Mi padre el Gigoló. [Libro III].

Capitulo 1.

Padres.

La mañana llega y el sol pega en mi rostro, odio las mañanas.
Me remuevo para quitarme de la luz.

Pero mamá entra a la habitación y  camina a la ventana abriéndola de par en par.

JODER DEJEN DORMIR.

—Levantateeeeeee—Dice quitando la sábanas—No serás una periodista si sigues durmiendo—Dice sacudiéndome los pies.

—¡Entonces renunció!—Digo buscando de nuevo las sábanas.

—Ire a ver dónde están las carpetas de papeles y espero que cuando regrese estés lista Nat—Sentencia y yo ruedo mis ojos.

Se da vuelta y sale. Así que me levanto y arrastró mis pies a la ducha.
Después de mi aseo matutino, bajo a al comedor donde está papá. Me mira de reojo.

—Buenos días—Digo y tomo un tazón de cereal.

—Hola.

— Adivina quién está odiando la humanidad y no tiene ganas de ir a la universidad—Digo sirviendo leche en el tazón—¡Esta chica!

—Nat ya hablamos de eso, o estudiabas administración de empresas o periodismo. Pero no puedes vivir debajo de un puente.

—Lo se lo sé, solo es que estoy nerviosa, es el primer dia y me tengo que quedar en el campus, no se si pueda amoldarme.

—Lo harás, eres una Pockerman—Se levanta y acomoda su corbata.

Papá es una de los empresarios más poderosos del país, ya que tiene sucursales por todas partes, a sus 35 ya era multimillonario pues duplicó la herencia de su padre. Oh pero mamá no de quedó atrás ya que al desligarse de su padre.

Creo una de las editoriales con mas espectadores en el país, sin duda quiero llegar a ser como ellos.

Mamá llega al comedor.

—¡Los conseguí!—Hace que veamos la carpeta.

—Yupii—Finjo alegría y papá ríe.

—Apresurate debes llegar al campus en dos horas—Dice ignorandome.

Ruedo mis ojos y mi papá me da una señal de suerte. Toma su saco y se retira.

Termino mi desayuno y voy por mi maleta.
Al salir veo a Darion en su camioneta.

Es el hijo de tía Karen así que él me llevará al campus, está en su tercer año de derecho. Mamá me entrega la carpeta y él me ayuda con la maleta.

—Pensé que vendrías conmigo—Le digo.

—Ya es hora de que abras tus alas y vueles del nido—Dice mientras mete un mechón de mi cabello tras mi oreja— Además, si voy contigo lo probable es que me ponga a llorar delante de tus compañeros.

—No, si mejor, quédate.

Ríe—Nos vemos Nat.

—Adios Amanda—Le doy un beso en la mejilla.

La verdad es que nunca me he quedado fuera de casa, espero que esto no sea tan malo.

Me subo al auto y Darion arranca.

—Tiempo sin verte—Dice mientras emprendemos el camino.

—Si—Acomodo mi cabello.

—Pues mi fraternidad hará un fiesta de bienvenida, si quieres puedo presentarte personas.

—Eh...—Nunca he ido a una fiesta.

Por dios mi tío Nerio no me lo permitiría.

—Claro—Digo al cabo de un rato.