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Aquella mujer entró con paso firme, contoneaba sus caderas ante los ojos de los dos hombres. Jungkook miró con descaro todo su cuerpo, le atraía todo de ella. Era un puro pecado que se metía en su entendimiento, un sueño hecho realidad para satisfacer los más oscuros placeres.

Lo que él no sabía es que podía ser la perdición de Shayni y la de él mismo. Venía mandada del pasado para contrarrestar los poderes de los dos colgantes que ellos guardaban sin saber aún su poder, ella era la que quería derrotar también al hombre vestido de negro y con un ojo de color verde.

Su antepasado era el que lanzó la profecía y no se habían resignado a que su maldad quedara destruida.

Puso aquella mujer una sonrisa sensual que hizo babear a Jungkook.

—¿Señor Jeon?

—¿Sí?

La cara de tonto que tenía no se le escapó a Yoongi que lo miraba con los ojos entrecerrados, no le gustaba ver al mujeriego de su amigo caer ante la belleza de aquella mujer misteriosa por muy deseable que fuera.

Shayni merecía respeto al menos de parte de él ya que ni Jonsuk se lo había tenido. Al menos mientras estuviera a su lado no podía hacerla sufrir.

—¡Jonsuk! —le dijo en alto para ver si lograba quitarle la cara de cordero degollado que tenía en éste momento.

—Dime —dijo el otro sin siquiera mirarlo.

—¡Que me mires! —ya gritó y todo.

Entonces pudo al fin captar la atención de su amigo.

—¿Que quieres? —dijo algo enfadado.

—Creo que es bueno que hables con Shayni después, pienso que a tu esposa le gustaría salir ésta noche a cenar —lo dijo entre dientes y poniéndole una cara de ogro impresionante.

—Ok ya entendí —rodó sus ojos algo molesto y derrotado.

Se enfocó en el cometido que tenía con su hermano y respiró hondo, sabía que mientras estuviera con ella no podría tener sexo con ninguna otra, ya que eso sería tener una aventura fuera del matrimonio, aún no se acostumbraba a esa tontería. Con lo deseable que le parecía lo que tenía delante, vaya fastidio....

—Perdone a mi asesor, es muy importante en la empresa y siempre me castiga con sus tontas regañinas, no sé qué haría sin él —le puso una mirada desesperada— ¿Nos puedes dejar solos a mí y a la señorita.....

—Adele —dijo ella con una gran sonrisa.

Yoongi se veía desesperado pero no podía hacer otra cosa más que abandonar el lugar, pero antes de hacerlo lo miró modo asesino. Salió con fastidio y los dejó solos.

—Señorita Adele ¿Que la trae por aquí? —le puso una mirada interesante de las que él se gastaba— siéntese —se sentó Jungkook y la chica también.

—Vengo para el trabajo de secretaria, la suya personal señor Jonsuk —entrecerró ella sus ojos y Jungkook sólo se quedó fijo, tenía la mirada perdida. En su cabeza resonaba sólo una cosa.

—¿Puedes venir un momento? —dijo por el interfono que tenía en su mesa.

La puerta se abrió.

—¿Desea algo señor Jeon? —dijo su secretaria.

—Quedas despedida........

En el otro lado de la ciudad estaba Shayni con Taehyung viendo cómo Hiori jugaba al béisbol.

—¡Corre....corre mi princesa! —vociferaba ella de pie en las gradas con una amplia sonrisa. Taehyung la miraba y suspiraba por sentir que sería una buena madre para su hija, pero estaba casada y eso lo tenía triste.

Ella lo miró y se sentó.

—Es estupenda, Tae tienes una niña que es un tesoro.

—Gracias a veces me siento tan solo —dijo cabizbajo.

—¡Oh! No te preocupes, siempre te he dicho que estaré a tu lado y lo sabes —cogió la mano de él y eso lo hizo contraerse, hizo erizar su piel

—¿Quieres cenar un día en mi casa con Hiori y conmigo? —no pudo remediarlo se lo tenía que pedir.

—Claro....cómo no....me gustaría muchísimo —era tan buena, siempre lo había sido. El otro le sonreía abiertamente.

Acabaron y ella fue a casa muy contenta por haber pasado una mañana estupenda. Se cambió y dió su clase de danza por la tarde.

Ya llegando la noche llegó muy cansada, abrió la puerta y se quitó los zapatos. Subió a su cuarto y se encontró que Jungkook se duchaba. Lo sentía en el interior del baño.

Respiró hondo por la poca gana que tenía se verlo y empezó a cambiarse de ropa. El otro salió con su toalla liada a su cintura y ella estaba en ropa interior. Se quedó mirándola con una sonrisa sexi.

—¿Ya estás aquí?

—Si —dijo seca y se puso un pijama de pantalón corto.

—¿Aún estás enfada conmigo? —se acercó a ella con sus dotes seductores.

—No sé que haces en mi baño y en mi habitación.

—Perdona nena pero es mi baño y mi habitación también —dijo sarcástico.

—Pues no lo parece porque desde que llegaste no lo has pisado , has querido instalarte en otro sitio —lo miró duramente.

—Me he dado cuenta que aquí hay más diversión que en el mío —la miró de arriba abajo.

Ella lo miró mal y quiso salir lo antes posible, porque pensaba en darle un buen golpe en esa cara que tenía últimamente de chulo barato.

—¡Para! —la cogió de la mano para que no se fuera— lo siento Shayni a veces no me controlo y tal vez tenga que hacerlo contigo.

—No sé lo que ocurre pero me tratas mal.... ¿Sabes? Hoy he estado con un hombre que sabe cómo tratar a las mujeres.

Se quedó Jungkook un poco descolocado ¿Ese idiota iba a ser mejor que él? Eso no era cierto mejor que él no había nadie, era irresistible para las mujeres y se lo demostraría.

Tiró de su mano y la pegó a su cuerpo. Habló ronco en su oído.

—Pero yo sé que el único que hace que te mojes ahí abajo soy yo —ella se le agitó algo su respiración, él sonreía al notar que sus palabras hacían el efecto que quería, el que siempre estaba acostumbrado a provocar.

—Estoy enfadada contigo —le dijo un poco bajito y afectada por el deseo incontrolable que sentía por el estúpido de su esposo.

—Pues puedo hacer que nuestra reconciliación sea muy divertida —empezó a besarle el cuello y le mordió el lóbulo de la oreja.

—¿Jonsuk me quieres?

Jungkook se separó un poco y la miró con una leve sonrisa. Tragó fuerte y pensó que si para acostarse con ella tendría que decir esa mierda se lo diría, aunque ya era la segunda vez y le quemaba la garganta cada vez que esas palabras salían disparadas por su boca.

—Te....quiero —dijo al fin.

—Pues entonces demuéstrame lo que sabes hacer señor Jeon —ella lo agarró del cuello y le puso una sonrisa que a él le encantaba, tenía que admitirlo era preciosa por naturaleza, sin cirugías de por medio, era un puro deseo.

Jungkook mordió su labio y atrapó los labios de ella con tanto deseo que podía haber salido fuego entre los dos.....sería una noche larga........

Profecía JK II. Salvación ( + 18 )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora