34. Mojigata

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No podía dormir, me era imposible, a si que me pare y empecé a caminar por el pasillo hasta las escaleras, y ignore que las luces estaban prendidas, cuando baje  vi a cassian sentado leyendo unas cosas.

-Danger -  susurre.

Él me miró- danger - repitió y río por lo bajo.

Me senté junto a él - ¿que lees? - no pude no preguntar.

-Nada importante.

Me senté junto a él, y me puse a ver el pergamino que estaba en la mensa, recargue mi cabeza en su hombro y me quedé viendo a la nada, él empezó a bajar sus manos.

-No - susurre y me aleje.

-No me vengas con eso, que tú ya eres de las que escucha la palabra Sexo y se le te antoja, ¿O eres como las niñatas? Que escuchas la palabra Sexo y se empieza a reír.

Lo mire fijamente, y me acerque un poco a él, pero el fue el que me alejo esta vez, se paro del banco y camino hasta el refrigerador, me iba a parar pero él solo me miro.

-Siéntate - asentí, entonces él saco un poco de hielo y lo puso en un baso.

-que...

-Shht - me calló- guarda silencio - se sirvió wisky y camino hasta la puerta - sígueme- solo necesite que dijera eso, después salí atrás de él, y caminamos hasta la sala en donde me invito a sentarme en el sofá, a su lado.

Dejo el vaso en la mesa de cento. - ¿acaso crees que nunca me enteraría? - lo mire, entonces él puso su mano en mi pecho y me obligó a recostarme - que te follas a mis hermanos - bajo su mano hasta mi short  - ¿acaso crees que no me enteraría? - metió sus manos y roso  mi sexo por arriba de las bragas - pero no te conformas, ya que te follas a los dos, ohh ¿ellos te follan? - se río y entonces metió sus dedos y empezó a rosar mi clítoris -  no sasia tu hambre y los tomas al mismo tiempo ¿no es así? - me penetro y entonces un gemido salió de mi boca.

-Hemlock tiene razón, eres una mojigata, te encanta que te follen dos personas, fue la primera vez... pero no creo que sea la última, y... dime... ¿te sentiste bien cuando mis hermanos te follaron en el maldito infierno? - empezó a hacer las envestidas más rápidas, pero luego los saco.

-Porfavor - le rogué, pero él me ignoro, sentía la necesidad de calmar esto que sentía así que apreté mis piernas buscando algo de alivio, fue entonces cuando empecé a escuchar pazos que se acercaban a mi, intente voltearme, pero cassian me lo impidio tomándome del mentón.

-¿Qué pasa? - me miro - ¿te excitaste con un simple rose? - puso su mano en mis muslos y los separo, y puso su pierna - no, no, no.

Unos susurro hicieron que ambos nos quedáramos quietos.

-Maldito Cassian, solo él baja a la cocina a esta hora - renego, y mi cuerpo se tenso cuando escuché que se acercaba, cassian me tomo de las caderas y se dio la buelta así callendo al piso con migo encima - ahora no le vastan las de la cocina, ahora también la sala - siseo, y me aferre a cassian cuando escuché que ya estaba lo suficientemente cerca, pero solo apago el foco, se alejaron los pasos hasta un punto en el que ya no los escuche.

Solté todo el aire que estaba conteniendo en mis pulmones, él me tomo de las caderas y me senti en sillon, no podia ver nada, mas que la silueta de cassian, pero fue entonces cuando sentí la respiración pesada de alguien en mi hombro.

-Hola caperucita- dijo casi en un susurro, y entonces las luces se encendieron.

-¡Hemlock! -grite sorprendidaa - ¡Cassian! Que hace él aquí? - entonces las luces se volvieron a encender, dejándome ver a Hemlock ya sentado en la otra parte del sillón.

-¿Que pasa caperucita? No te gustaba que te follaran dos personas? - lo mire a los ojos, su rostro lucia normal, pero en sus ojos, estaba enojado, aunque trataba de esconderlo, podía verlo, sus ojos lo decían todo.

Ambos empezaron a acercarse a mi, y de un brinco me pare del sofá - no, déjenme.

Corrí hasta la puerta y los vi de reojo, cassian tenía una sonrisa amplia, mientras que Hemlock solo me veía desde ahí, me sorprende, sus ojos ahora solo reflejan tranquilidad, aunque segundos después frunce el seño en busca de borrar ese sentimiento, y sin más corro saliendo de ahí.


Ya había amanecido, no había podido dormir, todo me daba vueltas, pero aun más Hemlock, ¿por que se había molestado? ¿Por qué sus ojos demostraban eso?

-¿me estas escuchando? - sacudí la cabeza y la mire confundida, ella puso los ojos en blanco y luego sacó una sinta metrica - vengo a tomarte las medidas.

-¿medidas para que? - la mire desconcertada.

-¡surprise! Confía en mi como buena amiga que soy - asentí y ella se acerco a mi, tenía tiempo que no me tomaba medidas... no tenía un pasado del cual estar orgullosa - 45... 68... 70... - susurro y entonces me miro - tienes buen cuerpo, aunque le faltarían unos detallitos que pulir - asentí tratando de que se callara y se fuera. - bueno me voy, te veo al rato ¡chaito!

Me senté y me quedé pensando, no había subido mucho... solo 8.

-Lilith abeces suele ser muy... plástica ¿sería la palabra correcta? - lo voltee a ver, era Shet - no has dormido bien ¿cierto? - asentí - ven vamos al cuarto.

El cuarto era amplio, todo tenía como paleta de colores,  pero apenas cerró la puerta lo que note fue el frío que hacía.

-Hace mucho frío - me queje muriendo de frío. - me dará hipotermia.

-no es para tanto.

Su cama era suave, y las colchas delgadas, lo cual hizo que me desesperara. Pero me recosté y sentí como los ojos me pesaban.

HELLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora