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Jinhwan aún reposaba en su cama, la sábana blanca que lo cubría estaba pulcramente doblada por debajo de sus brazos, como si se encontrara en un hospital

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Jinhwan aún reposaba en su cama, la sábana blanca que lo cubría estaba pulcramente doblada por debajo de sus brazos, como si se encontrara en un hospital.

Habían pasado tres noches ya desde que lo habían rescatado pero aún no había despertado, y no pasó un solo momento en el que Junhoe se separara de su lado. Como entonces, que estaba arrodillado junto a la misma cama, dormitando sobre sus brazos recargados en el colchón, a un lado de su Jinani.

Presintió de pronto la cercanía de un humano, aunque no se inmutó ni siquiera al escuchar la puerta abrirse, había ya reconocido el aroma de Song, el cual había acudido allí todas las noches desde que llegaron, así que no había mayor problema.

Song se acercó a ellos, observando con detenimiento el rostro dormido de su hermano, aunque también se tomó algo de tiempo para analizar al pelinegro.

Se había mantenido atento a los otros en cuanto despertó, o más bien en cuanto logró escapar del poder de BI. Aquello pareció sorprender al vampiro, más aún al ver que recordaba todo lo que había pasado, pero ¿cómo podía olvidar si su hermano estaba en tal peligro?

Parecía resignado mientras le contaba lo que había ocurrido y lo que ellos eran, todo mientras curaba a June y el otro salía a buscar a aquel monstruo que se había llevado a su hermano. Song escuchó con aparente calma, e incluso se ofreció a buscar cualquier pista durante el día, cosa en la que tenía ventaja de ellos.

—Es demasiado peligroso, dejanoslo a nosotros —había pedido BI con su misma parsimonia—. ¿Por qué parece que no tienes miedo de nuestra raza?

—No estoy seguro, siempre he sabido que Jinani es diferente, sobrenatural, pero no por eso es malo. Desde que conocí a June algo me dijo que él tampoco era normal, pero no pude notar ninguna malicia de su parte, así que, no lo sé —se encogió de hombros—. Supongo que estoy demasiado preocupado por él como para tener miedo por mí.

—Debe ser por la voz de mando BI, recuerda que le dijiste que "no temiera"—comentó de pronto Bobby detrás de él, lo que lo hizo brincar lejos— Como sea, Song, no necesitas preocuparte tanto, creo que los he encontrado.

—¿En serio? ¿Dónde? ¿Cómo está él? —Para su sorpresa fue June quien se soltó a preguntar, hasta entonces no había emitido el menor sonido.

—Está algo lejos, en los bosques del norte. Solo percibí la presencia de Mino, me alejé antes de que me notara pero es seguro que lo tiene con él.

—¡¿Pues qué estamos esperando?! ¡Vamos por él!

—Tranquilo, Sassy boy, no podemos solo llegar así, Mino nos percibirá de inmediato y quién sabe lo que podría hacer. Pero dije que no tenían de qué preocuparse ¿recuerdas? Ya tengo un plan —exclamó confiado.

En efecto, al final de esa misma noche los tres habían vuelto y traían a Jinhwan con ellos, aunque parecían algo lastimados al menos ya estaban a salvo. El problema era que, aún tres días después, su hermano no daba muestras de despertar.

Song soltó un pesado suspiro que llamó la atención de June.

—¿Aún no ha despertado?

Junhoe se despabiló un poco antes de negar con la cabeza, se quedó mirando un rato al peliblanco dormido, analizando todo lo que sus sentidos le decían.

—No, pero Taeyang dijo que tomaría algunos días para que se recuperara. Además, ahora tiene un mejor color y su corazón se escucha más fuerte.

Esta vez fue la criatura quien soltó un suspiro algo pesado, a lo que Song se estiró por sobre la cama para poner una mano conciliadora en su hombro.

—¿Sabes? Mi hermano es bastante terco, si se ha propuesto despertar puedes tener por seguro que lo hará, solo hay que darle algo de tiempo.

Junhoe asintió, agradeciendo con la mirada también aquel apoyo. Sí, también creía que su Jinani despertaría en cualquier momento, era fuerte y gracias a sus propios sentidos sobrenaturales se había podido percatar de su mejoría.

—Sí, creo que tienes razón, gracias.

Se inclinó para poder depositar un pequeño beso en la mejilla de Jinhwan, en el delicado lunar que siempre lo tentaba a besarlo así. Cuando iba a retirarse sintió el suave resoplido que soltó el peliblanco, sorprendido se levantó para encontrarse con una media sonrisa que marcaba sus labios.

Creyó estar soñando cuando aquellos ojos grises que tanto anhelaba ver se entreabrieron por fin.

—Hola... —susurró el humano con la voz baja y un poco rasposa.

Junhoe respiró profundo, sintiendo desaparecer gran parte de la preocupación que aplastaba su pecho.

—¿Cómo estás? ¿Estás bien? ¿Te duele algo?

La sonrisa de Jinhwan se ensanchó un poco más ante la lluvia de preguntas.

—Tranquilo, estoy bien, solo me siento cansado. Lamento haberte asustado así...

Se vio silenciado de pronto por un golpecito en su hombro, volteó aún de forma lenta para encontrarse con la mirada enojada de su hermano.

—Eso es por romper tu promesa, hyung. Habías prometido no volver a hacer cosas peligrosas por otros... —su voz se quebró un poco al final.

—Lo siento, en verdad no quería asustarlos así, pero era la única forma, si no lo hacía los tres terminaríamos heridos o algo peor. De tres a uno, las matemáticas indican que era lo mejor.

—¡No me importan las estúpidas matemáticas, hyung! No puedes volver a hacer algo así de peligroso, jamás, no siempre estarán ellos para salvarte.

Jinhwan estaba a punto de disculparse de nuevo, de buscar alguna forma de hacer sentir mejor a su hermanito y difuminar su enojo, cuando su menté terminó de procesar lo que acababa de escuchar.

—Espera, ¿ellos? ¿Tú sabes de, ellos?

Song asintió.

—Yo, estaba cerca cuando te llevaron, y lo vi todo. Tus amigos me explicaron lo que había ocurrido —resumió de manera escueta.

Jinhwan iba a alegar algo cuando exhaló pesadamente, el cansancio aún pesaba sobre todo su cuerpo.

—Bueno hyung, creo que lo mejor es que me vaya, aún debo avisarle a Chani que te estás recuperando de tu "enfermedad contagiosa" —dijo el castaño con una sonrisa traviesa, se despidió con un gesto también de June antes de salir.

Junhoe se pudo dar cuenta de cómo el cuerpo humano perdía su resistencia y se derretía contra las almohadas, por lo que se apresuró a mullirlas y a acomodar las sábanas en su lugar. Jinhwan había vuelto a cerrar los ojos y se dejaba hacer, de pronto susurró su nombre.

—Aquí estoy, Jinani, ¿qué ocurre?

Jinhwan se esforzó por abrir de nuevo los ojos para mirar las violetas orbes contrarias.

—June, ¿recuerdas, la segunda noche, que pasaste aquí? ¿Cómo dormiste, conmigo?

—Sí, lo recuerdo.

—¿Podríamos volver, a dormir, así? —pidió, aún con el mismo susurro bajo y rasposo.

Junhoe sonrió enternecido mientras subía también a la cama, con cuidado de no aplastarlo o lastimarlo, lo abrazó para que quedara recostado contra su pecho como aquella vez.

—Gracias, por salvarme, por cuidar de Song, y gracias por dormir conmigo así —murmuró ya medio dormido.

La criatura se inclinó para dejar un beso sobre su cabello blanco. Solo unos minutos después ambos estaban profundamente dormidos, juntos y sin soltar su abrazo.

Sacrificio feérico (JunHwan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora