Never Say Good Bye

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La química que existía entre Xiao Zhan y Ayanga era hermosa, casi de ensueño. No sólo se basaba en el buen sexo ya que ellos se entregaban completamente en cuerpo y alma a la relación.

A pesar de que la vida no fue generosa con ambos, no significaba que todo sería color gris en sus vidas. Siempre existe una razón de ser para la mayoría de casos y en este caso el propósito era empezar de nuevo.

Si bien ambos experimentaron una dolorosa situación, aquello no los hizo derrumbarse. En cambio, aprendieron una lección que pondrían en práctica. La confianza y el amor propio deben primar en la persona antes de entablar una relación.

La relación que tuvo Ayanga fue linda y hermosa en su tiempo, pero al basarse una relación en mentiras, puede llegar a ser un golpe demasiado duro y difícil de asimilar, pero durante ese proceso tuvo la suerte de tener a su buen amigo Xu Kai acompañándolo.

Técnicamente si hablamos de Zhan, su caso fue diferente; ya que ser rechazado y ridiculizado en frente de medio campus universitario afectó seriamente a su autoestima que estaba levemente quebrada.

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Aquel día nevaba intensamente, Xiao Zhan estaba muy nervioso, ese día citó a Yibo para poder contarle sobre sus sentimientos; pero lo que no sabía él era que se llevaría la sorpresa de su vida.

Mientras esperaba a que llegara, Kristal estaba en una de las gradas con una cámara en una transmisión en vivo, la Universidad tenía una página en donde se comunicaba todos los eventos que se realizan durante el período de estudios.

La maldad de aquella chica marcó el futuro de dos personas, algo que con el tiempo Yibo empezó a cuestionar la posibilidad de haber aceptado sus sentimientos..., tal vez ¿Pudo haber sido feliz?, pero por temor a ser rechazado por la "sociedad" lo trató de la manera más cruel.

Sólo debía decirle que no aceptaba sus sentimientos, pero en cambio le destrozó con las palabras más duras y crueles sabiendo perfectamente que en esta sociedad no había problema si eras homosexual o no, ya no importaba porque el tema de hoy en día era la manera de sobrevivir y buscar trabajo, actualmente había escasez de ello y el desempleo era el pan de cada día.

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Xiao Zhan decide salir de la casa para caminar, con una bufanda y un gorro cubriéndolo, sólo se podía admirar sus hermosos ojos, observa caer los copos de nieve, atrapando algunos en su mano.

La belleza de los copos de nieve que vemos cada cierto tiempo, así como sus hermosas formas han sido utilizadas en leyendas y algunos proverbios en diferentes culturas. Cada día que pasaba, Xiao Zhan empezaba a soltar todo aquello que guardaba, recordó que existe un proverbio en donde Zen afirma: "Un copo de nieve nunca cae en el lugar equivocado"; o lo que es lo mismo "nada sucede de manera fortuita".

Era consciente de lo que sentía por Ayanga y no dudaba de lo que sentía por él, siete años de relación no es poquito; aquel joven lo cautivó de la forma más hermosa, a pesar de que el pelinegro siempre se mostró reacio a comenzar una nueva relación, al final no pudo y cayó ante aquella persona, dulce y cariñosa.

Aprendió que antes de amar a otra persona, debes amarte a ti mismo y debes sanar las heridas para poder entregarte completamente. Debes tener amor, para dar amor.

Cuando se percató de sus sentimientos hacia Yibo, tenía ciertas dudas y no tenía intención de decir nada hasta estar seguro; pero la lengua hábil de Kristal lo engaño y cayó en su trampa.

Pensó que tenía buenas intenciones de ayudar, pero como dicen, «de buenas intenciones está el camino al infierno», descubrió al tiempo que Kristal estaba con Yibo por su dinero y la forma de obtener acceso era mediante un compromiso. Mostró las evidencias al castaño, pero este en cambio terminó por matar lo poco que tenían de aquella amistad y a partir de ese día, decidió romper toda relación con ellos.

Aunque siempre se preocupaba por el bienestar de su amigo, pero como dicen «no hay peor ciego que el que no quiere ver» y tomó la decisión de cerrar el ciclo definitivamente.

-¿Qué haces aquí?. No se supone que estabas en Canadá. -Yibo miraba con ojos furiosos a Zhan-

-Vengo a entregarte esto. -entregando unos audios donde Kristal hablaba con Wen Han sobre su plan-.

-¿Piensas que voy a creer en esto?, perdiste tu tiempo. Conozco a Kristal mejor que tú.

-¿Estás seguro?, entonces escucha y después saca tus conclusiones. -cruzándose de brazos-.

-Pudiste manipular el audio. Siempre tuviste envidia de ella, incluso cuando se acercaba. Es mejor que te vayas por donde viniste. -se dirige a la puerta-.

-sujetando su brazo- Escúchalo, por favor. -suplicaba el pelinegro-. Sabes que nunca te mentí, siempre fui sincero contigo.

-empujando con mucha fuerza-. No me toques, LÁRGATE, y no vuelvas. No quiero saber de tu existencia.

El pelinegro había caído al suelo y se había lastimado la mano, siseo de dolor, pero solo se mordió el labio para no llorar. El castaño se percató que Xiao Zhan estaba lastimado y se acerca para ayudarlo, pero antes de poder levantarlo, se apresura y levanta, le dedicó una mirada indescifrable.

-Bien, entendí. NUNCA debí venir, soy un imbécil... -masajeando su mano-. Me iré y nunca regresaré. Espero que al final no te arrepientas. Adiós.

Antes de retirarse, se detiene en la puerta, el castaño aprovecha la oportunidad y habla.

-Espero nunca volver a cruzar caminos contigo, y de darse el caso. -mirándolo a los ojos- no me dirijas la palabra.

-Adiós Wang Yibo. -cerrando la puerta-.

-Adiós Xiao Zhan. -en un susurro, casi imperceptible-.

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Habían transcurrido 10 años, estaba felizmente comprometido con Ayanga, los preparativos para la boda estaban cerca. Con una carrera en administración de empresas fue contratado en una de las sucursales de las empresas Wen, que se encontraban en Canadá, pero por cosas del destino debía regresar a China, se necesitaba de su presencia para reemplazar al administrador de la sucursal en China, además de ser el mejor capacitado.

Ayanga debía quedarse en Canadá por su trabajo, era médico y director del hospital, hasta no encontrar un reemplazo no podía dejar su puesto, estaba un poco triste porque no podría ver a su prometido por 6 meses, después de ese tiempo tendrían que terminar algunos asuntos y se casarían