Flashback...
Aquel día nevaba intensamente, Xiao Zhan se dirigía a su departamento, quería hacerse invisible porque no podía asimilar todo lo que dijo Yibo, odiaba que doliera tanto.
No pasó mucho tiempo y un sonido en la puerta lo alertó, sabía quién podría ser y no quería dar explicaciones a nadie, no le gustaba dar lastima.
El pelinegro vivía con Ji Li y era él único que tenía llaves del departamento.
Decidido a no mostrar su patética apariencia que tenía en ese momento, se dirige al baño y cierra con seguro, empieza a llenar la tina con agua y coloca esencia de manzanilla para relajarse y calmarse.
Quería que este día no existiera.
Se sumerge al agua tibia y empieza a masajear su cuerpo, enseguida su mente se calma un poco y Morfeo empieza aparecer.
Se quedó cinco minutos dormido, pero se estremeció cuando una mano empezó a tocar su cuello sutilmente, arrancando un gemido bajo, el pelinegro pensaba que estaba soñando y sólo se dejó hacer.
No podía ver nada ya que estaba con un antifaz, entregándose a la lujuria que pensó que sólo en su mente se estaba dando no se controló y gimió más alto.
Para ese instante el desconocido estaba masturbandolo y preparando a la vez su entrada, mientras depositaba besos en su cuello y de vez en cuando jugaba con sus pezones utilizando su lengua.
El tipo ya estaba sumergido en la bañera y se colocó frente al pelinegro, este último como reflejo se abrazó al cuello del castaño y se dejó hacer.
-Uhmm... duele. -hablo el pelinegro-.
-Shhh... prometo que no dolerá. -susurrando a su oído-.
-¡¿Quién eres?!... mmmm.... Tú voz me resulta familiar... ¡Ahhh!... si hay, por favor. -aferrándose al cuello del castaño-.
-besando su cuello-. Es una disculpa por lo que te hice hace rato.
-Esto debe ser un sueño... mnnnm... se siente tan real... uhmmm... Por favor ten piedad, es mi primera vez haciendo esto en mis sueños.
-No es un sueño. -marcando su cuello-. Soy yo, Yibo.
El pelinegro se alejó un poco y se levantó el antifaz, no podía articular palabra alguna.
-¡Ahhh!... bastardo, déjame... -se mordía los labios para no gemir por el inmenso placer que el castaño le daba.
-No pararé Zhan Zhan, tú despertaste a la bestia, debes hacerte responsable de tus acciones.
Alineó su miembro en el agujero del pelinegro y obligó a montarlo sin cuidado alguno.
-¡NO!, ¡BASTA YIBO... DUELE!.
-Mmmmm, te gustan las pollas ¿Verdad?... ¡Ahhh! aprietas muy bien, incluso mejor que una mujer.
-Piedad Yibo, me estás lastimando. ¡Ahhh! -llorando y clavando sus uñas en la espalda del castaño-.
-No habrá piedad, te enseñaré porque no debes debes estar con un hombre.
Yibo cargo a Zhan y lo depositó en la cama bruscamente, empezó a darle duro y sin parar, llegando al extremo de hacer que sangre, al ver aquello se retiró.
El pelinegro tenía la mirada perdida, no lloró ni se quejó, sólo se hizo un bollo.
Yibo decide cambiarse y arreglarse, una vez listo decide retirarse sin mirar a Zhan.
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Cuando terminó de contar su relato el pelinegro, Ji Li no podía creer lo que le hicieron, de algo estaba muy seguro y era que destruiría a Wang Yibo.
Ji Li siempre fue una persona tímida al igual que Xiao Zhan, pero la diferencia entre ellos era que el pelinegro tenía la facilidad para hacer amigos y todos se acercaban a él, ya que el aura que emanaba atraía a todos, aunque siempre prefería andar al lado de Wang Yibo.
Mientras que él siempre andaba sólo porque todos pensaban que era un tonto y raro por sostener siempre un abanico en sus manos.
Sólo lo veías con su abanico todo el tiempo, cuando jugaba fútbol, en el taller de actuación, incluso cuando daban examen y los profesores no sabían qué hacer para que dejara ese abanico tranquilo un minuto.
Xiao Zhan siempre lo cuidó y formaron una amistad única, eran como hermanos; nunca lo rechazó ni criticó.
¿Quién pensaría que años más tarde los papeles se invirtieron?.
Ahora él debía cuidar del pelinegro y devolver todo lo que hicieron por él hace tiempo, nunca supo la razón por la cual de un momento a otro desapareció el pelinegro.
Hasta ahora...
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Ese mismo día que dieron de alta deciden ir a vivir a casa de su media hermana Victoria y dejaría temporalmente su trabajo en las empresas Wen, ya había mandado a su mejor amiga un mensaje explicándole todo para que no se preocupara.
Al principio Xiao Zhan no quería hacer eso, pero por razones de fuerza mayor decide retirarse y esconderse del radar de todos, sobre todo del castaño pues unas semanas después se destapó la olla de sapos que ocultaba y nadie saldría bien librado.
♡▪︎•♤▪︎•♡
Unos dos meses después se enteró de algo que dejó en shock a el pelinegro, pues era la primera vez que escuchaba sobre ese tema.
De hecho no tenía idea de ello, hasta que decide atar cabos y pregunta directamente a Ayanga, pues él conocía perfectamente su condición y nunca se lo mencionó.
-Zhan Zhan. -sonriendo-.
-Hola Ayanga. -mirando seriamente-
-... Te busqué en tu departamento, pero en la recepción dijeron que te habías desocupado y ya no volverías. ¿Pensé que te había pasado algo?. ¿Por qué no llamaste?. ¿Estaba preocupado?.
-Ayanga, si te preguntara algo, ¿Me dirías la verdad?. -analizándolo con la mirada-.
-Siempre fui sincero contigo, no veo porque no lo haría ahora.
-¿Estás seguro?. ¿Nunca me ocultaste nada?.
No le gustaba para nada lo que preguntaba el pelinegro.
-A qué te refieres exactamente.
-suspira-. ¿Sabías algo sobre mi condición de dar vida?... en pocas palabras tengo la posibilidad de concebir un hijo.
Ayanga se volvió pálido como una hoja de papel, sabía que el pelinegro se enteraría en cualquier momento y comprendería si deseaba matarlo, no se lo impediría.
Porque además de esconder sobre su condición, también oculto algo que sería capaz de destruir lo poco que quedaba del pelinegro.
Aquello que tanto evitó, al final se descubriría y en el peor momento...
Cuando acababa de decirle la verdad, aparece una hermosa mujer con un niño que tenía la misma apariencia de Ayanga.
-Papi
-...
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Never Say Good Bye
General FictionEran amigos desde la infancia, todos tenían envidia de su amistad, incluso existieron personas que quisieron separarlos, pero nunca pudieron hasta que llegó Kristal y todo cambio. Las intrigas y malos entendidos hiceron fragmentar la relación de año...