Aomine Daiki
Aunque trato de no parecer un extraño mirando a la persona dormida en la cama, no puedo evitar fijarme en su pálida piel.
Es incluso curioso que él tenga unos ojos y color de cabello azul cielo, porque creo que jamás había conocido a alguien que le sentara tan bien esos tonos suaves.
Mis labios se curvan en una pequeña sonrisa y trato de no chasquear fuerte.Somos muy diferentes, no solo me limito hablando de la parte física, sino también de los comportamientos. La mayoría de las veces que salimos juntos yo soy la persona quien más habla; siempre como más que él y a pesar de ello acabo terminando primero. Me gusta experimentar la adrenalina cuando él se va por las cosas más sencillas y tranquilas. Mi carácter es impulsivo, en cambio Tetsu medita cada paso que da.
Él es extraño, pero me siento muy cómodo cuando estoy a su lado. Es por eso que estoy insistente cada que encuentro una oportunidad para pasar tiempo con él. Primero los entrenamientos, luego pasamos a los almuerzos, siguiendo con las partidas después de clases; incluso me quedo durante las noches a cenar en su casa y aún así no me fastidio de estar a su lado a pesar de que a veces nos quedamos sin tema de conversación y dejamos que el silencio nos reconforte hasta coincidir en nuevos temas de los qué charlar.
Me encuentro preocupado, y sin pensarlo demasiado tengo la palma en su frente verificando que no haya rastros de fiebre o alguna inquietud mientras duerme.
Es demasiado pequeño, frágil. Jamás había conocido a un chico como él, y sin embargo no me molesta aquello. Me gusta, es inusual.— ¿Aomine-kun? — Su dulce voz somnolienta me impulsa acercarme un poco más, musitando un sí que no lo haga sobresaltar de su lugar. — Es temprano... ¿No irás a clase? ¿Y los entrenamientos? —
— Eso puede esperar. — Niego suavemente. — El capitán también está preocupado por ti. El doctor dijo que tienes principios de anemia, ¿es verdad, Tetsu? —
— Estaré bien, me voy a cuidar más. —
Pero ambos sabemos que no es cierto, y justo en el momento su madre entra a la habitación con dos bolsas de panecitos, una se queda ella y la otra la extiende para mí.
— Sé que hoy en la tarde te dan de alta, mientras tanto yo iré a tomar apuntes por ti. Nos vemos luego, Tetsu. Hasta luego, señora Kuro. — Ambos me despiden con una sonrisa amable.
Si me detengo a pensar solo un momento... Tetsu tiene mucho parecido con su madre. Por ejemplo, la piel pálida, las facciones delicadas, quizá la estatura; el color de sus ojos. Ah, también la actitud amable.
Sorprendentemente aún estoy a tiempo para entrar a clases, ni me esfuerzo apresurar el paso hacia el aula. Estoy redondeando la gran fuente en medio del instituto cuando un cabello rosa se agita tan cerca de mí que solo puedo ver a una pequeña chica dar brinquitos a mi alrededor.
Satsuki.
Nuestra relación es bastante extraña. Es como si fuéramos alguna clase de hermanos cuando en realidad nos conocemos desde niños porque su casa queda justo al lado de la mía. E inevitablemente la niña preguntona y curiosa nunca dejó de insistir en jugar o pasar tiempo conmigo y así seguimos por todos estos años. Ahora ya no es molesta... O bueno, no tanto.
— ¿Y bien, Dai-chan? ¿Cómo está Tetsu-kun? —
— Está mejor. ¿Por qué preguntas, Satsuki? — Levanto una ceja y llevo la maleta tras de mi espalda, soltando un gran bostezo.
Qué pereza.— Porque es muy amigo tuyo, ¿no es así, Dai-chan? — Casi detengo mi paso, mas no lo hice, solo seguí de largo pensando en una sola palabra. ¿Éramos amigos? — Además, ¿no crees que Tetsu-kun es muy lindo? — Se aferra a mi brazo y tira de un lado a otro en su ataque de ansiedad.
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Memories ; AoKuro
Fanfiction- El único que puede vencerme, soy yo mismo. - Kuroko Tetsuya ha intentado olvidar su pasado y continuar adelante en la preparatoria Seirin, sin embargo, cuando su antigua luz vuelve en un encuentro inesperado, revive la historia que los unió durant...