Nunca creí que un viaje en auto fuera tan incómodo, hasta este.
Noah dice que no esta molesto pero es obvio que si lo está, que vergüenza, ¿Comó pude dedicarle una cancion a Darion delante de todos?
Miro por la ventana, las luces de la ciudad pasan a una velocidad adecuada, mientras que personas disfrutando la noche hace que sienta un poco de envida, ya que yo, arruine la mía.
Mejor dicho.
Nuestra.
—Noah yo...—Trato de hablar pero alzá su mano para que me callé.
—No quiero oir tus excusas Nat—Dice apretando el volante.
—No son excusas, quiero decirte la verdad.—Digo vencida.
—¿Cuál verdad?—Me hago pequeña en el asiento cuando observo como una vena brota de su cuello, su cara esta totalmente roja, pero eso no me aterra, lo que realmente me aterra es como esos ojos inyectados de sangre me obsevan ahora mismo.—¿QUE ESTAS ENAMORADA DE DARION?
Frena de golpe. Y agradezco tener el cinturon de seguridad, por que si no, hubiera salido disparada por el parabrisas.
—¿Crees que soy lo suficientemente estupido para no darme cuenta de eso?
—No es eso...
—¿Y entonces que es?
Por alguna razon su mirada me recuerda a alguien pero no se a quien exactamente.
—Me siento muy mal por lo que paso hace un momento y queria disculparme.—Me excuso, por que siento que si me sincero ahora mismo esto va a terminar muy mal.
Una sonrisa, poco sincera se acentua en su rostro.
—De esto se tratan las relaciones Natalie—Dice y toma mi rostro para acercarlo al suyo, con un poco mas de fuerza de la necesaria—De reconocer los errores que cometemos y admitirlo en voz alta—Sus labios se apoderan de los mios y los mueve con violencia, el aire sale de mis pulmones y trato de despegarme, pero retiene mi cabeza y me sigue besando—No volvera a ocurrir.
Dice cuando se aparta, mi lengua siente el sabor metalico de mi sangre, ya que para finalizar nuestro beso, mordió mi labio inferior con mucha fuerza. Sin decir una palabra giro mi cabeza hacia la ventana.
—Cuando Ry dijo que nos llevaria al club de su padre—Dice con hastio—Creí que nos invitaría al club divertido.
—¿Y ese no fue divertido para ti?—Digo con molestia.
Me dolio su mordida, nunca nadie me habia tratado así.
—Si... Pero no era la clase de diversión que queria experimentar contigo hoy—Y por primera vez, vi como paseo sus ojos por mi cuerpo de forma obscena.
—¿Por que me estas tratando de esta forma?—Digo en hilo de voz—Si, estuvo mal lo del club, pero ya me disculpe...
Una risa agria salio de su garganta.
—Creí, que esto era normal en tu familia, esas mirada, esos besos.—Habla y alzo mi ceja.
—No se por que me dices eso—Digo.
—No te hagas la inocente Nat, tu tío lleva un club sexual, estas conversaciones deben ser normales para tí.
Abro mis ojos sorprendida.
—¿De que estás hablando? Tío Nerio podra ser un poco liberal, moderno, pero no creo que tenga "un club sexual"—Hago comillas.
Él alza la ceja.
—¿De verdad no sabías nada?—Habla entre asombrado y divertido—Llama a Ry. Que ella te lo diga.
—No me hace falta llamar a nadie, por que se que no es verdad.
—¿Y por que no la llamas?—Dice con una sonrisa, esa sonrisa que antes me parecia hermosa, ahora me parece siniestra.
Niego con la cabeza y miro al frente.
—Entoces lo hare yo.
Sacó su celular y marco el numero, que poco despues comenzo a repicar.
—No se que ganas contandome esto—Digo con molestia mientras trato de colgar la llamada.
—¡Que te quites esa venda de los ojos, que veas como realmente es tu familia!
Dejo de forcejear y lo miro fijamente.
—¿Que sabes tu de mi familia?—Digo y él entreabre los labios para responder.
—¿Aló?—Ry responde el celular.
—Anda, preguntale.—Me susurra Noah para que Ry no escuche.
—Ryry te hare una pregunta y quiero que me respondas con la verdad.
—Vale Naty—Dice pero el ruido del club hace que no se oiga muy bien lo que dice.
—¿Sabias que tu papá tiene un club sexual?
La oigo reirse.
—¡Pues claro! un dia estos clubes seran míos, tengo que saber en que negocios anda metido mi padre—Dice—Además donde crees que descubri que era bisexual?—Hace silencio—¿Tu no sabias?
—No—Digo reaccionando—Pero esta bien...
Noah cuelga la llamada.
—Que feo que tu famila te oculte cosas Nat—Hace una mueca de pesar— Pero bueno. ¿Vamos a dormir?
Asiento sin ganas, el pone el auto de nuevo en marcha. El silencio es mi mejor aliado en este momento, el labio aun me palpita y solo quiero llegar a mi habitación.
Winn ventilo mi confesión.
Mi familia me oculta secretos.
Y ya no estoy segura de querer estar con Noah, el lado que me mostro hoy, me aterra.
—Llegamos—Dice sancandome de mis pensamientos.
Miro la residencia, pero no es la de la universidad. Me giro hacia Noah quien se lanza sobre mi.
Su lengua trata de abrirse paso dentro de mi boca, pero se la muerdo, en un gruñido se aparta y me mira enfadado.
— ¿A donde me tragiste?—Pregunto al no reconocer el lugar.
—Es un motel—Rueda lo ojos—Obviamente no podiamos tener sexo en mi habitación, ya que mi compañero debe estar ahí.
—¡Y quien te dijo que tendriamos sexo!—Le grito.
—¡Yo!—Me grita de vuelta—Yo lo decidí, ¿O que? ¡Quieres que te pague?
—¿DISCULPA?
—Como a tu padre—Rie—Llevas su sangre, no me sorprenderia que heredaras sus mañas.
No se lo que hago, cuando reacciono, mi mano ya ha palmeado su rostro, que ahora esta girado de medio lado.
Sonrie agriamente antes de volverse.
—Ya me canse Natalie Pockerman.
Dice abriendo la puerta de mi lado.
Unas manos rodean mi rostro mientras me jalan desde atrás.
ESTÁS LEYENDO
Mi padre el Gigoló. [Libro III].
Ficção AdolescenteDespués de un traumático incidente sus padres deciden restringirla del exterior. Al fin Natalie probará un poco del mundo y que mejor momento que la época universitaria. ¿Un poco de sabor a libertad harán que abra sus alas? O ¿Se dejara cegar por...