Never Say Good Bye

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Xiao Zhan sólo sabía por el hospital que podía dar vida, pero Ji Li averiguó el secreto de Ayanga.

Cuando le contó al pelinegro sobre la información que encontró, no podía creer aquello; Ayanga siempre lo cuidó y su relación siempre se basó en la confianza y el respeto mutuo... o eso creyó todo el tiempo.

¿Acaso nunca podría ser feliz?, estaba destinado a ser el hazme reír de todos.

Decidió no sacar conclusiones sin antes hablar con Ayanga, el pelinegro no se dejaba llevar por pruebas, siempre debía corroborar antes de juzgar; pero al parecer su intuición estaba en lo correcto.

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Unos días antes decidieron ir a vivir a Italia una temporada muy larga para olvidarse de todo por un momento y pensar en lo que harían de ahora en adelante; además Victoria necesitaba empezar los preparativos para el lanzamiento de su nueva colección. Ji Li trabajaría en lo que era bueno, investigando a los posibles patrocinadores y evitar que los detalles del evento se filtren.

Xiao Zhan decidió apoyar a Victoria con diseñar la colección, y accedió a la petición de la joven para que modele aunque sea una sola vez un traje en la pasarela; pues sería algo beneficioso para todos, ya que el pelinegro se distrae un poco y Victoria podía trabajar en lo que realmente siempre quiso.

Obviamente con la condición de que sería por única vez, no le gustaba ser el centro de atención.

La belleza de Xiao Zhan atraería mucho a los posibles patrocinadores, como la abeja en busca de la miel, y aquello era lo que necesitaba Victoria, pues sabía de sobra que varias personas del bajo mundo estarían interesados en él.

Nunca pondría en riesgo a Xiao Zhan y mucho menos en su estado, designó un guardaespaldas que era su hombre de confianza, Liu HaiKuan el cual era el indicado para el trabajo.

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La hermosa Victoria reveló su identidad al pelinegro y ella fue quién le contó sobre Ayanga, no era tonta y absolutamente nada escapaba ante sus ojos.

Tantos años en el negocio y su sentido de percepción se agudizó completamente.

Cuando se reencontró con Ayanga y platicaron sobre su prometido, se dio cuenta al instante que era muy parecido a Sunny, por eso decidió alejarse definitivamente de él.

Sabía que nunca tendría oportunidad y era mejor retirarse antes, pero por casualidades del destino se encontraron ambos y al saber su trágica historia lamentable, sintió la necesidad de contarle todo y protegerlo.

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Estaba decidido a empezar de cero, pero la diferencia sería que esta vez no estaría solo... ya que tendría el apoyo de Ji Li y Victoria, y además tenía un motivo más para hacerlo... el pequeño ser que crecía.

Por lo menos, esta vez tenía que agradecer a Yibo, algo bueno hizo esta vez.

Por ese motivo el pelinegro decidió irse con los hermanos a Italia, pero antes habló con Wen Qing y renunció a su trabajo formalmente.

Siempre mantuvo contacto con su única amiga, pues ella siempre lo cuidó como si fueran hermanos, y su relación se mantiene desde la época de la Universidad.

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Xiao Zhan estaba agradecido con la vida, tenía una hermosa niña de 8 años que era su adoración, estaba trabajando en lo que realmente le hacía feliz, dibujar.

Aunque al principio fue un poco difícil, pues era alguien que recién empezaba, y debía hacerse de un nombre... nunca se rindió.

Siempre ayudaba a Victoria con su colección y a la vez ella lo entrenaba para que pueda defenderse y no dependa de nadie.

Aquella persona débil y tonta ya no existía, fue muy bien entrenado.

Sabía sobre Kristal y todos sus negocios sucios y turbios antes, pero nunca llegó a imaginar que era demasiado grave el asunto; por ello siempre se mantuvo fuera del radar de la psicópata, pues si fue capaz de matar a Sebastián y hacer pasar a su hijo como suyo... no sería capaz de tener piedad con él por tener una hija de su esposo.

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-Amor, no quiero que vayas... siento que no es buena idea que vayas sólo... Mandemos en tu representación a Wen Han.

-No te preocupes Kristal, además fueron claros y pidieron mi presencia. -acariciando su mejilla-. No demoraré mucho. Regresaré pronto. -besando su frente-. Cuida a nuestro hijo.

-Está bien, esperaré paciente aquí con nuestro hijo. Buen viaje. -sonriendo-.

-Adiós.

El castaño no sabía que ese viaje traería muchas sorpresas en su vida...

-Yibo, Yibo, Yibo muy pronto te encontrarás con el estúpido de tu amante. -sonriendo-. Pero en el infierno. Mientras tanto cuidaré de mi premio -mirando al niño-. Realmente hice bien mi jugada esta vez, sólo porque te considero mi hijo estás vivo.

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El castaño estaba abordando el avión tranquilamente, pero de repente empezó a sentir algo raro... como si fuera un mal presentimiento.

-Jefa el objetivo ya está en el avión.

-Perfecto, mantenme informada.

-Pero ... ¿Por qué no detenemos el accidente ahora?.

-mirando seriamente a Yu Bin- ¿Realmente piensas que nos creería?... -masajeando su cuello-. Si cuando Xiao Zhan le enseñó las pruebas no creyó, de hecho... ni siquiera se tomó la molestia de revisar... ¿Acaso nos va a creer?. -levantándose de su asiento-. Piensa detenidamente, si ocurre todo tal cual lo planeó Kristal, no quedaría duda alguna de quién mandó a ejecutarlo. Por ese motivo, pedí una ambulancia en caso de una emergencia.

-Entiendo jefa, usted es muy sabia.

-sonriendo-. Deja de alabarme y mantente concentrado en la misión.

-haciendo un puchero-. Discúlpeme jefa, pero tengo otra duda.

-Habla.

-rodando los ojos-. ¿El señor Xiao sabe algo?.

-Sí, sabe que vendrá... pero se mantendrá al margen de todo.

-Uhmm. ¿En serio?

-No te confundas Yubin, del joven dulce e inocente no queda nada... es prácticamente otra persona.

-Aunque sólo con los demás, porque con usted se muestra cariñoso. -guiñando un ojo-.

-Jaja, hay Yubin. No te confundas, no te dejes engañar por las apariencias.

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Wang Yibo decide mandar un mensaje a su hijo antes de que el avión despegue.

«A Chung cuídate mucho y hazle caso a tu madre, no hagas travesuras. Te amo.»

A los pocos minutos recibió un mensaje de su hijo, estaba feliz y no lo negaría, pero una parte de él seguía extrañando al pelinegro.

Después de aquella vez que terminaron mal las cosas entre ellos, no pudo contactarlo...

La pena y el dolor estaban consumiendo al castaño, incluso intentó quitarse la vida pero ni eso pudo hacer, era demasiado cobarde.