre trabajo como un analgésico - asentí y luego él me beso - lo que dije antes es verdad - hablo nervioso.

-¿de que hablas con esa exactitud?

-Sobre que eres una reyna.

-ohhh, eso, pensé que era broma... sabes - agaché mi mirada.

-No lo es - me tomo del mentón y halzo mi cara - es verdad, eres una Reyna y se te tiene que tratar como tal, por eso tú eres mi Reyna. - me sonroje - eres hermosa, y nunca pienses lo contrario y si te dicen eso, me dices que lo llevo derechito al infierno.

-pero... ya estamos ahí.

No dijo nada, solo me beso.

HELLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora