31. por favor (+18)

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Me levanto y siento la cama fría, vacía, por más que busco a Ash con la mirada no lo encuentro, y siento mariposas en mi estómago al recordar lo que paso anoche, recuerdo bailar y cantar la canción de Let me love you, la forma en que sus hermosos ojos rojos me veían mientras la cantaba es simplemente hermoso.

Mi atención se ve atraída por la ropa perfectamente doblada que estaba en el buro, un míni short y una camisa blanca larga, tan encontra de mi voluntad como pararte un domingo temprano, agarro la ropa y voy al closet, el olor a perfume de hombre está por toda la avitacion, veo las camisas y me percato que hay una parecida a la que traigo en la mano a si que sin más me la pongo.

Salgo del cuarto y me sorprendo al ver a Hemlock parado junto al piano.

-¿Qué haces aquí? -no pude evitar no preguntar.

-Mi madre me mandó - asentí, cuando vi que tenía intensiones de salir del cuarto lo llamé.

-oye me puedes llevar a mi casa... no e salido desde que llegue, además tengo que ver a mi amigo. -él me miró y negó con la cabeza- por favor.

-será rápido -  asentí y lo seguí.

Después de caminar por casi 5 minutos, llegamos a la cochera, miré a mis alrededores y vi la cantidad de carros y motos que había en esta, caminamos hacia una Ecosse ES1 Spirit, se de motos por que desde que cumplí los 16 le pedí una a mi padre, pero nunca me la regalo.

Y después de casi 11 días sin ver la luz del sol, se abrió el portón y salimos a toda prisa, este lugar es un desastre, hay basura por todos lados y algunos árboles se han caído, cuando baja la velocidad puedo apreciar mejor lo destrosada que esta la ciudad, me asomo y veo una palmera tirada en la carretera, no se detiene en cambio pasa por un espacio tan estrecho que siento como las hojas de la palmera me rasguñan.

-¿el tiempo en el infierno es el mismo que en la tierra? -aprovecho a preguntar mientras va despacio.

-No, el infierno no tiene hora, no existe el tiempo.

-Si no tiene tiempo como saben que hacer cuando anochece o amanece.

-Para nosotros es un día, al igual que la tierra en cambio pata los castigados un día son 100 años.

El resto del camino fue silencioso, ni él ni yo dijimos ni una palabra, cuando llegue a la casa me aferre a Hemlock, al ver la misma palmera en el mismo lugar - que a pasado aquí...

-lamento decirte que tu padre está enojado.

Paso la esponja por mi pierna así retirando los restos de crema para afeitar, una vez esté en casa de ellos se me hara imposible estar sola, volteo a ver la bañera, la cual apenas se está llenando con una lentitud que hace que me relaje.

Miro la esponja con tranquilidad, y huelo el hermoso olor de el shampoo, desde que estoy con ellos no había tenido tanto tiempo para mi, cierro los ojos y me meto abajo de la regadera, y el agua caliente hace que todo mis músculos se relajen aún más, pero esto no dura mucho ya que siento a alguien abrazarme por la espalda, me volteo rápida y entonces me sorprende ver a Hemlock, el cual me ve y me voltea haciendo que mi espalda toque su pecho, me remolineo pero él no me deja soltarme.

-Sueltame - digo mientras trato de hacer que me suelte -¡Sueltame! -grito dándole de manotazos, él rodea mi cuerpo con una de sus manos y la otra la pasa por mis muslos hasta mi cadera, un escalofrío recorre mi cuerpo.

Suave su mano hasta mis pechos en donde los empieza a apretar, tanto que tengo que morderme el cachete para evitar gritar, cuando por fin me suelta corro hacia una de las esquinas, y trate de abrir el cancel, me volteo para verlo pero el me toma de los brazos.

-Ah - gemi por lo bajo al sentir su erección pegada a mi vientre.

-mirame - dice con la voz ronca, lo ignoro, no quiero mirarlo, el me toma de la mandíbula y me obliga a mirarlo, sus ojos verdes me ven y puedo ver como se oscurecen.

El acerca sus labios a los mío y los rosa, cuando intento besarlo, el se aparta y suelta una carcajada, el besa mi cachete, me revolvi un poco, el ya había creado un patrón.

Besaba mi cachete, luego hacia círculos con su lengua y succionaba, y haci siguió con ese vals de besos hasta mi cuello, en donde sentí succiono aun mas fuerte, sabia que dejaría marca, al igual que sabía que lo hacía por esa razón.

-su -su- suelta- tame- Tartamudeo, tratando de que el no note que todo esto me está ecxitando, el me suelta y entonces corro y abro el cancel y luego hasta la puerta.

El pánico invade mis sentidos, y empiezo a taparme, temblorosa busco las llaves, lo escucho soltar una carcajada y lo miro, y entonces es cuando veo que el las tiene en las manos.

Al ver que el se estaba acercando, me hice hacia atrás y cuando me golpee con la pared, la toalla se me resbalo, mi cuerpo estaba pegado al azulejo, quería que la tierra me tragara, el se acerco a mi lo suficiente como para que nuestros cuerpos estuvieran pegados, y bajo su mano otra vez por mi cintura.

Me mordí el labio cuando vi sus intensiones, mi sexo empezó a palpitar cuando sentí su mano bajar...

HELLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora