Lo miro y su cara está tan cerca que nuestros labios podrían tocarse, si tan solo...
Cierro los ojos y niego con la cabeza, paso por su lado y cierro el grifo. Miro mi reflejo en el espejo y acomodo mi cabello.
-Dile a tus padres que me sentí mal, y que me quedaré en mi habitación-Habla antes de salir.
Y solo suelto el aire que retenía en mis pulmones. Trato de relajarme.
Bajo de nuevo y todos están en la sala hablando felizmente.
-¿Y Darion?-Mamá iba a subir las escaleras.
La tomo del brazo.
-Dijo que se le dolía la cabeza, que se acostaria. No creo que sea bueno molestarlo.
Mamá asiente con la cabeza antes de irse a conversar con los demás.
Camino a unas de los muebles y saco mi celular. Reviso mi Instagram.
El celular casi se resbala de mi manos cuando la cara de la chica que estaba en el baño con Darion aparece.Paulette Buccielli.
Reviso su perfil y un nudo se forma en mi estómago, sus fotos son realmente hermosas y tiene muchos seguidores. Hay fotos en la que sale Darion con uniforme del equipo de Acros.
Con frases como.
Mi campeón.
Mi chico ideal.
Ruedo mis ojos, que ridículo.
Tan poco es tan linda solo tiene, facciones delicadas. Su cabello castaño largo está bien cuidado. Sus pestañas larga son hermosas y sus manos delgadas que me ayudaron a levantarme con amabilidad tampoco son tan atractivas.
Joder ¡Ella es perfecta! Por qué trato de engañarme.
Sigo bajando y observando sus fotos.
Tapo mi boca cuando un like se va en una foto donde salen ella, Winn y Darion.
Quito rápidamente el like.Pero poco minutos después llega su solicitud para seguirme.
¡Se dió cuenta que revisaba su perfil!
Cálmate Nat, solo es coincidencia.
Acepto y le devuelvo.
™
Tío Nerio ya se ha ido.
Mis padres ya se van a dormir.
Y Brendan hace rato que se fue a su habitación.
Solo quedó yo, vagando en la cocina. Sumiendome en un rico pudin de chocolate mientras la cara perfecta de Paulette llega a mi cabeza.
Es muy bonita.
Estoy por darme otra cucharada cuando la cara de Darion llega a mi mente. Aunque estuviera de espalda al espejo se notaba lo enfadado que estaba.
¿Debería disculparme?
Tomo un poco de pudin y subo las escaleras. Llegó hasta su puerta.
¿Debería tocar?
No seas cobarde hazlo.
Y si está durmiendo.
¡Toca!
Mis nudillos hacen contacto delicadamente contra la madera.
Espero unos minutos.
Y no abren.
Vuelvo a tocar. Pero no hay respuesta.
Estoy por darme vuelta cuando la puerta se abre.
Darion me mira serio pero eso no llama mi atención.
¡No trae camiseta!
Se aclara la garganta, y me centro de nuevo.
-Solo, quería darte las gracias por ayudarme con lo del vino.
-Aja.
-Y pedirte disculpas por lo de hace un rato.
-Esta olvidado.
-Y quería darte este pudin-Lo extiendo.
-No como chocolate-Dice secamente.
-Oh-Miro el suelo-Ten buenas noches.
-Tu igual.
Cierra la puerta en mi cara.
Me doy una cucharada del pudin mientras camino a mi habitación, al llegar lo dejo en la mesita y me tiró en la cama.
Miro el techo durante un rato, no puedo dormir, solo doy vueltas en la cama.
Miro la ventana, las estrellas iluminan el oscuro cielo, el silencio se pasea por la habitación mientras que el sueño no se asoma por ninguna parte.
Juego con el cordón de mi pijama.
Suena golpecitos a la puerta.
Me levanto perezosamente y abro. Quedó paralizada cuando Darion me mira.
Lleva una mano a su nuca y la rasca dudoso.
-Quiero pedirte disculpas por cerrarte la puerta en la cara.
Dice.
-Descuida.
Me mira pero no dice más.
Nos miramos fijamente durante un rato. Mi mirada baja a su labios y luego suben a sus ojos.-Darion...
-¿Si?
-¿Aún quieres darme mi primer beso?
Él sonríe, antes de dar un paso al frente. Toma mis caderas y con su fuerza me alza hasta quedar a su altura, nos miramos fijamente. Él mira mi cara como si quisiera grabarsela.
Susurra algo. Pero no logro escucharlo.
Mi garganta está seca. ¿Debería acercarme? O ¿esperar a que él lo haga?
Mi mano sube hacia su hombro y con timidez lleve la otra a su cabello. Él respira mi aroma, y mueve su cabeza ligeramente hacia delante, cierra los ojos así que yo hice lo mismo.
Primero besa mi mejilla con delicadeza, después mi nariz para después besar mi otra mejilla.
Siento mi piel erizar.
Lamí mis labios y lo siento sonreír contra mi mejilla.
Su aliento choca con mis labios antes de que se tocaran. Al principio ninguno de los dos se movió. Nuestros labios solo se tocaban pero no sé movían.
Ladeo un poco mi cabeza e entreabro mis labios. Su lengua trazo mi labio inferior antes de atraparlo con su boca.
Y no se cuánto tiempo duramos así.
Solo se que las mariposas no dejaban de revolotear.
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Mi padre el Gigoló. [Libro III].
Teen FictionDespués de un traumático incidente sus padres deciden restringirla del exterior. Al fin Natalie probará un poco del mundo y que mejor momento que la época universitaria. ¿Un poco de sabor a libertad harán que abra sus alas? O ¿Se dejara cegar por...