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SHAYNI

-¡Corre! -decía Jungkook con mi mano entrelazada a la suya, corríamos para meternos en un taxi.

Eran días de fiesta en Tailandia, estaba todo decorado por las fiestas nacionales. La gente se agolpaba para conseguir un taxi, nosotros nos metimos en uno.

-Joder, está todo en colapso -dijo riendo ya dentro del coche.

Moría por esa sonrisa suya, tenía miedo de lo que mi corazón sintió en ése momento.

-¿Si?

Dijo al verme mirarlo de la forma que lo estuviera haciendo, estaría en trance con cara de tonta, seguro.

-Nada -miré al exterior rápidamente por la ventanilla, me dió vergüenza.

Vergüenza de que me viera mirarlo ahora, madre mía, si lo había mirado mucho peor, mordí mis labios para no reír.

-¿Dónde nos dirigimos? -dijo el taxista.

-A un centro comercial, el que sea, no somos de aquí -lo miré extrañada mientras el taxi andaba.

-¿Tienes que hacer algo ahí? -le pregunté.

-Yo no, pero tú tendrás que comprar cosas ¿No?

Era verdad.

Pero no pudimos llegar muy lejos, la calle principal estaba cortada, había una gran masa de gente viendo cómo una banda de música tocaba en plena calle.

-Lo siento señores pero al menos estaremos parados una hora.

Nos miramos los dos.

-Está bien, pues ni modo -dijo Jungkook y salió al exterior, yo lo seguía con mi mirada por la ventanilla trasera, no entendía lo que hacía.

Abrió de pronto mi puerta y me extendió la mano.

-Vamos -lo miré y estaba sonriendo de nuevo, a éste paso me iba a producir un infarto.

Salí con él, no sé de qué se trataba pero ya daba lo mismo, estaba haciendo que olvidara a que habíamos venido.

-Lleve mi maleta al hotel Prince -dijo él al hombre y cerró la puerta. Cogió mi mano y empezó a retirar a la gente.

Llegamos hasta la música y me cogió de la cintura con una mano y con la otra atrapó la mía.

Empezó a bailar al lado de gente que hacía lo mismo, yo reía y él también lo hacía. Nos mirábamos a los ojos, quería besarlo, necesitaba hacerlo de forma desesperada, pero no éramos nada para hacer eso, ya no era lo mismo que al principio.

Paró por un momento.

-¿Tienes hambre? -asentí, no había comido nada desde que salí de Seul, los nervios no me dejaron hacerlo. Toqué mi hombro y me di cuenta que no tenía mi bolso.

-¡Oh! Mi bolso se quedó en el taxi -le dije asombrada.

-No te preocupes, lo llevará al hotel con mis cosas -dijo cómo si nada- invito yo.

Andamos por una calle contigua y vimos unos puestos de comida. Compró unos pinchos de carne de buey y me extendió uno.

Paseamos por una zona más tranquila.

-¿Y qué vas a hacer con Jonsuk? -me dijo mientras mirábamos el agua del río, estábamos en un puente.

-¿Sabes cuánto llevamos casados él y yo?

-Aunque no viniera a tu boda si lo sé -me dijo triste.

-Entonces entenderás lo duro que es ésto para mí, yo quería tener hijos pero él nunca quiso -eso me dolía decirlo, nunca se lo dije a nadie- y ahora resulta que va a ser padre con otra- reí amargamente.

Jungkook puso su mano en mi hombro. Lo miré y estaba todo serio.

-No tenía que haber entrado en su juego, fui un estúpido y ahora estoy recibiendo mi merecido -dijo con dolor.

-Me has hecho daño, y tengo que decirte que me importa que lo hayas hecho, me duele....y mucho.

JUNGKOOK

Que me dijera que le dolía me había gustado, se sentía cómo si yo le importara, aunque sabía todo el daño que había recibido de mi parte y eso me tenía en un abismo.

Toqué su mejilla.

-¿Porqué lo hiciste Jungkook? ¿Porqué te hiciste pasar por Jonsuk? -me dijo mirandome fijamente.

Quité rápidamente mi contacto en ella, a esa pregunta le tenía miedo, sabía que al final tendría que contestarla. Me di cuenta que no estaba preparado.

-Me odiarás cuando te lo diga Shayni, yo antes era un bueno para nada, bueno creo que aún lo soy -estaba sudando y las manos me temblaban.

Nunca había sentido éste sentimiento de miedo por perder a alguien, en realidad nunca tuve a nadie que temiera perder, pero no podía mentirle, no se lo merecía.

-Fue por dinero -al escuchar lo que le decía abrió sus ojos y cogió su pecho. En éste momento mi dolor era inmenso, le estaba clavando el último dardo envenenado.

No decía nada, solo se iba alejando poco a poco, yo quise coger su mano y abrazarla, quería decirle que eso fue hace mucho, al principio de todo pero que ya tenía sentimientos por ella y la amaba.

Pero no pude porque echó a correr, yo iba detrás de ella.

-¡Shayni para! ¡No tienes nada! ¡Tu bolso se quedó en el taxi! -le grité pero ella no paraba.

Corrimos hasta la próxima calle donde se concentraban la gente que vimos al principio, ya no podía verla por ningún lado. Empecé a dar vueltas alrededor desesperado, tenía que encontrarla, pronto se haría de noche.

Corrí por todo el lugar durante horas, ya todo era oscuro y encima no había casi nadie por las calles.

No pararía hasta encontrarla ¿Cómo iba a dejarla sola en una ciudad extraña? No tenía dinero tampoco.

Andaba derrotado y angustiado de nuevo por mis propios pasos, cuando un revuelo me alertó, era en la salida de una lujosa sala de fiesta.

La gente se agolpaba alrededor de alguien que gritaba.

-¡Shayni! -me di cuenta que era ella, gritaba tan histérica que salí hacia allí corriendo cómo loco cruzando la calle.

-¡Eres un hipócrita Jonsuk! -estaba llorando y de rodillas, tragué fuerte por el dolor que me producía tal imagen, estaba derrotada.

-¡Cálmate! Puedo explicarlo....

Mi hermano se dió cuenta que yo estaba allí delante de ellos, me miró enfadado.

-¿Cómo has podido dejarla venir aquí? ¡Eres un idiota y un bueno para nada!

Sin más le di un puñetazo en toda la cara y calló al suelo delante de todos..........

Profecía JK II. Salvación ( + 18 )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora