Capitulo 01

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-Le traemos un nuevo paciente, Doctora.

Habló secamente aquel soldado, el mismo que me a atormentado con la culpa desde aquel incidente, de no ser por el reloj de muñeca que llevó, no sabría cuanto a pasado... Van 2 años desde lo sucedido, cada semana me traen nuevos infectados, un día trajo a un joven de mi edad, rubio, con el tatuaje de un dragon en su nuca, me pidió que le llamase Draken, era un científico al igual que yo, gracias a el, descubrí que el sargento se llama Naoto.

Un estruendo acallo mi intranquila mente, un grupo de soldados arrastaba una jaula de metal con un infectado en ella, su cabellera era larga y rosada, dos cicatrices adornaban su rostro y la marca de una mordida se visualizaba en su brazo, bajo la desgarrada tela de su camisa, su mirada se encontraba perdida y daba fuertes golpes a la jaula, me estremeció la imagen y pude sentir la mano de mi compañero en mi hombro, Draken sabía la verdad, pero pece a ello me apoyaba y animaba.

-Ya saben donde meterlo.

Habló por mi y camino asía los controles para levantar el cristal, de forma brusca metieron al nuevo individuo al área de contención, en cuanto el cristal comenzó a caer abrieron el seguro de la jaula dándole libertad al individuo.

-Espero que esta ves logre algún avance... Y no provoque alguna mutación el en virus.

Naoto abandono el lugar junto a los demás soldados, dejándonos a Draken y a mi a solas con el infectado, vi como salí de la jaula y corría en dirección nuestra, terminando por estrellarse en el Cristal.

-Hora de trabajar.

Suspiré y camine a mi mesa activando un gas somnifero que modifique para que pudiera calmar a aquellos seres, una ves que lo vimos caer tome el traje de seguridad y me adentro al área de contención para obtener muestras del virus, buscando alguna mutación o algo nuevo en el, para mi sorpresa, este individuo había detenido la propagación del virus, efectivamente se encontraban restos del virus en la área afectada, pero era lo único.

-Doctor Draken, agame el favor de atarlo a la camilla.

-¿Está segura Doctora?

-Hay algo extraño en este paciente, necesito examinarlo de sercas.

El rubio iso caso a mi petición, mientras trabajaba en las muestras se ocupo de atar al de cabellera rosa en una camilla, Tardaría en despertar, de eso estaba segura. Bosteze mientras sentía mi mirada nublarse, ya debía de ser tarde, mande a Draken a dormir y me quedé esperando el resultado de la prueba de sangre, un extraño ruido captó mi atención.

-¿Que mierda?

Una voz extrañamente familiar sono a mis espaldas, me volteé para toparme con aquella mirada azulada observandome, se notaba confundido y tenía el ceño levemente fruncido, un escalofrío recorrió mi espalda al reconocerlo.

-Sanzu...

Su mueca fue reemplazada por una sonrisa escalofriante, me golpee mentalmente al no reconocer aquellas cicatrices, su cabellera era mas larga y ahora era rosada, pero sin duda era el, frunci el ceño cuando abrió la boca para hablar.

-Mi hermosa ____, que bueno volverte a ver.

-Maldito lunático...

-Sin duda alguna.

-¡¿Como demonios no estas infectado?!

-Sencillo, mejore tu droga.

-... Droga?

-Nunca creí que esto llegaría a tal extremo, cuando llegaste al laboratorio, fuiste muy amable pece a los rumores, rumores que confirme, era un experto en las drogas, pero no te importo, por el contrario, pediste mi ayuda, mientras avanzaba tu proyecto aquellas sustancias dejaron de tener su efecto en mi, un día pude observar los efectos de aquella "cura" y siendo guiado por mi necesidad de poseerla me puse a trabajar contigo.

-Infeliz...

-Todavía no termino, como desia, comencé a ayudarte al conseguirte nuevos pacientes y deshaciendome de sus cuerpos inertes, un día, uno despertó y me atacó mientras intentaba obtener una muestra en mi propio laboratorio, esta mordida es la prueba de ello -Apuntó a su brazo con orgullo -Aquello provocó un apetito voraz en mi, gracias a que me encontraba encerrado termine devorando el cuerpo de tu paciente, mas al mismo tiempo, me iso sentir que volaba para después estrellarme contra el mismísimo infierno, fue una sensación única.

Sentí náuseas mientras su sonrisa se agrandaba y sus ojos desbordaban locura, ¿como pude confiar en este loco? Fui tan ingenua, estaba desesperada por salvar a Baji.

-Cuando reaccione, me di cuenta de que no te necesitaba y comvensi a todos de que tu trabajo era un peligro para la humanidad, aunque al final, no me equivoque.

Sonrió con suficiencia y sentí unas enorme ganas de matarlo, pero el uso de la razón me lo impidió y en cambio un sentimiento de esperanza se podero de mi.

-Una versión anterior del virus... Vive en tu cuerpo.

Virus Z //Manjiro Sano x Reader//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora