papá sustituto; trueno ✓

D I E C I S É I S

Bárbara'

La noticia de que probablemente los Velásquez irían hasta la casa de mis papás los irritó.

No les quité la razón, porque esa familia abandonó a mi hijo y me expulsó.

Seguramente Elisa ya está pagando por sus pecados, pieza por pieza. Morir con el hijo odiándola es peor que morir en llamas.
Manuel se fue al pueblo con Gaby y Edu, vivían arriba y abajo con mi hijo y ya estaba segura de que serían los padrinos, ya que ese bebé los adoraba.

Me pierdo en mis pensamientos mientras estoy en el sofá de la sala. Pienso en cómo todo cambió tan rápido en tan poco tiempo, hace un año estaba acá en esta misma casa aterrada de la idea de tener un hijo, Mateo era soltero, no sabía quién era el padre de mi hijo y todavía no había sido despreciada por Elisa.

Sin mencionar que mis papás todavía llamaban para preguntar por mí, no por su nieto.

—¿Qué te preocupa, hija? —mi viejo se sienta a mi lado y estira su brazo sobre el sofá, poniéndolo detrás de mí.

—Tantas cosas, papá. La Navidad me pone nostálgica. —confesé dejando escapar un suspiro.

—Realmente esta época del año me trae recuerdos, cada año recuerdo tu primera navidad.

Volteé mi cuello hacia él, sus ojos brillantes me miraron con amor y sentí su pulgar acariciar mi hombro.

—Ya hace mucho tiempo.

—Sí  —asiente, riendo con ganas.

—Tu mamá estaba loca porque su prima le había mordido el pie, se veía tan enojada con la tía Sueli que yo tenía miedo de que las dos hermanas se agarren las greñas. —Reimos, mamá y mi tía Sueli nunca fueron muy cercanas. —me iba a disfrazar de Santa Claus, así que subí las escaleras arriba y tu mamá me ayudó con la ropa, extremadamente caliente y enorme, todavía no tenía esa panza. Apuesto a que el mismo disfraz estaría ajustado en estos días.

—Siempre creí en Santa Claus. Pensé que era maravilloso que viniera a mi casa todos los años. Nunca pensé que eras vos.

—Yo se. Pasamos muchas navidades separados cuando la empresa me hacía viajar, era horrible, quería estar con mi familia, con vos!

Después de dos navidades seguidas por fin la pasaría en casa, gracias a Dios, tu primo Lucas estaba matando al personaje de Papá Noel!

—Lo recuerdo cayéndose por las escaleras. —lo recordamos entre risas.

—Si, me rompió el disfraz, tuve que coserlo en el último minuto, no perdería la oportunidad de ver sus ojitos felices en mi dirección.
Entonces, después de dos horas en el avión, cuatro horas en el automóvil y un día sin dormir, me puse ese atuendo y bajé las escaleras. No te vi entre los nenes, solo más tarde me di cuenta de que estabas de pie junto a la ventana mirando. Mi corazón se vino abajo, sabía a quién estabas esperando., era yo. Preferias verme llegar en lugar de ver a Santa bajando las escaleras con tu regalo. Querías a tu papá. Sin embargo, no pude detener la magia y simplemente arrancarme el sombrero, así que fui a tu lado y te pregunté qué querías para Navidad. —hace una pausa, me acurruco en su pecho mientras escucho los recuerdos —preguntaste si podíamos ir a buscar a papá con el trineo.

—Te extrañé mucho. —siento mis ojos arder, besa la parte superior de mi cabeza.

—Lo sé, hijaa. A veces tenemos que sacrificar algunas cosas por el bienestar de nuestros hijos, ¿sabes? Necesitaba estar allá  si no íbamos a perder nuestra casa por falta de plata. Fue una época fea.