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JUNGKOOK

Llegué a la casa y corrí como un loco desesperado, entré y fui a por el collar.

—¿Dónde mierda está? —busqué entre el papeleo del mueble de mi despacho.

Nunca creí que aquel maldito collar sirviera para algo, lo metí allí y lo olvidé por completo así que había documentos encima de él. Al fin lo encontré y salí hacia las escaleras para subir a la habitación donde estaría ella, las subía de dos en dos, de tres en tres. Estaba allí y necesitaba de mi ayuda, no sabía lo que me encontraría. Mi cuerpo estaba enfermo por mis pensamientos negativos.

Di una patada a la puerta y entré de golpe, todo estaba en silencio y no había nadie. Entré en el interior y lo paseé por todos lados, ningún rastro de Shayni. ¡Mierda! ¡Joder!

Bajé a la planta baja y lo mismo, ni rastro de ella. Salí a la calle y me planté en mitad de ella sin resultado, no entendía que es lo que estaba pasando ¿Le habría hecho daño? 

En ese momento apareció Shayni, venía de la parte trasera, sus ropas estaban sucias y sus manos llenas de sangre. Salí corriendo hacia ella y la abracé, por su debilidad su rostro lo descansó en mi pecho.

—¿Qué ha ocurrido? ¿Te encuentras bien?

—Creo que la he matado...

La separé de mí y sus ojos vagaban sin ponerlos fijos en ningún lugar.

—No digas tonterías, tú no le harías daño ni a una mosca —me miró.....por primera vez me miró.

—Hay algo feo en ésto Jungkook, y todos nos quemaremos en el infierno, en ese maldito infierno del amor no correspondido.

La miré impresionado por escuchar mi nombre con ese tono inquisidor y esa palabrería rara en ella.

—¿Sabes quién soy? —le pregunté con miedo.

—Claro que lo sé, soy la mujer que anhela hacerte mío a todas horas ¿Cómo se me iba a olvidar quién eres? —lanzó una risa fuerte y yo la empujé al suelo donde cayó emitiendo un grito de dolor.

—¡Dime dónde está Shayni o juro que te mataré!

Sin decir nada, sin yo saber cómo lo hizo desapareció.

¡Joder! Que frustrante eta todo, se convertía en la persona que quería en el momento que le daba la gana, nunca creí vivir una situación tan irreal en mi vida.

¿Dónde demonios estaría Shayni? Corrí hacia la parte trasera y recorrí el lugar dando vueltas sobre mis pies, todo era poco creíble y me estaba creando un estado de ansiedad, nos habíamos visto envueltos en un mundo imaginario que nunca creí que pudiera existir.

En ese momento apareció el hombre de negro ante mí, y nunca creí que diría que me alegraba enormemente de verlo.

—Jungkook ella está escondida en el cobertizo, yo paré al ser del pasado para que no la matara, pero necesita que le pongas el collar ¡Date prisa!

Respiré hondo y paré un breve momento hasta que pude asimilar lo que me decía.

—¡Gracias por todo! —le grité mientras corría hacia donde él me dijo.

—¡¿Cariño dónde estás?! —dije desesperado buscando en el interior, y allí estaba echada en el suelo a un lado.

Se veía medio inconsciente, me miraba pero no podía hablar.

Me agaché para mirarla y había sangre en el suelo, toqué su cuerpo por todos lados y me di cuenta que no había heridas graves aunque se veía bastante afectada por una pelea.

Me senté a su lado en el suelo y la levanté para incorporarla un poco.

Le puse el collar verde y la abracé a mí, ella echó su rostro en mi pecho sin ganas y débil.

Tenía sangre en sus manos y se las limpie con mi camiseta, se quejaba cada vez que sentía la tela pasar por sus heridas.

—¿Qué es lo que a ocurrido para que estés de éste modo? —le dije con dolor.

—Creo que soy una marioneta que todo el mundo maneja a su antojo —dijo con dificultad.

—No te entiendo —le dije acariciando su pelo.

—¿Te has divertido conmigo? Jungkook.... ¿Ese es tu nombre, no? El que tanto querías oír de mí, no puedo creerlo —intentó separarse pero estaba débil y no podía.

Lo sabía todo, Adele ¡Maldita!

—Puedo explicarte, todo fue una gran estupidez  de mi parte que no tiene perdón, cariño.... —emitió una débil risa.

—No vuelvas a llamarme de ese modo, quiero ver a Jonsuk, él tiene que venir a por mí — empezó a llorar.

¿De verdad creía que mi hermano no tenía nada que ver en ésto? Sólo sabía que yo no era quién debía ser, ya tenía miedo de lo que estaría pensando de mí, pero si le contaba para que supiera que mi hermano estaba detrás de todo sabría de mi implicación en toda ésta farsa, sabría que cobré dinero por estar a su lado. Ella seguía llorando sin fuerzas para levantarse.

La pegué a mi pecho y la cogí entre mis brazos, tenía que  llevarla a nuestra habitación y curarle las heridas.

Entré en la casa y la subí para meterla en la cama, no decía nada, estaba tan callada que me tenía en un sin vivir.

—Shayni tengo que desnudarte —con las veces que la había desnudado y todo se volvió diferente, tenía que pedirle permiso.

—¡No te atrevas a hacerlo! —ya hablaba algo más duro, el collar estaba haciendo su trabajo, le daba la energía que necesitaba.

La miré triste, no sabía ni que decirle.

—Shayni puedes pensar lo peor de mí, pero tengo que decirte que lo que yo he vivido contigo lo hice con sentimientos —suspiró molesta al escuchar mis palabras y se alzó a mirarme.

—Eres tan distinto a Jonsuk, no sé cómo no pude darme cuenta de eso ¿Cómo mierda no pude? —dijo enfadada— ¡Por dios que he engañado mi esposo! —dijo desesperada

—Oye que mi hermano no es un santo —dije molesto, si ella supiera no hablaría de ese modo — además yo creo que siento algo por tí —tenía que decirle lo que llevaba pensando en mi interior desde hace unos días.

Me miró impasible y se sentó en la cama con algo de dificultad.

—Te tengo una noticia que acabará con tu tonta declaración —enterarse de todo la había vuelto demasiado fría— nuestro encuentro está condicionado por unos collares que pertenecen a otras personas, así que nuestro fogoso....—paró por un momento para poder encontrar en su mente lo que decir— eso es, nuestras calientes y pasionales circunstancias son todo mentira. Y ahora vete llamaré a mi esposo que es el que tiene que estar a mi lado.

—Él no es quien crees, el también.....

No dejó que siguiera.

—Mira.... Jungkook —dijo mi nombre con tanto desprecio que me dolió, siempre lo había dicho en momentos tan íntimos y con tanto cariño que ahora me había hecho daño— no quiero volver a verte y necesito descansar —dijo frotando su cabeza— estoy tan impactada y siento tanto dolor por mi cuerpo que no quiero pensar en nada, lo único que sé es que quiero que desaparezcas de mi vida y que Jonsuk...mi verdadero Jonsuk vuelva.....

Sus lloros volvieron a aparecer y el desprecio que sentía en éste momento por mi hermano se intensificó............

Profecía JK II. Salvación ( + 18 )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora