9

153 32 3
                                        


Bingo, ese fue el detonante. El castaño no aguantó más y empujó al pelinegro en el cubículo y cerró la puerta.

En realidad aquel cubículo no era el baño, el castaño compró aquel edificio hace un tiempo y planeó todo para que el pelinegro cayera en la trampa.

Estaban en una de las instalaciones del centro comercial, pero existía cierto sector que Wang Yibo mandó arreglar, prácticamente era su escondite para alejarse de su esposa y del mundo. Pero como siempre Kristal sabía todo y aquel lugar no era la excepción.

El lugar estaba limpio y tenía la apariencia de ser un cuarto de hotel de 5 estrellas.

-Este lugar no es frecuentado por nadie, está en "mantenimiento". Puedes gritar todo lo que quieras. -mirándolo lascivamente y relamiéndose los labios-. Además, si te diste cuenta -señalando todo- Esta habitación es a prueba de ruidos. -lamiendo su cuello-.

A estas alturas el pelinegro estaba acorralado.

Aún se encontraban parados a escasos centímetros del mueble. El castaño sujetaba la cintura con sus dos manos y meneaba la cadera, haciendo temblar al pelinegro.

Diablos, qué era lo que estaba permitiendo Xia Zhan a Wang Yibo, a estas alturas estaba perdiendo ante el castaño.

-Yibo, espera. -colocando su mano en su pecho para detener su avance hacia él-. Por favor, déjame ir. -suplicaba con ojos llorosos el castaño-. Esto no está bien, eres un hombre casado.

-No, Zhan. No pienso dejar pasar esta oportunidad... aunque termines odiándome, no voy a dejarte ir sin antes demostrar lo equivocado que estas. -acariciando sus mejillas-. Estoy tramitando los papeles del divorcio. -besando su frente-. Pronto estaré libre y podremos tener la vida que siempre anhelamos.

-Mientes Yibo, tú no puedes sentir amor a estas alturas del partido. Solo haces esto por egoísta. -sollozaba-. Si alguna vez me consideraste, déjame ir, por favor. -las lágrimas se escaparon y su voz se quebró-. ¡Estoy comprometido Yibo! ¡No me hagas esto!.

-Te amo Xiao Zhan, perdóname por lo que te haré... pero es necesario.

♡▪︎•♤▪︎•♡

Gemidos y jadeos se escuchaban a diestra y siniestra, la ropa y zapatos salieron sobrando en ese encuentro caliente y llenó de pasión que desbordaba los amantes.

Aquellos sentimientos que se guardaron durante años, salieron a relucir.

-¡Ahhhh!.. Yiboo... no te detengas... ¡Mmmmm!

-Zhan, estoy por llegar... ¡AHHHH!... mierda eres demasiado apretado...

-Cállate... ¡Ahhh! -mordiendo su labio inferior y jalándole el cabello al castaño-.

-Grita, no te contengas... quiero escuchar tu hermosa voz. -mordiendo sus pezones-.

-¡Yiboo.. ahhh... esto está mal.... Mmmm. Tú estás casado.... ¡Ahhh!... siiii hay por favor.... Ahhhh.... ¡Más rápido! -trataba de acelerar el ritmo-.

-Zhan, serás mi muerte.... Uhmmmm.... ¡Ahhh!

-Ya no puedo más, me vengo...

-No te contengas. Córrete para mi. -agilizando sus caderas para llegar al orgasmo-.

De un momento a otro el pelinegro se corrió intempestivamente, dejándolo en un éxtasis inimaginable. Minutos después el castaño llegó, derramando su esencia dentro del pelinegro.

-¡Ahhhhhh!... Zhan te amo. -besando su cuello y marcándolo-

El pelinegro no habló ni dijo nada, sólo jadeaba de placer y envolvía sus brazos al cuello del castaño.

Se les olvidó completamente todo, estaban todavía unidos y jadeaban por el cansancio. Con un beso lleno de amor y deseo llegaron al cielo, literalmente.

Lo hicieron de diferentes formas hasta saciarse las perras ganas locas que ambos se tenían, tanto que el castaño ató sus manos y lo colocó en cuatro, golpeaba las nalgas del pelinegro como si fueran tambores, a Xiao Zhan le excitaba eso, y sabía muy en el fondo que era masoquista. De hecho nunca jugó así con Ayanga, era la primera vez que hacía eso y le encantó.

La tensión sexual fue liberada después de 5 meses conviviendo, el pelinegro se compuso rápidamente y como si su suerte fuera peor, su celular sonó.

Un mensaje de Ayanga había llegado para recordarle que fue infiel y traicionó a la persona que le dio felicidad; un llanto lastimero salió de los labios de Xiao Zhan.

El mensaje decía: «Te extraño tanto, que cuento las horas para estar juntos como esposos. Te amo mi lindo conejito»

♡▪︎•♤▪︎•♡

Xiao Zhan se levanta del mueble colchón y siente un dolor en su parte baja, pero aún así decide salir de ahí. Justo cuando estaba por tomar su ropa, una mano lo detiene.

-¿A dónde vas?, ¿Crees que podrás caminar después de lo que hicimos?. -sonriendo-.

-Yibo, fue necesario humillarme de esa manera. -sollozando-. Te pedí que pares y no me escuchaste, ¿Sabes en lo que me convertí en estos momentos?. ¡¿TIENES ALGUNA IDEA DE COMO ME SIENTO?!

-limpiando sus lágrimas- Déjalo Zhan, quédate conmigo.

-¿Quieres que sea tu amante?. -vistiéndose lo más rápido-.

-No Zhan, espera. -abrazando por la espalda-. Dame tiempo, estoy tramitando todo... sólo te pido tiempo.

Una risa amarga se escuchó, no podía culpar de todo al castaño, ambos tienen culpa. Debió evitar a toda costa quedarse a solas con el castaño.

-Sr Wang, espero que lo haya disfrutado, al final ganó, obtuvo lo que tanto quería. -dirigiéndose a la puerta-. Porque será la primera y única vez que estaremos en una situación así.

♡▪︎•♤▪︎•♡

Aún seguía perdido en sus recuerdos nuevamente, hasta que una voz lo sacó de ese momento hermoso que tuvo con el castaño.

Era mentira, nunca se arrepentirá de lo que hizo, pero la conciencia es tu peor juez, siempre estará ahí para recordarte su error.

-!!Xiao Zhan¡¡

-Perdón, ¿Qué pasó?

-Eso mismo quiero saber, ¿Qué tienes?. Estás perdido desde que empezamos la reunión. -inquirió Wen Qing-. Acaso te hizo algo la zorra de Kristal.

-No, no tengo nada... sólo que extrañó a Ayanga.

-Bueno, respecto a eso. Si gustas puedes regresar hoy mismo. Parece que tu presencia ya no se requiere aquí. Hiciste un buen equipo con Wang Yibo.

-¿En serio?... -si tan sólo esta noticia hubiera llegado hace una semana- . Entonces iré a arreglar mis cosas.

-Te voy a extrañar mucho. Prométeme que nos llamaremos más seguido.

-Te lo prometo.

♡▪︎•♤▪︎•♡

Saliendo de la empresa se dirigía a su hotel, desde ahí podía llamar y reservar un vuelo para Canadá. Estaba perdido en sus pensamientos y no se percató que alguien estaba en la habitación.

-Necesito un vuelo para hoy en la noche. Claro, entiendo... no importa si es de segunda clase.- suspirando-.. Gracias, esperaré su llamada.

-Pretendes irte y dejarme solo. -habló el castaño desde la puerta-.

Never Say Good ByeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora