23.- Entrega

20 5 0
                                    

Hanbin y Jiwon llegaron por fin hasta su escondite, acababan de dejar a June y a Jay en la casa del último para esperar a que despertara

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hanbin y Jiwon llegaron por fin hasta su escondite, acababan de dejar a June y a Jay en la casa del último para esperar a que despertara. Las otras dos criaturas dijeron que se alejarían un poco para poder buscar comida y refugio para esas noches, pero prometieron volver pronto para terminar la charla que tenían pendiente.

Así que al final terminaron los dos solos. El camino a casa había sido silencioso y algo tenso, cada uno inmerso en sus propios pensamientos, aunque Bobby se percató de cómo el menor aún se sujetaba el costado, todavía podía oler su sangre derramada y a cada momento la furia por aquello iba creciendo en su interior.

Una vez a solas en su habitación, se escuchó el suspiro pesado de BI.

—Escucha Bobby, yo...

—Quítate la playera —le interrumpió con voz seca, dejando descolocado a BI.

—¿Qué?

—Quítate la playera, voy a sanarte.

—No, no es necesario, Bobby-ah, si quieres que me marche...

Hanbin había bajado la mirada, se mantenía de pie a un lado de la habitación y, sin darse cuenta, se había abrazado a sí mismo.

Desde que había escuchado sobre las verdaderas intenciones del bibliotecario se quedó en blanco: ¿Acaso había forzado su presencia con Bobby? Sí, lo había hecho, pero porque pensó que era lo que debía hacer, y suponía que el contrario también, que solo por eso lo había aceptado a su lado. Lo había obligado a cambiar su vida, a seguir las reglas como a él mismo le habían enseñado, argumentando que era su obligación pues el propio bibliotecario se lo había ordenado, ahora quedaba claro que habían malentendido toda la situación.

Podía suponer que Bobby desearía que lo dejara en paz y poder volver a su vida disoluta y divertida. Y aunque le dolía demasiado aquella idea, tampoco podía pensar en una razón válida para evitarlo, más allá de sus propios sentimientos.

Perdido como estaba en aquellos pensamientos, no notó el movimiento de Bobby hasta que lo tuvo frente y él lo sujetó por el cuello de la playera. Hanbin se sorprendió bastante, podía sentir el temblor en la mano, vio la mirada iracunda en sus ojos, era claro que Bobby estaba más que enojado, y podía entenderlo.

—Dije que voy a sanarte —gruñó el mayor con los dientes apretados.

De pronto Bobby lo empujó hacia atrás con fuerza, aunque no soltó la playera así que ésta terminó por desgarrarse. BI quedó en el suelo y con el torso desnudo, el golpe reverberó en su costado herido y le hizo gemir de dolor. Para cuando pudo darse cuenta ya tenía a Bobby sobre él, pasando la lengua muy suavemente sobre su abdomen, alrededor de las rasgaduras que había dejado Mino.

—¡Hey! ¿Estás loco? ¿Qué estás...? —se vio silenciado por las caricias húmedas en su torso, Bobby estaba lamiendo directamente dentro de las heridas.

Sacrificio feérico (JunHwan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora