Capítulo Nueve.

31.1K 1.8K 1.9K
                                    

Italia.

Becca.
—Kora, me voy ya. —Agarré la chaqueta del perchero de la entrada. —Papá y mamá se han ido a cenar con los abuelos y unos amigos, lo sabes ¿No?

—Sí, mamá. —Se burló desde el sofá mientras comía patatas fritas.

—Bien, Andrew está arriba por si necesitas algo. —Le informé. —No la líes, eh.

— ¿Pero con quien te crees que estás hablando? ¿Con Cody? —Sonó ofendida.

—Simplemente te lo comento. —Rodé los ojos y abrí la puerta principal. —Mamá le ha dado dinero a Andrew para que pidáis pizza ¿Vale?

—Que te vayas ya, pesada. —Me lanzó una patata.

—Dios mío...-Suspiré. —Llevar cuidado.

—Que sí, venga. —Vino hacia mí y me obligó a salir por la puerta. —Pásatelo genial con tu novio. —Cerró la puerta.

—No....No es mi novio. —Terminé la frase con un suspiro.

Me giré para encontrarme con Logan mirándome divertido desde su Jeep oscuro.

— ¿Qué? —Me acerqué a él.

—Tu hermana pequeña te acaba de cerrar la puerta en las narices o... ¿Ha sido imaginación mía? —Preguntó divertido.

—Es Cáncer, ¿Qué quieres que le haga? —Comenté parándome frente él.

—Eso lo explica todo. —Ironizó.

— ¿No crees en el zodiaco? —Pregunté curiosa.

—Pues no, la verdad, nunca me he tomado muy en serio esas cosas. —Se encogió de hombros.

—Muy Aries por tu parte...—Bromeé. Logan no dijo nada, simplemente sonrió mientras asentía. —No puede ser, ¿Eres Aries? —Dije divertida.

—No, no lo soy. —Dijo sonriendo.

—Sí, desde luego que lo eres. —Sonreí también. Se quedó callado unos segundos.

—Vale, sí. Soy Aries ¿Y qué? No tiene nada que ver con mi actitud. —Rodó los ojos.

—Lo que tu digas. —Sonreí en cuanto se dio la vuelta para entrar al coche.

—Para de sonreír. —Ni siquiera se había girado.

En cuanto Logan aparcó fuera del castillo, me giré hacia él.

— ¿Te leíste lo que te mande? —Le pregunté.

— ¿Me lo tenía que leer entero?

— ¡Logan! —Le miré mal.

—Lo siento, pero es que eran las dos de la mañana. —Se justificó.

—Vale, da igual. —Suspiré. — ¿Leíste el cambio de planes?

—Eh...Si esto te ahorra tiempo...Me dormí en el segundo párrafo. —Sonrió inocente.

— ¿En el segundo? —Dije atónita. —Te juro que te mato. —Cerré los ojos, recurriendo a mi paciencia.

—Pero...El primero me lo sé. Más o menos. —Abrí los ojos, simplemente, para mirarle mal.

—Si no te necesitara, te mataría ahora mismo. —Rodé los ojos. —Bueno, espero que sepas improvisar al menos. —Abrí la puerta del coche.

Estiré de su brazo para poder entrelazarlo con el mío mientras esperábamos a que nos recibieran en la puerta.

Lejos de casa, cerca de ti. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora