Kala Fernández, una chica que estaba consiguiendo al chico que le gustaba pero a la hermana de él no le sentó nada bien.
Ella tiene un primer amor fallido y decepcionante.
Carlos Balint tenía una vida complicada, siempre decía que estaba bien, todos...
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4 llamadas perdidas de Dean...
"Kala es importante"
"Coge el teléfono"
Estoy cansada de recibir cada día un montón de mensajes, antes no me hacía ni caso, ahora irónicamente me he convertido en su vida, según él solo existo yo, pero no es la única mentira que ha dicho aunque me duela admitirlo. No me deja en paz, solo quiero intentar pasar página de una vez y olvidar toda la mierda de París.
Tiro el móvil detrás de mí y me siento en el suelo apoyando mi cabeza en la cama escuchando The night we met de Lord Huron, que resuena por toda la habitación.
Cuando acaba y sigue la siguiente canción Dueles de Jesse & Joy, se me pasa por la cabeza la opción de bloquearlo, pero estoy dudando, todos nuestros momentos juntos inundan mi mente sin que pueda hacer nada para evitarlo, noto como mi corazón se hace más pequeño...Todas las tardes en las que quedamos aunque fuera por hacernos simplemente compañía al otro en silencio... Nuestros paseos por el jardín que tiempo después se volvió mi lugar favorito... Recordar todo eso duele, sobre todo cuando esos buenos recuerdos desaparecen y solo te empiezan a quedar las lágrimas, los cortes y golpes... Por algo que terminó no siendo real...
Con lágrimas en los ojos terminó cogiendo el móvil de donde estaba, entró en el chat que tengo con Dean, después de revisarlo una y otra vez leyendo cada mensaje, finalmente buscó la opción de bloquear, la observó unos segundo y le bloqueó. Después de un mes y medio de lo que pasó, decido intentar quitarlo de mi vida, de alguna manera...
Deslizó el móvil de mis manos al suelo y abrazo mis piernas con fuerza mientras cierro los ojos escuchando otra canción, Enamórate de alguien más de Morat, no soy capaz de aguantar todas las lágrimas que estaba reteniendo y dejo que empiezan a caer por mis mejillas, con el absurdo pensamiento que podré sentirme mejor después de hacerlo.
La playlist llega a su fin cuando suena la última nota de la canción sigo con la cabeza hundida entre mis piernas mientras el silencio y envuelve toda la habitación.
Pero el silencio no dura demasiado cuando se escucha el timbre, tardo unos segundo en reaccionar, levantándome, no me preocupo por mi aspecto de mierda que tengo ahora mismo solo quiero volver a mi habitación... Liam siempre se olvida las llaves en casa, un dia de estos se la engancharé con pegamento ultra fuerte a la ropa.
Abro la puerta preparada para fulminar a Liam por ser tan despistado, aunque mi reacción se vuelve sorpresa, junto a un escalofrío que recorre todo mi cuerpo sin que pueda evitarlo, al ver quien es el que está delante de mí.
Quedo enfrente de él nuestros ojos se encuentran al instante en ese momento su expresión cambia por completo, pero no digo nada solo no se que decir ni cómo reaccionar, él no tarda en cortar los metros que hay entre nosotros y me rodea con sus brazos en silencio mientras hunde su mano en mi pelo.
No podria decir cuanto tiempo nos pasamos abrazados, pero finalmente Carlos se separa de mi, despues de estar unos segundo procesando que me ha abrazado, entró en casa sin cerrar la puerta aunque no tardó en escuchar cómo se cierra y unos pasos detrás de mí, hasta que me alcanza y me detiene con su mano en mi brazo. Avergonzada por las pintas horribles que llevó, despeinada con un moño casi deshecho, una camiseta corta vieja de Leah que me regaló hace unos años y unos pantalones cortos, por fin cojo valor para mirarle, no deja de analizarme con la mirada y me doy cuenta que puede ver muchos de los cortes que tengo por los brazos y piernas... Hago el vago intento de ocultarlos, como no, no sirve de nada...
Aún más avergonzada que antes bajo la mirada al suelo mordiéndome el labio, vuelvo a sentir como va cortando los metros que empezaban a haber entre nosotros, extiende su mano a mi mentón para que le mire.
–Manos de palo... No hace falta que las escondas, al menos no de mi... Sigues siendo preciosa... se vean o no..
No puedo evitar sonrojarme al escuchar lo que me dice y que se forme una sonrisa en mis labios al volver a escuchar ese mote.
–Imbécil... –es lo único que consigo decirle.
Sonrie, ahora hay menos distancia que antes pero vuelve a abrazarme, antes pude contener las lágrimas que luchaban por salir al sentir el primer abrazo, esta vez no me molesto en hacerlo y comienzo a llorar con la cara hundida en su pecho mientras él me abraza cada vez más fuerte.
Esta vez soy yo quien se separa, mi mirada vuelve a estar clavada en el suelo pero puedo notar como el sigue teniendo sus ojos marrones oscuros clavados en mí, aunque no tardó en levantar la mirada hasta que logro ver su expresión, primero me quedo paralizada unos segundos nunca lo habia visto asi ¿esta enfadado? supongo que lo confirmó cuando bajó la mirada hasta su mano que tiene en forma de puño, no me gusta verlo así y menos si es por mi culpa... No lo dudo y acerco mi mano hasta la suya poniéndola por encima acariciándola, gracias a eso parece que se relaja.
–Estoy bien... –murmuro
–¿Y entonces por qué estabas llorando? –su voz suena con un tono más delicado que de costumbre.
–Solo necesitaba hacerlo... –intentó apartar la mirada pero no dejó que lo hiciera– no es importante..
–Todo lo relacionado contigo es importante –suspira apretando con más fuerza nuestras manos unidas– no hace falta que me lo digas, ya lo sabes...
Hace una pausa y vuelve a centrar sus ojos en mí, poco después sigue.
–Solo si estás mal, necesitas un abrazo, algo... Dime o hazlo... Da igual dónde esté.
Hacía mucho tiempo que no se preocupaban por mi, hasta se me había olvidado cómo era, la sensación que le importas a alguien...
Ahora soy yo quien le sostiene la mirada, termino diciendo lo que siento en ese momento, porque con él no siento barreras...
–Te contaré que paso... –murmuro aun mirándolo
Sus ojos se abren bastante sorprendidos por mi decisión, pero no tarda en aparecer una sonrisa en sus labios causando la mía en mis labios.
Nota Autora:
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