Capitulo 14.

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Al llegar a unos de los bares más cercanos al campus, me sorprende ver a tantas personas.

¡Es lunes deberían estar estudiando!

—Amo la vida universitaria—Dice Benji tirándose a unos de los sofás.

—Ya me hace falta una cerveza—Winn la acompaña y en cuanto la miro se sonroja.

Ry esta buscando las cervezas.

—¿Por qué noto tensión entre ustedes?—Benji nos mira con los ojos achinados.

—Es que...

—Ok, cuatro cervezas para cuatro princesas—Winn trata de hablar pero Ry la interrumpe al llegar.

Todas le agradecemos y ella se sienta a mi lado.

—Y bueno—Benji comienza a hablar—¿Quien es tu padre?

Winn también presta atención.

—Nerio Pockerman ¿Lo conocen?—Ry le da un sorbo a su cerveza.

—¿El dueño de Luxifer?—Winn parece sorprendida.

—Sip—Ry se encoge de hombros—¿Has ido?

—¡Es mi puto club favorito! ¿Recuerdas la vez que fuimos?—Pregunta a Benji, y está asiente—Una borrachera legendaria hermana.

—Deberíamos ir algún día—Propone Ry y todas concuerdan.

Un grupo de chicos entra al bar y siento como el aire deja mis pulmones.

Darion.

Él ni se molesta en verme, de hecho, ignora mi presencia. Camina junto a ellos a unas de las mesas cerca de la nuestra.

Riley sigue hablando con las chicas y no se ha dado cuenta de que él esta aquí por qué si no:

—¡Darion!

Mierda.

Este alza su mirada y sonríe, se levanta y veo como le dice algo a sus amigos.

Se acerca a nuestra mesa e instintivamente bajo la mirada y la dejo fija en mi cerveza.

—Hola—Saluda y todas contestan menos yo.

—¿Cómo estás guapetón?—Ry se levanta para darle un abrazo.

—No tan bien como tú, eso es seguro—Ambos ríen.

Y no me extrañan que sean tan unidos, por qué después de todo, ella vivió un tiempo en Inglaterra con él y su familia.

Riley es de esas chicas que siempre hizo lo que quiso, sin restricciones o miedo, tío Nerio le dió libertad desde muy joven y ella a sabido aprovecharlo.

Lieth si la retenía un poco, sin embargo, tener a un Pockerman en tus manos da ventaja.

—Quieres sentarte con nosotras?—Ry lo invita y siento como Winn me da un codazo. Observo como se pasa para sentarse a mi lado.

—Alza la mirada—Susurra—Lo que haya pasado entre ustedes no tiene que hacer que te doblegues, non abbassare la faccia, non se lo merita.

«no bajes la cara, no se lo merece»

La miro y ella alza el mentón altiva, indicándome que tengo que hacer, así que la imitó y es cuando lo veo.

Está observandome, sus ojos me recorren y yo tengo ganas de bajar la mirada pero, no lo haré, Winn tiene razón, no lo merece. La verdad me confunde, por qué se preocupa por mi y luego me ignora, después está con sus celos locos y al momento después es como si yo para él no existiera.

Que le den.

Ya no me confundirá más.

—Claro—Dice sin más, sin quitarme la mirada.

Se sienta junto a Ry y ambos se ponen a hablar, Benji está metida en su celular.

—Quiero disculparme por lo de hace un rato—Winn dice tomando mi mano—Eres muy inocente para este mundo Nati—Suspira y niega con la cabeza—Crei que entenderías la señal del calcetín.

Ahora la avergonzada soy yo.

—No tienes por qué disculparte—Digo—Yo tenía que haber tocado la puerta.

Ambas nos sumergimos en un silencio.

—Pensé que vendrías al anochecer—Dice para cambiar el tema.

—Eso tenía en mis planes, pero tuve que volver temprano, mamá tenía que arreglar unas cosas en la editorial y papá estaba en su empresa con su amigo—Me encojo de hombros—No quería aburrirme allá sola.

Ella asiente comprensiva.

—Oi que Pamela dará una fiesta por su cumpleaños—Dice Benji metiéndose en la conversación—Será epica.

Estoy apunto de responder, pero un brazo rodea mis hombros, me giro a ver de quién se trata y Noah me sonrie antes de dejar un beso corto en mis labios.

Oh My hot.

Es God, conciencia.

Cómo sea.

Todos se quedan en silencio y veo a Beck sentarse lentamente sin despegar su mirada de nosotros.

—¿Por qué no contestaste mis mensajes?—Noah ignora la tensión.

—¿Quien es él?—Riley pregunta con una sonrisa.

—¿Es real lo que ví?—Winn susurra para nosotras dos.

—Okey—Escucho a Beck suspirar—¿Cuando ocurrió esto?

Una mirada quema mi perfil y trato de no girarme para mirarlo directamente.

Todos esperan una respuesta de mi y yo solo quiero hacerme pequeñita y mudarme a Japón.

—¿Quieren más cervezas?—Digo con una sonrisa incómoda.




Mi padre el Gigoló. [Libro III].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora