Capítulo Diez.

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Italia.

Becca.
— ¿Todos listos? —Pregunté en un susurro mientras apagaba las luces.

—Shhh. —Alguien me calló.

—Me lo tomaré como un sí. —Me coloqué junto a alguien, al cual no veía.

—A ver donde tocamos, eh. —Oí la voz de Logan en mi oído.

—Ni que quisiera tocarte. —Rodé los ojos y él se río en voz baja.

—Mientes fatal.

—Cállate. —Le empujé lejos de mí.

De un momento a otro, la puerta del hotel se abrió y vimos entrar a Jess y Dante, gracias a la luz que entraba desde el exterior.

—Cielo, no sabia que te iban los juegos de rol...—Jess le coqueteó a Dante.

—Dios, creo que voy a vomitar. —Murmuró Kora, asqueada.

— ¿No piensa en otra cosa? —Susurró Andrew con asco.

— ¿Andrew? —Mi hermana mayor le reconoció.

Dante enchufó el interruptor de la luz y Jess, después de parpadear varias veces, nos ubicó.

— ¡Sorpresa! —Gritamos todos al unísono.

—No me jodas. —Jess no se movió ni un centímetro. — ¿Dónde estamos? —Miró alrededor.

—En nuestro lugar de casamiento. —Le anunció Dante con una sonrisa de enamorado.

— ¿Qué? —Jess no entendía nada. —¿Pero esto no es...

— ¡El castillo! —Mamá se acercó a abrazarla.

— ¿Cómo? Mamá, ¿Qué está pasando? —Jess le aceptó el abrazo, extrañada.

—Ya sé que me dijiste que no querías que lo pagara yo, pero... ¿Si no utilizo mi dinero para hacer feliz a mi mujer, para que lo haré? —Dante se dirigió a ella.

—No, no, no... ¿Es enserio? —Tenía los ojos cristalinos.

—Feliz aniversario, amor. —Se le quebró la voz a Dante y Jess se acercó a besarle.

Kora apoyó su cabeza en mi hombro, la miré y una lagrima rodó por su mejilla. Besé su pelo.

—No me lo creo...—Jess se giró hacia nosotros con lagrimas en los ojos. — ¿Cuándo habéis hecho todo esto? —Se acercó a abrazarnos.

—Puede que habláramos con Dante y arreglásemos unos asuntillos...—Comenté divertida y le di un codazo a Logan.

—Por temas legales, yo no tengo nada que ver. —Logan bebió de la copa de champán que papá repartía.

— ¿Has participado en esto? ¿Tú? —Jess se lanzó a sus brazos.

—Bueno, puede que alguien me obligara...—Me miró de reojo mientras le aceptaba el abrazo a Jess.

Le sonreí de refilón.

— ¿Has sido tú? —Mi hermana se dirigió hacia mí.

—Mmm...Puede. —me encogí de hombros, divertida.

— ¡No! —Sonrió con entusiasmo. —Joder, os quiero demasiado, granujas. —Añadió a nuestros demás hermanos al abrazo.

—Nosotros también a ti. —Escondí la cara entre mis hermanos.

Estiré el brazo y busqué a ciegas el brazo de Logan, cuando al fin noté sus anillos, estiré de él hasta nosotros y lo uní al abrazo.

—Aunque desearía no haber escuchado lo de los juegos de rol...—Comentó Andrew, escapando del abrazo.

Lejos de casa, cerca de ti. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora