Kala Fernández, una chica que estaba consiguiendo al chico que le gustaba pero a la hermana de él no le sentó nada bien.
Ella tiene un primer amor fallido y decepcionante.
Carlos Balint tenía una vida complicada, siempre decía que estaba bien, todos...
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Faltan seis días para el viaje y cada día estoy muy nerviosa, al final aunque intentara que no se me notara, sabía que Carlos lo acabaría haciendo de una manera u otra, aveces me da miedo la forma que me ha llegado a conocer en tan poco tiempo.
Esta mañana antes de despedirnos para entrar en clase ha vuelto a preguntarme si estaba bien, si me pasaba algo, me duele verlo así de preocupado...
Pero cuando intento decirlo me bloqueo, mi cabeza no deja de repetirme lo que pasará si se sabe lo rota que estoy, mi pasado, ahora Dean. No quiero estar sola otra vez... Otra vez no... Estaba consiguiendo salir de ese pozo en el cual al principio de curso no veía una salida.
Carlos después de intentarlo por varios minutos como cada día desiste, cambia de tema haciendo que deje de estar con todo el cuerpo tenso y abrazandome por detras, dejando un beso y mi mejilla.
De aquí unos diez minutos empieza uno de los partidos de fútbol más típicos del instituto Pumas vs Aguilas.
Siempre vengo a verlo jugar es algo que realmente me gusta pero en esta ocasión ha sido el que me ha pedido que venga a animarme.
Cuando nos estabamos sentando Melania me ha contado que Dai y Carlos llevan una temporada un poco larga sin llevarse bien, o almenos lo que llego a ser un dia su amistad.
Los dos competian por el puesto de Capitan del equipo, Carlos por obligacion de su familia, Dai por dedicacion y por desconexcion. Poco despues de que no elijieran, Dai tuvo que elegir su trabajo y dedicarle mas horas. Hasta que el entrenador le pidio que volviera almenos en este partido importante para el instituto.
Antes podia notar la tension e incomodidad que habian entre ellos pero desde que están intentando ayudarme de alguna manera los puedo ver un poco más unidos, de una manera o otra. Me alegra poder verlos mucho mejor, aunque no llegara a conocer como era antes su relacion, me gusta poder verla aparecer.
Siempre me cuesta convencer a Mel para venir a ver los partidos o entrenamientos, pero hoy a sido mas facil, aunque el merito a sido mas de Ivan y Dina que tengo que decir que son bastante convincentes o si intenta ir se ponen delante y ella se sienta una vez mas.
Por peticion de Ivan nos hemos sentado en la ultima grada, resulta que hace poco se intereso por una chica que justamente esta dos filas por debajo de nosotros. En lo que esperamos que salgan de los vestuarios para dar inicio al partido, Dina y Melania no dejan de hacerle piropos y preguntandole si esta interesado en una chica o si ya esta saliendo con alguien, en varias ocasiones ella nos mira de reojo y se rie con algunos comentarios que le hacen a Ivan mientras el se sonroja.
En las gradas se puede diferenciar los dos bandos claramente, lógicamente estamos en el lado de los Pumas, son las seis de la tarde, hoy por suerte no hace tanto sol como estos dias atras.
En el momento que los primeros jugadores salen y los gritos no tardan en inundar el ambiente, llegan a su lado del campo empiezan a hacer estiramientos, pases entre ellos y algun tiro hacia la portería.
Nuestros uniformes son de color morado y los números doradas mientras el equipo contrario es de color azul y los números negros.
No estoy en mi mejor momento por todo este cumulo de cosas, pero eso no evita que una vez empieze a animar a mi equipo favorito, sobre todo a el, gritando su nombre.
El numero 4.
Lo primero que hago es buscarle hasta que segundos despues lo encuentro y desde ese momento no parto mis ojos de el, sintiendo mi corazón micho mas fuerte y rapido que hace unos minutos.
¿Como en tan poco tiempo me estoy volviendo loca por el?
Carlos habla con dos jugadores del equipo, Charlie y Dai que tiene una sonrisa en sus labios, una que puedo asegurar que desde que lo conozco no le he visto sonreir de esta manera tan sincera y con ese brillo en los ojos.
Desde aqui puedo notar como echaba de menos la sensacion de libertad que le da el futbol, la misma sensacion que siente Carlos con el patinaje y la mia con la escritura.
Carlos ríe, mueve una de sus manos para enseñarle algo a Charlie, lo cual hace que el asiente con la cabeza y dirija una pequeña mirada fugaz a las gradas, la respuesta de Carlos sigue siendo una sonrisa pero esta vez se rasca la nuca timidamente. Adoro cuando sale su lado timido, es demasiado bonito.
Se para la musica que siempre ponen de fondo antes de empezar los partidos. Los dos equipos se agrupan de nuevo y poco despues, moviéndose a sus posiciones.
El partido transcurre con tranquilidad, si ha habido algun tira y afloja con los posibles goles que han habido hasta ahora, pero parece que nuestro equipo esta mucho mas activo que hace unos minutos.
Hasta que la gente empieza a gritar el gol, todos tienen la mirada en Carlos que se encuentra corriendo hacia sus compañeros para celebrarlo.
Los ojos de Carlos van hasta la grada y se fijan directamente en mi, caminando en nuestra dirección con la misma sonrisa que un rato antes le ha dedicado a Charlie.
Me guiña el ojo y se levanta poco a poco la camiseta del equipo hasta ponerla detrás de su cuello, dejando ver la camiseta con algo escrito en ella. «Mi escritora favorita» y así dedicándome el primer gol del partido.
No puedo evitar llevarme una de mis manos a la boca mientras Mel, Diana e Ivan empiezan a dar saltos a mi alrededor, aun estado muy sonrojada, hago un corazón con mis manos, seguidamente señalándole.
Finalmente ganaron el partido 5-8, Carlos y Dai fueron las estrllas de nuestro equipo.
Nota Autora:
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