Virus Z //Manjiro Sano x Reader//

Capitulo 20

Tenía miedo, los cadáveres caían a nuestro alrededor, el cuerpo de Mikey me protegía y recibía todo el daño, mi cuerpo temblaba haciéndome sentir impotente, mis errores seguían lastimandolo, quise convencerlo de que se fuera y me dejara, pero su mirada llena de amor y devoción fue suficiente para saber que me había perdonado y se quedaría a mi lado.

Naoto y yo caminábamos por la guarida, buscando el paradero de ____, fueron voces lo que nos guío a lo que parecía una arena, rodeada de personas gritando, con la vista puerta en su medio de entretenimiento, sin salir de nuestro escondite nos asomamos, la escena era irreal. Infectados siendo derribados por cierto rubio, aunque ahora estaba teñido de carmesí, detrás de él, echo un ovillo, se encontraba la persona a la que habíamos estado buscando.

-Debemos hacer algo.

-No podemos salir hora, todos están reunidos aquí, sería muy arriesgado.

-Los encontramos, es ahora o nunca.

-Debemos hacer un plan, no podemos ser imprudentes Draken.

Demandó Naoto con el ceño fruncido, gruñi con molestia, sabía que tenía razón,pero estaba tan sercas, si no hacíamos nada ahora podríamos perder está oportunidad.

-El está haciéndolo somo, debemos ayudarle.

Naoto suspiro y miro nuevamente hacía ellos, sus puños se apretaron y suspiro, su mirada se dirigió a mi nuevamente.

-Bien, entra y as lo que quieras, llamaré a refuerzos.

Asentí sintiendome más tranquilo, di vuelta mientras Naoto se comunicaba con sus hombres, corrí por los pasillos hasta encontrar la entrada a la arena, estaba sellada, impidiendo que los infectados salieran, corrí hasta la reja y la golpie, llamando la atención de algunos infectados, dispare a algunos haciéndolos caer.

-Te quedarás sin balas antes de que acabes con ellos.

Se ollo una vos a mis espaldas, frene al fuego y mire a un chico de mirada cansada y cabello plateado, sus ojos se abrieron con sorpresa al verme.

-De menos intento hacer algo.

-Si... Siempre intentas hacer algo.

Murmuró mientras una pequeña sonrisa se dibujaba en sus labios, lo vi dar vuelta y caminar a un armario, saco algunos palos y cuchillos, terminando por unirlos con cinta para formar lanzas.

-Esto podría ser más lento, pero no nos quedaremos a medio camino.

Me entrego la lanza y se acerco con la otra, comenzando a atravesar las cabezas de los infectados, la sangre salpicó y mancho la reja, casi llegando a su rostro, inmutable ante lo que acababa de hacer, mire ambas armas en mis manos, volví a aguardar la pistola e imite su acción, alejando a los infectados de ellos.

-¿Que es eso? ¿Que ocurre en ese lugar? -Una voz molesta se levantó entre la conmoción. -Ustedes, vayan a revisar.