Debían ser como las 5 de la mañana, el cuarto estaba aún a oscuras pues ni siquiera el sol se había levantado, pero ahí estaba Jinhwan, su cuerpo demasiado acostumbrado a despertarse temprano que después de esa hora no podía volver a dormir, no importaba lo mucho que lo intentara.
Resignado ante aquello, Jinhwan prefirió levantarse y comenzar sus actividades diarias a pesar que no tenía ningún lugar a dónde ir.
No hacía mucho que había tenido que dejar su último trabajo, el tema con su apariencia física era que cada cierto tiempo debía dejar sus empleos, so riesgo de que comenzaran a dudar de su extraña naturaleza.
El cabello blanco y sus ojos grises resultaban llamativos para el resto pero no era un foco de atención, el problema venía conforme pasaba el tiempo y él no envejecía, o bueno, lo hacía muy muy lento.
Pensó en ello mientras se veía al espejo y se desvestía para tomar un baño, era tal esa diferencia que, a pesar de tener más de 45 años, podía pasar con facilidad por un joven de no más de 20. Tan era así que para ese entonces, sus dos hermanos "menores" parecían ya mucho más grandes que él.
Porque, sea lo que fuera que lo volvía diferente, solo lo afectaba a él; y aunque no se lamentaba de ser lo que era, algunas veces se sentía un poco solitario. Terminó por hacerse un simple batido para desayunar, pensando que podría ir un rato al gimnasio para distraerse, aún no podía buscar un nuevo trabajo hasta que llegaran sus nuevos papeles.
Pues igual como cambiaba de trabajo y de lugar, también debía cambiar sus papeles cada cierto tiempo para adecuarse a la edad que aparentaba. Por mucho que mostrara sus documentos originales nadie creía su verdadera edad.
Por algunos momentos se planteó volver a "trabajar" en el bajo mundo, allí donde su apariencia exótica era muy bien recibida y no necesitaba demostrar su edad, sin embargo negó con la cabeza de inmediato, se había prometido no volver a entrar allí.
Aburrido, dejó el vaso y se asomó por la ventana, lo primero que notó fue la intensa lluvia que caía, la cual arruinaba sus planes de salir a hacer ejercicio. Lo segundo fue la figura sentada en la acera, empapada por la misma lluvia sin aparentemente importarle.
Fue esta figura la que llamó su atención: parecía ser un chico joven, y aunque estaba sentado de espaldas a la ventana de su casa, por la posición de sus hombros y su cabeza parecía realmente abatido.
Jinhwan soltó un suspiro, la parte racional de su mente le gritaba que se mantuviera seguro y seco dentro de su casa, ¿Qué clase de personaje psicótico se queda afuera en la lluvia así? No, salir sería peligroso, muy arriesgado, no debía hacerlo...
Sin embargo, pronto se encontró poniéndose un largo abrigo y tomando el paraguas, quien fuera que estaba allá necesitaba ayuda y Jinhwan no era capaz de solo ignorarlo.
Salió con el paraguas, esperando que si las cosas se ponían feas también podría utilizarlo como un arma aunque no creía llegar a eso. Solo fueron necesarios algunos pasos antes de alcanzar al chico y cubrirlo con el mismo artefacto.
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Sacrificio feérico (JunHwan)
FanfictionLuego de haber abandonado a su última creación a su suerte, Bobby ha roto su prohibición de no crear nuevas criaturas, todo por el empeño de salvar al joven Junhoe de una muerte autoinflingida. Aún como vampiro June vive penando, culpándose por la m...