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NARRADOR

Jungkook llegó a la empresa de su hermano con  buena actitud después de todo, al entrar pudo ver que había por allí muchas mujeres bonitas cómo empleadas. Vaya con su hermano, tenía buen gusto.

Sus andares algo sensuales hicieron que todo el mundo volteara a verlo, no estaban acostumbrados a que Jonsuk fuera de ese modo tan sexi como estaban viendo en ese momento.

Llegó Jungkook hasta una pequeña mesita que se encontraba al lado de su despacho y pudo ver a una chica muy guapa sentada.

—Buenos días Jenny —dijo él todo natural, ya sabía que sería su secretaria.

Ella levantó la mirada y una gran sonrisa se dibujó en su rostro. Él hizo lo mismo.

—Señor Jeon me alegro que haya vuelto —le decía mientras salía de su mesa y se ponía frente a él.

—Gracias....¿Ha llegado el señor Min? —necesitaba a Yoongi desesperadamente, él lo ayudaría en todo.

—Si...lo espera dentro —se volvieron a sonreír y se fue hacia su despacho.

Al abrir se encontró con el que había hablado infinidad de veces por teléfono los últimos días.

—Hola Yoongi.

—Hola Jungkook.

Se sentaron los dos y empezaron a trazar los asuntos en los que tenían que trabajar en los próximos días.

Jungkook no tenía nada de tonto, además sabía de todos los pormenores del negocio porque desde niño se había criado en ese ambiente con sus padres.

Pero aún así necesitaba de Yoongi, porque él sabía aún más que él.

Trabajaron duro y ya era tarde, se había hecho de noche.

—Estoy sorprendido por lo bien que lo has llevado todo Jungkook —le dijo su mano derecha.

—Si no llega a ser por tí yo no hubiera podido resistir el día de hoy....ha sido agotador —se echó hacia atrás en la silla cansado.

—Quiero decirte que no estoy de acuerdo con lo de tu hermano —dijo Yoongi serio— Shainy no se se merece que la traten así, cuando la conozcas mejor te darás cuenta lo especial que es.

Jungkook pensó que sí que era especial, ya se había dado cuenta de ello. También le molestaba que su hermano la tratara de ese modo tan bajo.

Se despidieron y se fueron a casa. Mañana sería otro día agotador. Miró la hora y de dió cuenta que anteriormente se hubiera parado en cualquier bar a tomar unas copas y acabar con una mujer en un hotel, pero hoy estaba realmente cansado.

Llegó a su coche y antes de entrar alguien lo sorprendió, un hombre bastante alto y vestido de color negro se le acercó, llevaba un gorro de color negro también y pudo ver una cicatriz en uno de sus ojos, además uno era de color verde. Se asustó por un momento.

—¿Quien es usted?

—Soy parte de tí, tú y yo tenemos la misma estrella —pensó Jungkook que aquel tipo estaba loco.

—Como no te alejes de aquí rápidamente....

Él lo retó con sus puños en alto pero el tipo no lo dejó hablar.

—Toma ésto —abrió aquel tipo su mano y tenía el famoso colgante con forma de corazón de color rojo. Era el de Shayni.

Jungkook abrió sus ojos por lo atrayente de la piedra roja, la vio brillar por un momento. Sin poder remediarlo la cogió y la alzó para poder contemplarla mejor.

—¿Que es ....

Miró a su alrededor y se dió cuenta que la calle estaba vacía, no había rastro del hombre extraño por ningún lado. Estaba algo desconcertado por todo lo que había vivido, metió el colgante en su bolsillo. Condujo pensativo todo el trayecto. Después de unos minutos llegó a la casa, aparco en el garaje.

Abrió la puerta que conducía a las estancias superiores y escuchó música de fondo. Entró y dejó las llaves en una mesita que había cerca de la entrada.

Al llegar a la cocina vio a Shayni, sus ojos se abrieron al ver a esa chica mover sus caderas mientras hacia la comida, era un espectáculo digno de admirar.

Llevaba una camisa blanca que sería de Jonsuk, tragó fuerte cuando sintió deseo por esas piernas tan bien ejercitadas, recordó que había sido bailarina desde siempre y el baile había hecho que sus piernas fueran fuertes y preciosas.

Su trasero se vislumbraba tras la camisa blanca, los movimientos hacían que se marcara de vez en cuando. Tenía recogido su pelo en un moño alto, así que su cuello era demasiado visible para Jungkook, le gustaría besarlo ahora mismo.

Ella se volvió de pronto y lo pilló allí quieto y con esa mirada tan intensa. Recordó el beso tan salvaje que tuvieron y se puso nerviosa.

Nunca habían estado de ese modo tan excitante desde que se conocieron siendo unos adolescentes, pero por algo que no sabía, le estaba atrayendo más que nunca su esposo.

—¿Jonsuk ya llegaste?

—Si....acabo de hacerlo.

Se miraron fijamente sin poder apartar la mirada.

Todo era tan atrayente, no sabía ninguno el porqué pero algo los atraía enormemente. Los colgantes estaban ya juntos en el mismo lugar.

—Siento si te he increpado demasiado, a veces creo que soy demasiado impulsiva —dijo ella sin dejar de mirarlo y acercándose un poco.

—Tal vez fue culpa mía, no debí tratarte del modo que lo hice —decía Jungkook avanzando también dónde ella estaba.

Algo hacia que quisieran besarse en ese momento pero ninguno daba el paso final.

Se separaron de pronto algo nerviosos.

—¿Que estás haciendo de comer?

—Es tu plato preferido cariño.

—Pues comamos que estoy muy cansado —dijo Jungkook y quitó su corbata de un tirón, sacó su chaqueta y la dejó en una silla, desabrochó tres botones de su camisa para quedar más cómodo.

Ella llevó los platillos a la mesa y vio lo sexi que se encontraba su esposo en ese momento. Ya no pudo remediarlo más, él estaba sentado en una silla y ella se subió en él de repente y empezó a peinar su pelo negro con sus dedos.

Jungkook mordió su labio al sentir que sus sexos se rozaban, se dió cuenta también que no llevaba sujetador puesto. Sintió los pezones de Shayni taladrar su pecho. ¿Cómo podía él resistirse a aquello? Algo caliente sintió en su bolsillo que hizo que su cuerpo ardiera de deseo por poseer a una mujer que se había vuelto jodidamente irresistible de pronto......

Profecía JK II. Salvación ( + 18 )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora