Las cosas no son lo que parecen

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Había cierto silencio en aquella habitación, la luz entraba por la ventana, demostrando los color del amanecer. Había un olor a medicina y productos químicos en el aire, además de estar conjunto a un leve olor metálico, con algo como desinfectante. El típico olor a hospital.

La muerte vigilaba a su presa, viéndolo como dormía cómodamente, sin problema alguno, como si la mañana anterior no hubiese pasado nada. Era extraño, era como si ni siquiera le importara.

Lo tomó de la mano, esperando a que no se despertara; al hacerlo, pudo escuchar como sus latidos se aceleraban, según lo que indicaba la pantalla a la que estaba conectado.

Quería estar así por un largo rato, aún sabiendo que al poco tiempo iba a sonar, y así fue, llegó un ruido a interrumpir el silencio de aquel lugar, era una especie de alarma, bastante ruidosa en verdad.

Se trataba del celular de Reaper, tenía esa alarma para indicarle a qué hora debía volver a trabajar, así no perdía ni un minuto de su jornada. Tomó bastante distancia del muerto, para poder levantarse y por siguiente, irse de ahí.
-Vuelvo en unas horas Bae, descansa.
Le besó la cabeza, luego se alejó, desapareciendo del lugar.

Unos minutos después, alguien había llegado al lugar, era un esqueleto descolorido, tenía una playera negra grande encima suya, un short gris y sus Ya tan característicos ojos morados. Así es, se trataba del rey de las pesadillas, llegando para armar revuelo entre la multitud.

Movió al muerto en varias ocasiones, esperando a que se despertara, pero este no lo hacía, simplemente, estaba muy bien así, o eso pensaba hasta sentir un dolor proveniente de su pierna.

-Por fin, pensé que te habías ido con tu hermano-
Mencionó Nightmare de manera sarcástica, solo que sin su cara de triunfo, hoy tenía una cara cansada y destrozada, acompañada de golpes en el rostro, unos más recientes y los otros que le había visto el día anterior.

-¿Qué quieres?, hoy no estoy para tus bromas-

Dijo Geno, sentándose como podía, intentando no lastimarse nada de su cuerpo.
-Oye, yo sólo venía a pedirte disculpas por lo de ayer-
Le tomó la mano, esperando su respuesta con ansias.
-Te perdono, ahora, lárgate de una vez, quiero dormir-
Quitó su mano, evitando cualquier contacto con ese ser.
-Que grosero, después de que vengo a pedirte disculpas, ¿así me respondes?, ¿acaso no te enseñaron modales?, porque creo que no-

Hizo que el muerto volteara a verlo, teniendo una cara de sorpresa en su rostro. Poco le duró el gusto, ya que volvió a su rostro neutral.

-Ya te disculpaste, ya véte, ¿si?, necesito descansar y me estás molestando-
Le dió un leve empujón sobre el pecho, haciendo que se quejara, aparte de sentir un tipo de hueco.
-¡No me toques ahí!, ¡Idiota!-
Se sacudió la ropa, acomodándose algo que tenía debajo de la camisa, parecían vendajes.
-Ya, lo siento, no quería tocarte-

Parecía desesperado por la salida del monarca, ya que no sabía si su amado podría volver por algo, a veces hacia eso de aparecer de la nada.

-¿Te puedes ir?, ya me estoy molestando-
El rey simplemente le sonrió de manera amplia.
-No puedo irme, tengo chequeo con el doctor, además, tus sentimientos son buen abono para mi recuperación-
-Bueno, ve a tú consulta con el doctor.
-Este es el cuarto donde me atienden, ¿si?, no me puedo ir.
-¿Te atiende Alfred?-
-Al, Al me-

Su cubrió la boca y tragó saliva. Había mordido el error que había cometido.
-Alfred, digo, si, Alfred me atiende, ¿por qué preguntas?.
-Nada, era curiosidad.

ROTTALE (afterdeath).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora