Lejos de casa, cerca de ti. ©

Capítulo Treinta.

Italia.

Becca.
—Jess...—La llamé, divertida.

— ¡Un stripper! —Chilló Kora con la boca llena. Le tapé la boca y la devolví a su asiento.

—Hola, han llamado desde comisaria preguntando que si...—Habló el policía, super serio. —Que si la novia esta lista para su despedida de soltera. —Nos sonrió con picardía.

— ¡Eso! —Mamá apareció en la sala con una botella de champán desparramando. De detrás de ellas comenzaron a salir todas las amigas de Jess.

—No puede ser...—Me tapé la cara con la mano mientras me reía.

— ¡Al fin esto se pone interesante! —Kora se levantó a celebrarlo con las demás.

—Bueno, ¿Qué? —El policía colocó los brazos sobre su cintura. — ¿Quién es la afortunada? —Miró a todas las de la sala. Jess se hizo la loca, asique Kora aprovechó el momento.

—Si nadie se ofrece...Haré el esfuerzo...—Fingió ser humilde y comenzó a acercarse hacia la silla frente al policía.

—Quieta, fiera. —La paró Jess. —Soy yo. —Alzó la mano con orgullo.

— ¡Eso! —Chilló mamá y todas le seguimos.

No recuerdo en que momento acabamos Jess, Kora y yo en la bañera de nuestra habitación del hotel a las dos de la mañana. Pero ahí estábamos. Kora se había tomado un par de copas de champán y se le habían subido a la cabeza, Jess tenia una diadema con forma de pene y los ojos medio entrecerrados por el cansancio de aquella noche...Y yo, yo solo me había tomado una copa de champán, iba graciosilla, pero nada comparado con Kora.

—Os quiero mucho, chicas. —Habló Kora con voz de borracha.

—Shhh...—La mandó a callar Jess mientras se apoyaba en mi hombro para dormirse.

—Jess, ¿Eres consciente de que mañana te casas? —Kora asomó la cabeza para mirarla a través de sus gafas, también con forma de penes.

—Cállate, yo solo quiero dormir...—Lloriqueó.

—Creo que esta fuera de servicio. —Bromeé.

— ¡Becca! —Me miró sorprendida, como si no lleváramos un buen rato sentadas al lado. —No te lo había dicho antes, pero que me alegro mucho por Logan y tú, ¿Eh? —Me palmeó el hombro.

—Kora...—Le miré como advertencia.

— ¿Qué? Es que estoy orgullosa de que hayas encontrado a alguien que te haga feliz. —Se encogió de hombros.

— ¿Logan te hace feliz? —Jess levantó la cabeza de golpe y se mareó del pedo que llevaba encima.

— ¿Qué? —Le miré como si estuviera loca. — ¡No! Bueno, quiero decir...No lo conozco mucho...—Me encogí de hombros.

—Se quieren. —Afirmó Kora con decisión.

—Kora, ¿pero que dices? —Me reí nerviosa.

— ¡Oye! No me mientas, jovencita, que he visto como os miráis. —Me apuntó con el dedo, se lo bajé de un golpe. —Os miráis como papá y mamá...O como el tío del anuncio del McDonald mira a la hamburguesa...—Siguió poniendo ejemplos.

—No miro a Logan de ninguna forma. Punto. —Finalicé la conversación.

—Becca...—Jess me llamó y apreté los ojos con fuerza antes de girarme. Hice un mohín, nerviosa. — ¿Logan te hace feliz? —Preguntó con lentitud y sus ojos azules se clavaban en los míos.