Kala Fernández, una chica que estaba consiguiendo al chico que le gustaba pero a la hermana de él no le sentó nada bien.
Ella tiene un primer amor fallido y decepcionante.
Carlos Balint tenía una vida complicada, siempre decía que estaba bien, todos...
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–Después de una hora y media consigo sacarte de aquí
No dice nada solo se limita a dedicarme una sonrisa a lo que yo intento responder con una mala mirada, pero con ella es imposible y acabamos riéndonos.
–Muy mal Ka, siempre te tienes que salir con la tuya eh. –se calla unos segundos y sigue– al final hemos tenido que ir a una tienda de ropa.
–Ya claro...–le empujó suavemente– habla la adicta a mirar y comprar ropa.
–Si si, ¿A dónde teníamos que ir?
–Al mercadona
Después de tener a Melania contándome que su próximo objetivo es encontrarme a un chico con el cual acabe saliendo con él o simplemente algo de una noche.
Me quiere presentar a un amigo de Nick, el chico ese que hace fiestas cada finde, creo que su amigo se llama Eric. Tengo la sensación que esta semana será de todo menos tranquila.
–¿Me estás escuchando?
–Eh si, estabas hablando.. Eh... De ese chico Eric
–Se llama Javier –de reojo veo como hace una mueca– no me estás escuchando.
–Si no te estaba escuchando, pero no hace falta que me intentes emparejar con alguien
–Oh, vamos –intenta convencerme– por intentarlo no pasa nada– esta en silencio unos segundo, dándole vueltas a algo pero no tarda en volver a hablar– además si no te convence Javier siempre puedes decir que no.
–Bueno
–¿Eso es un si?
–Eso es un puede, no te hagas ilusiones...
Melania empieza a dar mini saltitos por mi alrededor, un poco más y su sonrisa no le cabe en la cara. Sigo sin entender por qué le hace tanta ilusión.
–Pero no prometo nada.
Por fin entramos al mercadona y parece que ya no habla del tema, bueno pero por ahora.
–¿Tenemos que comprar muchas cosas?
–Bastantes –contestó cogiendo un carro
–Y después tenemos que coger el metro ¿como antes?
–Exacto
Recorremos los pasillos, empezando a meter las primeras cosas de la lista en el carro. Melania no tarda en quitarme el carro de las manos y segundos después, está por medio de los pasillos deslizándose con él intentando no llevarse a gente por delante, no puedo evitar sacar el móvil y grabar esta escena.
Finalmente terminamos de llenar el carro, veo la hora son las siete y media, hemos pasado toda la tarde en el centro comercial y ahora vamos con unas siete bolsas entre las dos. Una vez en el parking del centro comercial Melania se para y se gira hacia mí.
