4.- Sacrificio

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Las dos criaturas cayeron sobre el césped bien cuidado, la casa en silencio solo tenía la luz de una ventana encendida

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Las dos criaturas cayeron sobre el césped bien cuidado, la casa en silencio solo tenía la luz de una ventana encendida. Bobby avanzó directo a la puerta pero Hanbin lo detuvo del brazo.

—¿Qué? June está aquí adentro, puedo sentirlo, vamos.

—Bobby, no podemos entrar en la casa de un humano sin ser invitado, lo sabes —explicó el menor con obviedad.

—Agh, no empieces, tenemos que ir con él antes de que se salga de control, nuestro muchacho aún es muy joven.

Hanbin tuvo que ocultar su sonrisa ante las palabras "nuestro muchacho", ya tendría tiempo después para disfrutar de la sensación familiar, pero ese no era el momento.

Antes de que pudiera decir nada al respecto, mucho menos poder planear alguna forma correcta de entrar, escucharon el gemido de dolor de quien fuera que estaba adentro.

Un jadeo agudo que los alcanzó casi al mismo tiempo que una aroma dulce los intoxicaba. De nuevo, solo bastó que cruzaran la mirada por un par de segundos antes de ponerse de acuerdo y entrar juntos hasta la habitación de la que venían el sonido y el olor.

Bobby tuvo algunos momentos para procesar algunos detalles importantes alrededor del cuarto al que llegaron, aunque lo más importante estaba al centro del mismo: un joven humano de cabello blanco estaba a un lado de la cama y era el que se estaba quejando, debido a que su brazo era sujeto por un Junhoe alterado, que mordía con insistencia la frágil piel, era esa sangre derramada la que olía tan dulce.

Parecía que el humano no estaba luchando ni intentando quitar su mano, aunque el dolor le hacía quejarse y detenerse de la cabecera con su mano libre para evitar caer. Fue eso, junto a los otros detalles que había notado en la habitación, los que le dieron una idea clara de la personalidad del chico.

Bobby cayó en cuenta de que no había tiempo para esas divagaciones cuando las piernas del joven peliblanco temblaron, eso lo hizo reaccionar. En un instante ya estaba detrás de él, pasó un brazo por su pecho para detenerlo mientras tomaba su mano y la alejaba de la peligrosa boca de June.

Con un movimiento rápido lo empujó hacia BI antes de detener a June, pues ya se había lanzado para intentar recuperar a su presa. Era difícil manejarlo en medio de su frenesí, más aún ya que Bobby intentaba no lastimarlo más pues se veía bastante delicado.

—No lo lastimen... —escuchó decir al peliblanco detrás de él, lo cual lo sorprendió bastante.

Con un suspiro de resignación, cerró los ojos un momento para concentrar su poder, al volver a abrirlos los clavó en los ojos enloquecidos de su creación.

—¡Koo Junhoe! ¡Contrólate de una vez! —gruñó con su gruesa voz de mando.

Fue suficiente para que los gruñidos se detuvieran y solo quedó la respiración agitada y un poco sollozante del humano. Ya que June había dejado de forcejear volvió a acostarlo y pudo voltear hacia los otros dos, Hanbin ya había cerrado las heridas del humano, quien para entonces detenía su brazo contra su pecho y los miraba con sus ojos grises agrandados.

Hanbin también parecía sorprendido, se había llevado la punta de los dedos a los labios y miraba al pequeño humano atentamente, como si intentara descifrar qué era.

—Bueno, parece que el peligro ya pasó, ¿estás bien? —preguntó con suavidad para romper el tenso ambiente.

El dulce peliblanco se miró el brazo, ahora con la herida cerrada y casi cicatrizada. Volvió la mirada a Bobby para asentir una vez, despertando su sonrisa.

Sin embargo, antes de que pudiera decir nada Hanbin intervino.

—¿Qué eres? —preguntó la criatura.

—¿Qué, yo? No, yo, soy solo, Jinhwan...

—¿De qué hablas, BI? —preguntó Bobby entonces.

—Su sangre, él es demasiado dulce como su olor, y es deliciosa. Es una tentación,

La manera en que lo dijo hizo que el humano lo mirara asustado y retrocediera un par de pasos. Antes de que pudiera seguirlo Bobby ya estaba a un lado y lo detuvo del hombro.

—Hey, bro, asustas al chico.

Eso funcionó, Hanbin sacudió un poco la cabeza para recuperar el control de sí mismo. Como para poder distraerse, le dio la espalda al joven humano para ir a revisar a June, quien desde la orden de Bobby no se había levantado ni dicho nada.

—Bueno, como ya pudiste escuchar, ellos son BI y June, a mí puedes decirme Bobby —se presentó entonces el mayor aún intentando tranquilizar el ambiente—. Ahora, pequeño Jay, me gustaría que me contaras cómo es que conoces a nuestro June y qué es lo que le pasó.

—¿Jay?

—Sí, no alcancé a escuchar bien tu nombre pero, créeme, es mejor así, para nosotros ahora serás Jay —acotó Bobby con una sonrisa tal que Jinhwan solo pudo suspirar en aceptación.

Aún con palabras alteradas y entrecortadas, Jinhwan les contó cómo había encontrado al otro chico durante el amanecer anterior y lo había metido a su casa en un intento de ayudarlo. Conforme fue hablando, se fue tranquilizando un poco, aquel chico/vampiro o lo que fuera no parecía ser tan aterrador como los otros, su sonrisa era afable y contagiosa.

—Yo, bueno, en realidad no estaba del todo seguro, pero él parecía necesitar ayuda. No sé bien lo que es, lo que son, pero no podía dejar que simplemente muriera allí.

—Comprendo, eso explica lo de la cruz y los espejos.

—¿A qué te refieres? —preguntó BI acercándose, Jinhwan se tensó un poco ante su cercanía aunque la criatura se quedó detrás de su otro amigo.

En respuesta Bobby señaló a la pared sobre la cama, allí colgaba una playera negra cubriendo algo que, por los bordes, se podría creer que se trataba de una cruz. De igual manera los espejos del tocador y el armario estaban cubiertos por telas así; en la ventana habían colgadas algunas cobijas gruesas además de las cortinas.

—Oh, ya veo —comentó BI

—Yo, bueno, en realidad no sabía, no estaba seguro, de lo que era real y lo que no, no quería dañarlo más, por un descuido... —balbuceó, y para sorpresa de los otros incluso se sonrojó un poco.

Bobby rio abiertamente, aunque el otro le dio un codazo para que se controlara.

—Ya, ya, lo siento, es solo que me parece tan tierno. Lo que me sorprende es que, aún suponiendo lo que somos, te decidieras a ayudar a June, y a platicar aquí con nosotros así.

Jinhwan suspiró y desvió la mirada hacia la cama.

—¿Cómo está? —preguntó, intentando desviar el tema de una pregunta en la que no quería profundizar

—Está débil, al parecer la luz del sol alcanzó a tocarlo —ante la explicación de BI, Bobby no pudo reprimir un escalofrío, feos recuerdos querían volver a su mente—, pero creo que se pondrá bien, solo necesita descansar y quizá algo de sangre.

Esa vez fue Jinhwan quien tembló, aunque estaba dispuesto a dar más de su sangre, el solo recordar el dolor que había sentido cuando June lo mordió hizo que su cuerpo se rebelara.

—No te preocupes, nosotros le daremos nuestra sangre, no tendrá un buen sabor para él pero le ayudará a recuperarse más rápido —explicó Bobby.

—Aunque, de momento, no sé si sea conveniente moverlo —BI parecía pensativo.

—No hay problema, si necesita quedarse aquí puede hacerlo —se apresuró a ofrecer el humano.

—Sí, eso nos sería de mucha ayuda, gracias —dijo Bobby también.

Sacrificio feérico (JunHwan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora