En otras circunstancias, Yulen habría hecho comentarios que habrían provocado que las féminas mojaran las bragas, pero no. Estaba serio, mirando el pasillo, con los puños apretados y examinando cada dos por tres a mi abuelo, a mi abuelo no, a mí. Yulen, tras la noticia, se había empeñado en que le estaba diciendo una mentira, que supuestamente Holden estaba muerto.
Quizás es la reacción que todo el mundo hubiera tenido. Para todos, Holden había muerto el mismo día que Nilsa lo hizo. Quizás sí, una parte de él se murió ese día, pero él seguía entero y más cabreado que nunca. En mi cabeza me pregunté cómo es posible que Holden hubiera acabado dentro de mí. La historia que me había contado mi tía solo era que ella me había alejado de Astra y me llevó al mundo de los humanos, pero en ningún momento se dijo cómo el gran elemental de la tierra acabó dentro de una recién nacida.
El único que lo sabía debía de ser Holden, pero dado el estado en que se encontraba, era mejor no hacer preguntas innecesarias. Se notaba furioso, gruñía, lo oía. Yulen no paraba de observarlo, y eso hacía que se sintiera más incómodo.
Mi abuelo, al parecer, no era una persona a la que le gustase destacar. Seguro que es de él que había heredado esa parte. Él ha sido el núcleo de muchas miradas a lo largo de su existencia, por su posición o tal vez por su temperamento o sus hazañas. Si fuera otra situación le hubiera preguntado innumerables historias. Seguro que tenía muchas y debían de ser fascinantes e históricas.
Me apasionaba oír las experiencias de las personas. Era un modo de conectar con ellas, de saber lo que habían pasado y qué no. Holden había tenido muchas experiencias, había vivido por muchos siglos. Lo más probable es que tuviera historias épicas de todas sus batallas, de todo lo que había pasado. Estaba deseando escucharlas. Pero algo me decía que no iba a ser así. En esos instantes estaba entre la espada y la pared. Un dios me quería muerto y no pararía hasta hacerlo, era así de sencillo, así de estaba.
Cruzamos la esquina de uno de los pasillos. Enseguida, aunque viera poco, pude divisar las puertas del pasillo donde dormía.
Holden no había dicho ninguna palabra en el trayecto y Yulen tampoco. Era mejor. Eran capaces de matarse ellos mismos. Ambos eran parecidos en algunas pequeñas cosas. Una parte de mí se preguntó si Holden había sido como Yulen o como Acua. Su frialdad me decía que había sido como Acua, pero su manera de perder el control y dejarse llevar por las emociones se parecían más a las de Yulen.
Yulen abrió la puerta, lo oí maldecir. Por la mirilla de mi mente pude ver al lobo grisáceo que estaba en el suelo. Suspiré aliviada, al menos no lo había cogido o matado. Yulen me miró, o más bien a Holden.
—¿Era necesario dejarlo en ese estado? —pude oír odio en su voz.
Mi abuelo se cruzó de brazos. Era extraño sentir los movimientos que estaba haciendo. Era como si no fuera dueña de mí misma en esos instantes, era perturbador y un poco agobiante. Sabía que, si estaba en ese sitio es por el estado en el que se encontraba Aston, quizás yo me hubiera encontrado bien si mi abuelo no me hubiera usurpado
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La Reina De La Tierra-Primer libro De La Saga: Elementos- (EDITANDO) 2ª VEZ
FantasíaPrimer libro de la saga: "Elementos" "Y ella aparecerá y el reino de Astra resurgirá" Un mundo lleno de seres mágicos. Una profecía. Una maldición. Una ley que se debe cumplir y un dios que la quiere ver muerta. Cinco elementos. Y un secreto que cam...