Reaper despertaba, su cabeza daba un poco de vueltas, pero era normal en el, ya que se la pasaba un poco estresado por tanto trabajo, pero sabía que se debía por la temporada de influenza, y que está terminaría por lo menos en dos meses.
Se levantó de la cama con cuidado de no despertar a Geno, el cual estaba dormirnos profundamente, anoche había sido tranquilo a diferencia de los días anteriores, y el semi-muerto parecía resignado a no seguir escapando.
Suspiró y se estiró un poco, luego vió el cajón de su mesita de noche, pensó que como no le había dado una lección a su "pareja" la noche anterior, se la daría ese día si es que algo pasaba en su ausencia:
Salió del cuarto, cerrándolo con seguro desde dentro, luego bajó por las escaleras y creó un portal para irse del lugar.
Había aparecido en un lugar lleno de flores, plantas y vegetación, ahí se encontraba la dueña del lugar.
-Hola Tori-.
Dijo la parca hacia a la vida, quien lo volteó a ver, y puso una sonrisa en su rostro.
-Hola Sans, hace rato no te paseabas por aquí-.
-¿Qué te digo Tori?, el trabajo me tiene muerto y luego mi prometido a estado molesto conmigo últimamente-.Toriel se quedó en shock por un momento, y luego puso una gran sonrisa en su cara.
La muerte terminó de hablar y pasar el rato con su vieja amiga la vida, por lo que se dispuso a marcharse para hacer su trabajo.
Fue a sus destinos predestinados, revisó cada sitio, cosechando cada alma que debía. En algunos lugar, la persona y/o monstruo moría en su casa, con paz total cerca de sus seres queridos. En otros lugares morían en una camilla de hospital; en otros morían en un simple sillón y otros en la esquina de un callejón. Gracias a llevar desde el inicio del mundo con este tipo de vistas tan desagradables, ya casi no le causaba mucha impresión, o asco, o tristeza, era simplemente gente muriendo.
Una vez terminado con las personas, siguieron los animales, unos morían en cojines, otros en una tabla metálica de alguna veterinaria, y luego otros tirados en el suelo de cansancio o por algún disparo. También habían algunos Hámster que morían de formas casi imposibles y dramáticas. Una de estas le causó algo de intriga, ya que el hámster murió al atragantarse con una semilla para que mientras se ahogaba un halcón se lo llevase volando del lugar.
Terminó de matar a quien debía, y como siempre, tuve un muy pequeño tiempo para descansar, por lo que fue a comprar unas cosas a una tienda de autoservicio, comprando unas cosas, era un aceite especial, vendas, gasas, alcohol y chocolate amargo.
Pagó por todo, yéndose de la tienda hacia su casa.
Se teletransportó al lugar, específicamente al cuarto, donde al ver la puerta abierta, la cama desecha, y una pequeña mancha de sangre dedujo que su "prometido" se había vuelto a salir, lo cual hizo que se tirara a la cama, mientras que contaba del uno al sesenta.
Una vez terminó de contar, dejó la bolsa de las cosas que compró en la cama y se fue hacia la puerta, saliendo de la habitación.
Bajó por las escaleras, salió por la puerta principal, viendo a un esqueleto de ojos multifacéticos.
-Ink, Ink, INK, ¿lo ayudaste a bajar verdad?-.
Mencionó Reaper con algo de enojo.
-¿Mande?-.
-dejaste salir a Geno del cuarto-.
-Aaaah, si, ¿por qué?-.
-Te recuerdo que te dije explícitamente que no lo hicieras-.
-Oh, perdón, lo olvidé-.
-Bien, da igual, ¿sabes dónde está?-.
-Sip, está afuera intentando abrir el candado de la cerca-.Señaló hacia una ventana donde se le podía ver al esqueleto.
-Bien, gracias, vuelvo-.Salió para el patio, mientras que veía alrededor fijándose de que nadie lo viera.
Se acercó a Geno con el cuidado de no hacer ruido, luego lo tomó por los brazos, haciéndolo exaltarse, lo alzó por los aires y lo cargó como a una princesa, haciéndolo ver su rostro.
-Hola Bae, ¿Qué haces afuera?, se supone que deberías estar descansando-.
-......-.
Comenzó a caminar con dirección a la entrada de la casa, mientras que iba viendo hacia el frente, sin despegar su mirada en ningún momento.
-¿No vas a responder?, bien, está bien. Esto me molesta un poco pero podemos hablar, y si no nos entendemos-.Tocó su pierna lastimada, causándole un leve dolor y ardor.
-Para, por favor, me estás-.
Un escalofrío recorrió su cuerpo, luego apareció un sonrojo poco notable en sus pómulos. Estaba siendo acariciado en su columna y parte del cuello.
-¿Te estoy?-.
Entraron y fueron de inmediato a las escaleras, subiendo los escalones poco a poco.
Habían algunas palabras incoherentes saliendo de la boca del semi-muerto, pidiendo parar por el dolor y los escalofríos que le estaba causando. Siguió pidiéndolo hasta que se hartó de lo que estaba sucediendo y terminó por morderle la mano a su captor.
Habían llegado a su cuarto, y la muerte no estaba muy contento. Lo lanzó a la cama haciendo que lo dejase de morder.
-Bien, ya estoy algo molesto porque te volviste a salir en vez de estar descansa y que además te lastimases tus manos-.
Habló, luego se fue con dirección a la puerta, cerrándola.
-Bueno, ahora, ¿me podrías dar la llave?-.
No hubo respuesta alguna.
-Geno, la llave, por favor-.
Se sentó en una esquina de la cama y miró a su "pareja" con algo de pena.
-Bien, así haremos las cosas-.
Lo agarró de la las manos, poniéndolas en la cabecera de la cama, mientras que el aprisionado se movía e intentaba patearlo. La parca se le acercó al rostro donde sólo lo miraba con una mirada de decepción, para luego con su mano libre tomar la llave que tenía guardada en su bolsillo.
-Listo, sólo quería esto-.
Lo soltó y caminó hacia la puerta, cerrándola con la llave.
-Entonces, esta ya es la cuarta vez que te sales y casi huyes, así que, ya sabes, me haz colmado la paciencia, y ya estoy cansado de que cada vez que vuelvo te veo afuera, pero hoy me agarraste de buen humor, así que te dejaré elegir entre dos opciones-.
Se volvió a sentar en la cama, pero ahora estaba acorralando a su acompañante en una esquina de la cama, intentando ser amenazador.
-Entonces, elige, tu pierna o tu alma-.
Mencionó con un tono seco.-......-.
Miró hacia todos lados mientras que intentaba calmarse, no quería que viera que estaba débil o asustado, ya que eso le daría ventaja.
-¿Entonces?, ¿Qué decides?-.
-............-.
-¿No puedes decidir?, bien, entonces yo decido-.
Suspiró pesadamente, e hizo aparecer el alma de su amado, haciéndola flotar a su dirección.
-Como no elegiste nada, yo elegiré por ti-.
Besó el alma de su "pareja", haciéndole exaltarse al mismo, quien sólo podía verlo con algo de enojo.
-Y yo elijo alma, esto será divertido, y no te causará tanto dolor-.
Siguió besando, mientras que su compañero se seguía agitando, lo cual no quería, y en un intento de defenderse pateó a su agresor, el cual respondió dando una pequeña lamida al "corazón".
-No te recomendaría hacer eso, te recuerdo que te tengo en mis manos-.
Invocó su alma, y la apretó junto a la de su amado.
-¡NO HAGAS E!-.
Fue callado por un beso apasionado, intentó separarse pero por una circunstancia no pudo, y sólo pudo seguir con aquel "Juego".
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ROTTALE (afterdeath).
RomanceLa muerte y el semi-muerto, esta historia ya habían sido contada antes, pero volvió a escribirse, pero con un toque diferente.