Jinhwan no tenía ni idea de a dónde lo había llevado la criatura que lo había raptado, la velocidad a la que se movieron fue tal que todo a su alrededor se volvió borroso, el aire golpeó con rudeza su piel y se robó el oxígeno de sus pulmones.
La sensación de caída fue aún peor, por lo que para cuando el movimiento terminó y él quedó en el suelo tardó algunos segundos en darse cuenta. Tomó un poco más de tiempo para recuperar el aliento así como el control de sí mismo, debía someter a su miedo y representar su mejor papel si es que quería salir bien librado de allí o, al menos, ganar el suficiente tiempo para mantener a sus seres queridos a salvo.
Cuando estuvo listo se levantó por fin, lo primero que notó fue que estaba en una gran estancia de piedra helada, el mismo ambiente se sentía húmedo y antiguo, como si se encontraran en un viejo castillo abandonado. Esa misma imagen era reforzada por el gran "trono" ubicado contra la pared contraria a la puerta, de la misma piedra tosca, sobre el que estaba sentado el vampiro que lo había secuestrado.
En cuanto se supo observado, el vampiro le sonrió con tal malicia que Jinhwan se quedó estático, incluso su respiración se cortó por algunos momentos a pesar de sus esfuerzos por mantenerse sereno y seguir pareciendo tentador.
—Así que, pequeño bocadillo, ¿qué eres? —Aún su voz sonaba helada y poderosa, más gracias al eco del lugar.
—Lamento decir que no sé "qué" soy, solo sé que soy especial, y que al parecer mi sangre tiene un sabor particular para ustedes.
—Como sea, en realidad no me importa la razón, a partir de ahora eres MI bocadillo personal. A partir de ahora perteneces a Song MinHo... —pareció pensar unos momentos en lo que acababa de decir, cuando volvió a hablar su voz se volvió una octava más baja—. Pero jamás me llamarás por ese nombre, para ti ahora soy tu amo, ¿entendido?
Jinhwan tragó duro ante aquello pero solo asintió, no era la primera vez que se enfrentaba a un cliente que deseaba jugar con esta dualidad amo-esclavo, y aunque sospechaba que en esta ocasión las implicaciones eran mucho más serias y peligrosas, si se ponía a pensar demasiado en ello terminaría por sucumbir ante el terror.
—Bien, ahora quítate toda esa ropa —espetó entonces Mino, con un movimiento despectivo de su mano.
De forma lenta Jinhwan comenzó a obedecer, sin despegar la mirada del otro se fue quitando los zapatos y calcetines de una patada, luego desabrochó su abrigo para dejarlo a un lado; se dio cuenta de la manera en que los ojos del otro brillaron cuando se quitó el pantalón.
Por último se quitó la playera de manga larga por encima de la cabeza, no podía dejar de tiritar tanto por el frío como por el miedo. Justo cuando llevó las manos al tirante de sus boxer negros, la voz cavernosa lo detuvo.
—¡Suficiente! Así me basta, en realidad tienes un cuerpo tan apetitoso como tu olor —se pasó la lengua por los labios—. Ahora, quítate esa maldita cosa del cuello.
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Sacrificio feérico (JunHwan)
Fiksi PenggemarLuego de haber abandonado a su última creación a su suerte, Bobby ha roto su prohibición de no crear nuevas criaturas, todo por el empeño de salvar al joven Junhoe de una muerte autoinflingida. Aún como vampiro June vive penando, culpándose por la m...