Jinhwan reposaba cómodamente en su sofá, rodeado por varias almohadas bastante mullidas, sostenía una taza de té verde que Junhoe le había preparado, con bastante miel y algo de leche.
Frente a él se encontraba Taeyang, tal como había prometido, volvió para poder platicar con él acerca de su naturaleza y la de las criaturas a las que estaban ligados.
Junhoe se había mantenido revoloteando a su alrededor, desde que había despertado un par de noches atrás, la criatura se dedicaba a cuidarlo casi a sobremanera. Esa noche, cuanto Taeyang llegó, él mismo había llevado a Jinhwan a la sala, había colocado muchas almohadas alrededor y le preparó el té. Para ese momento se acercaba con una manta en sus brazos.
—Estoy bien June, anda ven a sentarte —comentó divertido el humano.
Por algunos momentos Junhoe se quedó allí de pie, con la manta aún en las manos; al final Jinhwan suspiró con resignación y le hizo un gesto con la cabeza, June sonrió mientras se acercaba y le colocaba la tela calentita en los hombros.
Taeyang sonreía también, divertido por aquello.
—Es bastante normal, luego de lo que viviste, que tu pareja quiera cuidarte a ese grado, además de todo está en sus instintos pero con el tiempo se calmará —le guiñó un ojo.
Jinhwan sonrió enternecido y giró la cabeza para dar un rápido beso a Junhoe, que por fin se había sentado a su lado.
—Está bien, en realidad es divertido tener a alguien que te cuide así —suspiró antes de centrar su atención en la otra criatura—. Así que, dijiste que eras como yo ¿no es así? ¿Sabes lo que somos?
Taeyang asintió una vez, acomodándose mejor para comenzar a narrar.
—Dentro de su mundo se nos llama seres feéricos, con ese nombre se nos describe en su bibliografía desde hace más de un siglo. Se cree que se trata de una mutación para poder atraer a las criaturas a nuestro lado, algo así como las flores que tienen un aroma dulce para atraer e las abejas y poder ser polinizadas.
>Nuestra naturaleza está pensada para atraer y "atrapar" a una criatura a nuestro lado, es por eso que se potencía al ser marcados por uno, para que podamos vivir más tiempo a su lado y brindándoles nuestra sangre, que es más nutritiva para ellos.
—Bueno, dicho así suena lógico.
—Lo es, pero nuestra reproducción es extraña, aparece de forma aleatoria aunque creemos que es genético, solo que se salta varias generaciones antes de volver a aparecer. No es algo demasiado común en realidad, aunque por lo que me dice el bibliotecario, actualmente hay una proliferación algo más grande.
—Entonces, ¿hay más como yo?
—Así es, eres el décimo ser feérico del que tenemos conocimiento. De ellos, cuatro ya hemos sido convertidos en criaturas también, eso incluye a la propia pareja del bibliotecario. Y creemos que hay otro oculto más al norte de aquí, justo nos dirigíamos hacia allá a investigar cuando nos avisaron de ustedes.
Jinhwan suspiró, durante tanto tiempo se había sentido solo, como si fuera único en el mundo, como si se tratara de un extranjero aún en su propio país. Ahora sabía no solo que había otras varios como él, sino que tenía una pareja tan sorprendente y única como él con la que podía pasar todos los años venideros, que pintaban para ser muchos.
—Ya veo.
—Sé que puede ser algo solitario. Y peligroso algunas veces, nuestra sangre es muy atractiva para las criaturas y si no tenemos una pareja que nos proteja...
Jinhwan se acarició la parte derecha del cuello, rememorando lo que había pasado con Mino. Al ver aquel gesto Junhoe lo atrajo entre sus brazos, allí se sentía tan seguro que solo se derritió contra su cuerpo.
—Gracias —le susurró a June antes de voltear de nuevo hacia el otro.
Taeyang tenía una cierta sonrisa enternecida al verlo.
—Ahora que llevas la marca de June estás más a salvo, sobre todo de las criaturas antiguas o las que aún siguen las antiguas normas. Y aunque sé que June y los otros te protegerán de los que no, puedes mantenerte seguro con algo de plata, además de evitar su mirada para no sucumbir a su poder de mando.
Jinhwan asintió, tomando nota mental de todo aquello, aunque notó cómo June se tensaba un poco a su alrededor.
—Jamás dejaré que nada así te vuelva a pasar, te lo juró. Creo que no te he dicho lo siento por todo lo que has pasado, pero no permitiré que vuelva a ocurrir algo así.
—Ey, nada de lo que pasó fue tu culpa. Ya dijeron que de todas formas mi sangre los atraería. Por el contrario, agradezco haberte tenido cerca para que pudieran ir a rescatarme —se inclinó para dejar un beso conciliador en sus labios.
Junhoe lo estrechó de nuevo con fuerza, restregando el rostro contra el suyo.
—Bueno, si no tienen ninguna otra duda, creo que lo mejor será que me vaya y los deje seguir en su idilio. Nos veremos de nuevo.
—Gracias, Taeyang-shi, gracias pos todo —dijo Jinhwan con sinceridad, siendo secundado también por Junhoe.
—No es necesario, ha sido un placer conocerlos ¡Adios!
La pareja fue a despedirlo a la puerta, una vez cerrada, Junhoe cargó a Jinhwan entre sus brazos de pronto, sorprendiendo al peliblanco.
—Mi Jinani —ronroneó, pegándolo a su pecho para enterrar el rostro en su cuello.
—Mi Junhoe —contestó él a su vez, riendo por lo intempestivo de su acción.
Así Junhoe lo llevó de regreso a su habitación para depositarlo en la cama, todo sin romper el beso que había iniciado nada más escuchar su nombre siendo así pronunciado.
—¿Cómo te sientes? —preguntó Junhoe una vez que ambos quedaron sobre la cama.
—Ya te dije que estoy bien, estoy lo suficientemente bien como para darte algo de mi sangre —dijo con toda la intención, su sonrisa pura tentación.
—¿En verdad? —preguntó divertido.
Se inclinó sobre él para besar su cuello, utilizando sus colmillos con suavidad para encender el deseo de ambos. Jinhwan se aferraba a él con los brazos y contorneaba el cuello, sintiendo como cada una de sus terminaciones nerviosas iban despertando en antelación.
Junhoe se tomó algo de tiempo para sacar la playera que hasta entonces Jinhwan había llevado, y así quedó con el camino abierto para disfrutar de su piel al igual que había hecho con su cuello. Embriagado por el aroma de su Jinani, dulcificado aún más por el placer, se dedicó a complacerlo hasta que no pudo resistir más.
—June, June ya, hazlo ya, por favor.
Junhoe se levantó con una media sonrisa confiada. Sin decir nada más volvió a acercarse a su cuello, siendo apresado de inmediato por los brazos y las piernas del peliblanco. Por fin, rompió la piel deliciosa, obteniendo acceso a la ambrosía que tanto anhelaba.
Jinhwan jadeó con fuerza su nombre mientras sentía el placer estallando en su interior, tan fuerte y delicioso como si su sangre fuera suplida por lava líquida, y con cada succión del pelinegro éste crecía más y más.
Al final, pareciera que su cuerpo y su mente se fundieron en el placer hasta convertirse en luz líquida. Despertó luego de algunos minutos, recostado en el pecho cálido de su June.
—Te amo, mi delicioso y tierno Jinani —le susurraba él en aquel momento.
—También te amo.
Así ambos se quedaron dormidos, confiados y felices en los brazos del otro, confiados del futuro largo y prometedor juntos que tenían por delante.
FIN
Abril 2022
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Sacrificio feérico (JunHwan)
FanfictionLuego de haber abandonado a su última creación a su suerte, Bobby ha roto su prohibición de no crear nuevas criaturas, todo por el empeño de salvar al joven Junhoe de una muerte autoinflingida. Aún como vampiro June vive penando, culpándose por la m...