V E I N T I D Ó S

2.2K 137 16
                                    


Bárbara'


Mateo está claramente bajoneado, lo sé porque los ojos que siempre ardían al verme estaban tristes, perdidos en la carretera mientras conducía.

—Eu.  —hable, tocándole la pierna.

—No debí haber dicho eso. — Parpadea sobre sus lágrimas.

—No es tu culpa.

—¿Cómo pude ser tan inmadura, Bárbara? ¿Arriesgar la seguridad de Manuel solo porque el idiota de Leonel me enfrento? Ya no somos dos pibes en la secundaria.

—Sos mejor que él. Lo que hizo fue... No tengo palabras para describirlo...

—Te lo juro, cuando encontremos a nuestro hijo, Leonel y nadie los va a tocar. Nunca más.

Me doy cuenta de que Mateo y yo nos convertimos en una familia. Estaba en mí, en Manu y en todo mi corazón.

Sabía que estábamos en buenas manos, incluso partido por la mitad, mi corazón sonrió.

—Lo vamos a encontrar.  —Trato de sonreír, él hace lo mismo.

Mi celular vibra entre mis piernas y lo contesto antes de ver quién es.

Mateo frena el auto a un lado de la carretera, sus ojos aprensivos estaban fijos en mí.

—Hola.

—¡Amiga!  —Habla Gaby eufórica  —¡Lo encontraron!

No sé cómo pero mis piernas me llevaron hasta la puerta de esa comisaría. Era como si todo lo que me rodeaba no fuera real, se sentía como un sueño.

Solo caminé rápido con Mateo a mi lado, subimos las primeras escaleras hasta la puerta de vidrio y entramos como dos huracanes. Mis rodillas se encuentran con el suelo, y más lágrimas ruedan por mi rostro, lágrimas de felicidad al ver a una mujer policía militar con mi hijo en brazos.

—Hijo.  —susurré tomándolo en mis brazos. Olí su cabello, acaricié su espalda y lo abracé tan fuerte como pude sin lastimarlo.

El ruido de la conmoción me hizo mirar por primera vez a quien estaba cerca.

Dos policías empujaban a Mateo hacia atrás y Leonel sangraba por la boca y la nariz.

Me levanté con Manu en mis brazos, sosteniéndolo con seguridad y atención.

Miré al papá de Manuel con la cabeza gacha, derrotada.

No sentí pena. Se lo merecía, y se merecía mucho más por su actitud.

—¿Por qué?  —Pregunté lo suficientemente alto para que él escuchara.

Los húmedos ojos azules me miraron fijamente, sentí el odio recorrer mi cuerpo, quería golpearte en la cara también.

Simplemente se encogió de hombros con cara de arrepentimiento y volvió a bajar la cabeza avergonzado.

—Vamos.  —dice Mateo, viniendo hacia nosotros.

—No actúes como si fueras su papá, idiota. —Dijo Leonel. Nos giramos hacia él.

—Está bien que lo sea.  —Escucho a Eduardo, se detiene a nuestro lado y agarra el hombro de Mateo antes de que vuelva a golpear a Leonel. —Incluso porque ahora tenés una medida provisional. No te preocupes, Leonel, no te vas a acercar al nene tan temprano.

—Quiero un abogado.  —fue lo único que contestó.

—Lo vas a necesitar. El de Bárbara acaba de llegar.  —Se presentó.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 06, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

papá sustituto; trueno  ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora